Capítulo 173:

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“No luchaste por él”.

“Se equivoca, yo hice todo lo que estuvo entre mis manos, por él, pero no fui correspondida ni por un momento”

Limpió sus lágrimas.

Además, que siempre estuvo bajo su dominio, nunca fue capaz de dar un paso sin su permiso, parecía un niño bajo sus faldas, y no un hombre. A pesar de todo, mi corazón lo sigue amando, pero tenía que pensar también en mí o me consumiría”.

Victoria la fulminó con la mirada.

“¿Cómo te atreves?”

Dijo con rabia.

¿Se atrevía a desafiarla?

“Usted me orillo, solo vine a despedirme de él”.

“Lo mejor es que te vayas”

Mason intervino.

Luego la tomó por la cintura.

“Te acompaño a tu auto”

Expresó.

Al ver que los reporteros se encontraban afuera, Emma se desvió hacia el estacionamiento y Mason se acercó a ellos, para dar una entrevista.

Era el momento.

Ladeó los labios, sonriente.

Mientras tanto en otro lugar…

Guillermo colocó en la cama adicional que había en la habitación del hospital, las almohadas, y la cobija, esperando poder descansar un rato.

Se acercó a Isabella, y acunó su mano sobre su mejilla.

La joven abrió los ojos al sentir la calidez de su piel.

“Lamento haberte despertado”

Pronunció.

“He dormido mucho”

Comentó.

“Ya no tengo sueño”.

Aleteó sus pestañas un par de veces y sonrió.

“¿Crees que mañana me den de alta?”

Preguntó.

Quería ver a sus hijos.

“Deseo ver a María y estar con nuestro pequeño”.

“Espero que sí”

Respondió.

“Hablé hace un rato con ella, está un poco triste porque nos extraña”

Explicó.

“Mi princesa… nunca nos hemos separado”

Suspiró profundamente.

“Mañana le llamo temprano, para darle los buenos días”.

“Eso mismo me dijo ella”

Sonrió.

“Son tal para cual”.

Bromeó, tomó el control de la pantalla y la encendió.

Ambos fruncieron el ceño al ver a Mason en una entrevista, distinguieron que estaba a las afueras de una funeraria, por lo que se tomaron de mano y comenzaron a escuchar lo que decia:

“¿Nos puede decir que fue lo que ocurrió?”

Una reportera preguntó.

Mason asintió e hizo una pausa antes de hablar.

Parecía tan serio.

“Antes que nada agradecemos su presencia, gracias por estar apoyando a mi familia, por el mal momento que estamos pasando… mi hermano Oliver, sufrió de un infarto fulminante”

Contestó con la voz fragmentada.

“No se pudo hacer nada por él”.

Isabella se llevó las manos al escuchar aquella declaración que hizo.

No podía creer lo que escuchaba.

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