Amor verdadero -
Capítulo 23
Capítulo 23:
[Bueno, no sé sí lo podría catalogar como un acostón, pero si tuvimos intimidad y le di una pequeña dosis de se%o oral, pero luego él me dejó a medias porque no teníamos preservativos y no quisimos arriesgarnos].
[Amiga, debiste volverlo loco. ¿A qué hombre no le encanta el se%o oral? ¿Hiciste que se viniera?].
[Obvio que sí, y vaya que se vino, me llenó el rostro y el pecho de s%men, se notó que no lo había hecho en varios días. Pero tal vez no estuvo tan rico porque ya pasaron dos días y no me ha llamado, ni me ha escrito].
[Pues el horóscopo dice que es tu alma gemela y yo sé que así es. Tú mantente tranquila, decreta que te va a llamar y ya verás que lo hará, la ley de la atracción y de la manifestación es muy poderosa. Tú solo piensa en que te va a escribir y lo hará].
[Tal vez sea mejor que no me llame, si vuelo a verlo, le daré las gracias por participar y dejaré de verlo, hablé con Manuel, el psicólogo y me dijo que era lo mejor y creo que tiene razón. Debo cerrar un ciclo antes de abrir mi corazón al amor].
[Pues perdóname lo que te voy a decir, pero tu psicólogo está mal de la cabeza. No hay nada como un clavo para sacar a otro clavo, te lo digo por experiencia y si ese hombre te gusta, pues date la oportunidad de conocerlo y ver qué más puede haber entre ustedes. Porque estoy segura de que te va a llamar, ningún hombre en sus cinco sentidos dejaría escapar a una mujer como tú].
[Amiga no lo sé, no te niego que me gusta mucho, pero no estoy tan segura de querer iniciar una relación. La verdad es que nuestros encuentros han sido lindos, pero no he sentido esa magia que me haga sentir que es el hombre de mi vida].
[Sé que vas a decir que estoy loca, pero con el paso del tiempo me darás la razón y entonces te darás cuenta de que el horóscopo o estaba equivocado. No existen las casualidades, tu destino está escrito y de que vas a encontrar a tu alma gemela, la vas a encontrar y entonces vas a decir ‘amiga, tenías razón’].
Le envié un último mensaje con emoticonos llorando de risa y di por cerrada la conversación, a Peri no había poder humano que le ganara cuando hablaba de astrología.
Para ella, los horóscopos eran como la ley de la vida.
Esa noche por fin pude dormir de corrido hasta las seis de la mañana, Tuluza no me despertó antes y pude descansar un poco más, aunque me preocupé porque mi gatita no estaba en la cama junto a mí, como todos los días.
Estaba sentada junto a la puerta, mirando hacia la cocina, como si hubiera alguien ahí.
Había visto videos donde algunas personas aseguraban que los gatos tenían el poder de ver entes sobrenaturales y todavía estaba oscuro, la luz de sol todavía no entraba por la ventana.
Me dio escalofrío solo de pensar que en efecto eso pudiera ser cierto y luego me reñí a mí misma por estar pensando tonterías.
Pensé que me estaba dejando influenciar mucho por esas cosas raras de Peri.
Me levanté y me duché.
Necesitaba desperezarme para comenzar a leer porque mi día estaba saturado con dos libros y dos reseñas, apenas tendría tiempo de terminar antes de la hora estipulada.
Me preparé un desayuno ligero y comencé con mi tarea, después de darle de comer a mi ama y señora por supuesto, que se ponía intensa si no le daba de comer antes de sentarme a trabajar y se montaba sobre el libro o sobre el teclado de la computadora para que le prestara atención.
Estaba terminando de leer el primer capítulo cuando llegó el mensaje de Adrián.
[Espero que tengas un lindo día].
[Gracias, tú también ten un buen día].
Me mordí los labios al darme cuenta de que él tenía intenciones de seguir en contacto conmigo.
Me entusiasmaba volver a verlo, pero no sabía definir lo que sentía.
No sabía si en verdad lo quería en mi vida por mucho tiempo, o hubiera preferido que no me escribiera.
Pasaba de las seis de la tarde, con mucho trabajo, logré enviar mis dos reseñas en tiempo.
Estaba muy cansada y el calor era insoportable.
Me duché de nuevo y me puse un pijama ligero para descansar. Me preparé un café y encendí un cigarrillo para relajarme.
Un nuevo mensaje me hizo sonreír de nuevo.
[Hace dos días que no nos vemos].
Una carita triste me indicó que le importaba que no nos habíamos visto.
[Vente, te invito un café].
[Le presté el auto a mi hijo y ya es tarde para ir hasta allá, pero te prometo que mañana sin falta te visito. Me muero por comerte].
Me sonrojé por la insinuación se%ual de su mensaje, pero quise seguirle el juego de seducción.
[Y yo me quedé con ganas de que me la metieras].
Cerré con un emoticono sonrojado.
[Te prometo que mañana iré a verte o te traigo aquí y te voy a hacer de todo].
[Me gustaría ir allí y conocer tu espacio].
[Pero si te traigo aquí, tendrás que quedarte toda la noche ¿Aceptas?].
[Eso suena muy tentador. Has hecho que me dieran ganas, voy a tener que…].
[¡Uy, qué rico! Piensa en mí mientras lo haces].
[Por supuesto que lo haré, voy a imaginar que son tus dedos los que me acarician. Que tengas una bonita noche].
Me despedí y me desconecté, me agradaba la idea de que se durmiera con una imagen mía masturbándome en su honor.
Comencé a reírme, era una locura aceptar quedarme a dormir en su casa, una cosa era tener se%o, pero quedarse a dormir toda la noche ya eran palabras mayores.
Quizá debería considerarlo y pedirle que mejor lo hiciéramos en mi casa para que al final él se fuera a la suya y evitar intimar de esa manera.
Saqué mi vibrador y me quité las ganas gritando su nombre.
Pensar en Adrián de forma se%ual me excitaba y mucho, pero de algo si estaba segura, eso, no era amor verdadero.
…
Desperté muy temprano como todos los días. Mi gatita comenzó a ronronear montada sobre mi estómago para despertarme y que le diera de comer.
Me levanté sin ganas, pero aproveché para desayunar también. Tenía que darme prisa con mi trabajo.
Esa noche tendría un nuevo encuentro con Adrián y todo parecía indicar que iba a hacer un encuentro bastante intenso.
Sin embargo, para mí, mi trabajo era lo más importante y debía cumplir con mis responsabilidades, si quería disfrutar de la noche sin culpas.
Acababa de terminar de leer los primeros dos capítulos del libro cuando recibí un mensaje de mi hermana Pamela.
[Hermana acabo de ver tu horóscopo y dice que tu ex está arrepentido y se la pasa llorando por ti. Que tú eres el amor de su vida y te quiere recuperar. Yo insisto en que deberías de darle otra oportunidad].
[Hermana el horóscopo puede decir misa. Ya sabes que para mí esas son tonterías y José puede estar todo lo arrepentido que quiera, pero no le voy a perdonar nunca. No quiero volver a saber nada de él, así que por favor respeta mi decisión y no insistas con eso].
[Mis hijas dicen que ellas no creen que José haya sido capaz de engañarte y piensan qué eres tú la que ya está con alguien más].
Sentí un dolor en el estómago y una profunda desilusión al darme cuenta qué mi propia familia no era capaz de creerme y que preferían pensar qué había sido yo quién había fallado en mi matrimonio y no José.
Tal parecía que lo querían más a él qué a mí y eso me dolía mucho.
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