Capítulo 15:

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“No te preocupes por eso”.

“Es una deuda y pagaré hasta el último centavo”

Reafirmó Isabella.

Ladeó los labios, sonriente, al ver que la joven hablaba con honestidad, por lo que sacó su billetera y le entregó su tarjeta de presentación.

“Aquí están mis datos personales, comunícate conmigo, este es mi número personal”

Señaló.

“Avísame cuando lo tengas”.

“Así lo haré”

Expresó y volvió a la sala de urgencias, para llevarse a su hija.

Guillermo no pudo evitar sonreír, después de unos minutos, la chica se retiró sosteniendo a su hija en brazos.

Guillermo se dirigió a la máquina de café.

Caminó hacia otra de las salas del hospital, cuando observó la llegada de tres hombres vestidos iguales con traje negro y camisa blanca.

Frunció el ceño al distinguir que se asomaba el arma de uno de ellos.

Los vio detenerse a hacer unas preguntas en la recepción de la clínica por lo que regresó a urgencias, para buscar salir por ahí.

Sin embargo, en cuestión de segundos, lo rebasaron, uno de ellos golpeó con su hombro el de él.

“Fíjate por donde caminas”

Reclamó el sujeto.

Guillermo decidió ignorarlo, estaba tan agotado, debido a lo que le ocurrió a uno de sus mejores amigos, quien estaba luchando por su vida.

Lo único que deseaba era llegar a su casa y descansar, se detuvo metros antes al ver que esos sujetos negaban a la recepción.

“Nos avisaron que se encuentra una mujer en la sala de urgencias…”

Mostró su fotografía.

“Sí, así es, yo fui quien los llamó”

Respondió.

“Me interesa la recompensa que ofrecieron”

Confesó.

“¿En dónde se encuentra?”

Indagó.

La chica mordió su labio inferior al ver la seriedad en el rostro del hombre que tenía el mando.

“Estuvo aquí, trajo a su hija para que la atendieran, pero se marchó hace un rato”.

“¿Cómo?”

Preguntó con agitación.

“¿Se marchó?”

“Sí, lo hizo”.

“¿Dejó anotado algún domicilio?”

La recepcionista mostró los papeles que había llenado Isabella.

“No puede ser, es el mismo que dejó el año pasado, cuando ella estuvo hospitalizada”

Pronunció molesto.

“Es falso”

Concluyó de inmediato.

“Muéstrame su expediente”

Indicó.

“No puedo hacerlo, lo tienen los médicos”

Contestó la chica.

“Solo tengo la orden de los medicamentos”.

El hombre los miró y se tensó.

“Aquí dice Isabel Estrada, creo que nos quieres ver la cara”

Reclamó.

“Estoy buscando a Isabella Rodríguez”.

La joven negó con la cabeza.

“Estoy segura que se presentó como Isabella Rodríguez”

Dijo confundida.

“Será mejor que nos vayamos, esta mujer solo nos ha hecho perder el tiempo”

Se bufó.

“Estoy segura de lo que digo”

Volvió a repetir.

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