Amarte es mi capricho
Capítulo 62

Capítulo 62:

“Lo sé, es sólo que… yo te cuidaría y dedicaría mi vida a hacerte feliz por que eres una mujer maravillosa, si tan sólo me dieras la oportunidad de demostrarte que puedo ser ese hombre que mereces”.

Apreté mis labios.

“Tengo que irme Javier; he quedado con mis amigos a cenar, ¿Quieres venir o podemos hablar después?”, le dije en un tono dulce para que no se sintiera mal por estarlo rechazando, abrí de nuevo y  dejé las rosas en la mesa del comedor para después salir otra vez.

“Mejor ve, pasala bien con tus amigos, luego hablamos”, se despidió de mí con un beso en la mejilla, se dio la vuelta y camino hasta el elevador.

Espere a que las puertas cerrarán para tomar el que sigue, no quisiera que mi amistad con Javier se tornará incomoda por que en verdad pensaba que era un buen hombre.

La cena con mis amigos estuvo de lo mejor, hace tiempo que no platicaba tanto y tan alegre. Sin duda alguna Cristal y Alex eran los mejores amigos que la vida me había dado.

Comimos mucho sushi con tampico, amaba el sushi, bebimos vino hasta acabarnos dos botellas mientras platicábamos todas nuestras aventuras recordando la época de estudiantes. Al final de la cena un mesero trajo un mini pastel, nos tomamos fotografías, me hicieron pedir un deseo y me cantaron las mañanitas.

Los abracé a los dos agradeciéndoles por este momento, por estar compartiendo conmigo en mi cumpleaños.

Después de eso y una botella más Alex condujo hasta el edificio de mi departamento, me despedí de ellos con una  enorme sonrisa ya que me había divertido demasiado con ellos dos, ese par era tal para cual mientras véía como su auto se alejaba mientras Cristal sacaba la cabeza como un perrito diciéndome adiós, no pude evitar llevar una mano al rostro sonriendo.

Entre al edificio saludando al guardia, caminé a prisa hasta el elevador por que comenzaba a marearme, al parecer el aire había hecho que el alcohol en mi sangre subiera por que ahora sentía que todo a mi alrededor daba vueltas, casi me tomé una botella de vino yo sola.

Cuando salí del elevador tuve que apoyar mi mano en la pared para poder llegar al departamento.

Abrí la puerta y en ese momento toda mi sangre se fue a los pies. Todo indicio de alcohol que sentía se esfumo. Frente a mis ojos había un arreglo de flores del tamaño de la mesa ¡Era enorme!

Mi corazón comenzó a latir demasiado fuerte, ¿Cuántas flores eran 500? Mis pies se sintieron tan pesados cuando me acerque a tomar aquella tarjeta blanca que sobresalía de entre todas las rosas rojas. Mis dedos tumbaban, leí.

[¿Pensaste que me perdería tu cumpleaños Cat?], enseguida giré mi cabeza a todos lados no había nadie, tampoco se escuchaba ruido.

´Tal vez se cansó de esperar, como no llegué temprano, se fue´, las flores eran sin duda de Elian, no había otra persona que me llamara Cat más que él. Suspiré, no imaginaba como podría reaccionar si lo viera de nuevo, él solo pensarlo mi corazón se agitaba desbocado.

Me quite los zapatos altos que  comenzaban a molestar mis pies y camine descalza hasta mi habitación. Abro la puerta y casi me desmayo de la impresión. ¡Él estaba ahi! Recostado y sereno sobre el colchón de mi cama. Lo primero que me pregunte fue ¿Cómo había entrado a mi casa?.

Elian tenía el brazo izquierdo sobre su rostro por lo que no podía ver bien si estaba dormido o estaba despierto, no se movía. Mordi mi labio dudosa. Di unos pasos, pero él no se movía. Rodeé la cama a pasos lentos, hasta quedar a un lado de su cuerpo inmóvil. Acerqué poco a poco mi rostro. Pero en eso, precipitadamente tomo mi rostro con sus manos y me planto un beso, instintivamente me alejé de él.

“¿Qué haces en mi casa?”, le pregunté furiosa mientras veía como sonreía divertido.

“¿Cómo entraste Elian?”.

Se incorpora poniéndose de pie mientras camina de manera acechante hacia mí, trato de alejarme, pero ya no puedo más por que he llegado hasta la ventana, pasa uno de sus brazos por detrás de mi cintura atrayendo mi cuerpo al suyo mientras  toda mi piel se eriza, no sé  si es de emoción o de temor, su mirada es oscura pero puedo notar algo de tristeza asomándose por sus ojos.

No dice nada, observo su rostro hasta que nuestras miradas se cruzan, siento como mi corazón esta a punto de estallar de mi pecho.

“Feliz cumpleaños mi pequeña gatita”, dice antes de reclamar mis labios como sólo él lo sabe hacer, encendiendo mi cuerpo de deseo. No esperaba que viniera, pero en el fondo si lo deseaba.

Había extrañado tanto a Elian todo este tiempo que tenerlo aquí ahora en este momento era como un sueño. Ni sí quiera quería recordar todo lo malo, sólo me importaba tenerlo ahora, tener sus labios, tener su cuerpo, acariciarlo.

“Te extrañe tanto”, susurra mientras me arrastra entre besos hasta la cama.

POV Catrina Vidal

Cada caricia, cada beso lo atesoro en mi mente para poder recordarlo siempre. Se que este es solo un momento, este mágico momento es un sueño que no durará. Por que Elian y yo nunca hemos podido ser felices, pero hoy quiero darme el lujo de disfrutar plenamente de su cuerpo.

Estando él sobre mi, los dos recostados en la cama puedo sentir su e%ección por encima del pantalón, cuando jadeo mis ojos se encuentran con los suyos. Aprieto mis piernas en sus caderas de manera instantánea mientras recorro con la palma de mis manos su marcado pecho que se siente como de seda.

´¿Por qué siempre tengo que caer rendida ante ti Elian Brin?´,  me pregunto con reproche en la mente. Me gusta la sensación de tener su cuerpo sobre el mío. Muerdo mi labio llena de deseo mientras masajea mis pechos gelatinosos.

Su pulgar acaricia mi labio introduciéndolo sólo un poco mientras nos miramos directamente a los ojos para después exigir mis labios sin contemplación. Me besa de manera diestra, como un experto. Sus besos calientes envuelven mi lengua con la suya en un ardiente frenesí.

Baja su rostro avasallando mis pechos, regocijándose con ellos. Los sonidos que emite mi boca son de puro placer, notó que al escucharlo los movimientos de su boca se aceleran. Pone mis muñecas sobre mi cabeza, me vuelve a besar, es como si no quisiera apartarse de mi cuerpo jamás, como si supiera que después no habrá una próxima vez y desea disfrutar esta al máximo. Me remuevo sobre su cuerpo acomodando mis piernas, mi espalda y pelvis se tensan al sentir su p3ne e%ecto.

“Me vuelves loco; jamás me cansaré de tenerte”.

Escucho su voz lo que hace que mi cuerpo se estremezca. Recorre mi cuerpo con besos. Me apoyo con los codos llevando mi cabeza a mirar al techo mientras Elian lame más y más en mi feminidad, su boca maniobra como un dios, como si fuera el más exquisito manjar.

Por un instante un escalofrío envuelve mi cuerpo recordándome que Elian será mío solo esta noche. Regresa a mí boca, puedo sentir el sabor salado de mi intimidad. No digo nada sólo miro como toma su p3ne con la mano derecha y lo coloca en medio de mis piernas. Entra y cierro los ojos apretando fuerte mis caderas, ambos jadeamos al mismo tiempo como si de una melodía se tratase.

Comienza a moverse a manera acompasada. Abro los ojos, quiero vivir este momento al máximo, grabo en mi mente su rostro mientras me posee, mientras se apodera de mi cuerpo, mientras me penetra, su rostro es como un j0dido poema que quiero grabar para siempre en  que mi mente.

Cada empuje lo hace con más fuerza, gruñe. Toma mis manos apretándolas al cochón imposibilitándome a moverme. Recarga su mejilla en la mía. Mis piernas lo envuelven incitándolo a que no pare, al contrario que continue ya que estoy a punto del o&gasmo. Mis uñas se entierran en su espalda, Elian me da más duro soltando así sus fluidos que escurren dentro de mi al momento de salir de mi cuerpo.

Respiro agitado al igual que él. Me mira mientras acaricia mi mejilla. Se recuesta a lado de mi cuerpo abrazando con fuerza como si no quisiera soltarme. Me siento tan cansada que termino dormida acunada por el latido de su corazón sobre mi espalda.

Mi cuerpo se siente cansado, abro los ojos cegados por la luz que entra en la ventana. Miro hacia abajo sintiendo el brazo de él rodeando mi cintura. Tomo su brazo y lo quito para poder levantarme, voy al closet, tomo algo de ropa y me cambio. Es domingo, puedo darme el lujo de cocinar en pijama el desayuno. Miro a Elian quien sigue dormido en la cama.

Una vez en la cocina pienso en si debería preparar dos platos de comida, miro al frente, al comedor donde aún esta el enorme ramo de flores que me ha regalado por mi cumpleaños. Suspiro. Ni si quiera se por que vino, pensé que los ex esposos jamás se frecuentaban, esto no era lo que tenía planeado al divorciarme de él.

Por que tenía que ser tan irresistible, ¿Por qué? Pongo dos platos y dos  tazas en la barra desayunadora. Hago chilaquiles como se que a él le gustan y café. Justo cuando estaba por terminar escuchaba concentrada un podcast que últimamente escuchaba mucho sobre autoestima en la mujer y el episodio de hoy me estaba dando unas cachetadas por que hablaba de ´cuando no volver con tu ex´.

Miré hacía el pasillo viendo como Elian caminaba hasta la cocina, ya se había vestido. Me dirigió una sonrisa coqueta y yo me voltee mirando directamente hacía el sartén en la estufa.

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