Amarte es mi capricho -
Capítulo 60
Capítulo 60:
“Idelina si no me dejas salir de esta habitación me aventaré por la ventana, prefiero morir a estar encerrada por el resto de mi vida!, grito con todas mis fuerzas, abriendo la ventana de golpe para que escuche el sonido de la madera y el vidrio como retumban al chocar con la pared.
“¡No niña no lo hagas!, me responde con voz alterada.
“¡Ya no quiero vivir!”, le respondo.
Entonces cuando veo que la perilla comienza a moverse un poco en señal de que ella abrirá, corro sin hacer ruido escondiéndome detrás de la puerta.
Idelina abre la puerta entrando angustiada, al no ver a nadie en la habitación piensa lo peor, se dirige hacia la ventana a mirar al suelo,mientras la miro atenta. Camino sigilosamente hasta la salida, entonces cuando ella voltea y me mira, veo como la sangre se le baja hasta los pies.
“Perdóname Idelina por engañarte, siempre estaré agradecida contigo”.
Idelina corre de nueyo hacía la puerta, pero en un solo movimiento la cierro girando la llave.
“¡Niña Cat!… ¡No hagas una locura!”, grita.
Asiento como si se tratará de un regaño de mi madre, bajo las escaleras corriendo y salgo de la casa. Miro a todos lados, Por suerte cuando salgo de la residencia un taxi va pasando. Le hago la señal de que se detenga y subo.
Cuando el taxista me pregunta hacía donde voy me doy cuenta de que ni si quiera yo lo sé. Me doy cuenta que no traigo conmigo suficiente dinero, más que lo que pude rescatar de mi bolso que son un par de billetes, de alguna manera tendría que regresar por el resto de mis cosas, pienso en mis fotografías, los recuerdos de mi otra vida. ¡Dios! Esto es tan complicado.
Respiro tratando de pensar con claridad.
“Lléveme a cualquier sucursal de empeño”, le pido al taxista, el asiente con amabilidad.
Miro con detenimiento el anillo de matrimonio en mi mano. Paso saliva, no estoy muy convencida de lo que haré, pero necesito dinero, no puedo escapar de Elian y comenzar una nueva vida sin algo de dinero, lo necesito mientras busco algún trabajo con el cuál pueda sobrevivir. Además, tendré que pagar los honorarios de Javier para que me divorcie cuántos antes de mi marido.
Una vez dentro de la tienda de empeño veo que es una sucursal muy lujosa, hay joyas por donde puedo ver. Si mal no recuerdo este anillo costaba demasiado. Me acerco a una de las ejecutivas de la tienda quien me recibe con una mirada tranquila y una sonrisa.
“¿En que puedo ayudarla señorita?”, me pregunta muy amable.
Titubeo un poco, sonrojándome de la pena mientras me quito el anillo del dedo. Un nudo en la garganta se me forma mientras mis ojos se humedecen, me quedo viéndolo por última vez. Para mí no es fácil hacer esto, es muy dificil, mi corazón quema al preguntarse el por que no pudimos ser felices como lo soñábamos. ¿Por qué Elian?
Al final quito mi anillo. ´Adiós Elian, para siempre´ pienso, en mi mente mientras le muestro a la encargada mi anillo.
“Quiero venderlo, que vale mucho y necesito el dinero”.
Ella observa el anillo, asombrada. Carraspea nerviosa.
“Señora, permitame checar con el gerente ya que este es un anillo único y trataré que le ofrezcan una cantidad justa”.
Espere unos cuantos minutos hasta que ella regreso con un cheque.
“Esta es la cantidad que podemos ofrecerle”, mire el cheque abriendo los ojos como platos, era muchísimodinero, me preguntaba si con esto podría comprar un departamento donde vivir.
“Lo tomo”, le digo y se sorprende de mi respuesta, estoy consciente de que no me pagarán lo que costo originalmente, pero con esto es más que suficiente para comenzar mi vida sin Elian.
Con el cheque en mis manos me dirijo al banco más cercano donde me abren una cuenta y me dan una tarjeta. Después, tomo un taxi para que me lleve al edificio de departamentos donde vive Javier. Tienen seguridad y no dejarán pasar a nadie que yo no desee, esperando poder encontrar un departamento en renta, para mí suerte tienen algunos, entonces tomo el más económico, pago seis meses de renta por adelantado, una parte del dinero del anillo se esfuma, pero al menos durante este tiempo podre vivir tranquila.
Al entrar al departamento que he rentado, me quedo maravillada al ver lo bonito que es. Tiene un comedor pequeño, cocina, una sala estilo minimalista en tonos fríos, una televisión, dos recamaras y un baño.
Es perfecto para mí. Voy hacía la recamara principal, no puedo evitar mirarla con tristeza me siento en la esquina e la cama.Al fin dejo que las lagrimas de amargura salgan después de lo que pase durante el día, de decidir terminar con un matrimonio el cuál pensé que sería feliz junto al hombre que amaba.
´Tienes que ser fuerte´, me repetía en la cabeza.
Angelica debe pagar por todo lo que nos ha hecho. De alguna manera lo lograre. Por mi papá, por mi bebé, por mí.
POV Elian Brin
Llegué a casa totalmente cansado era de noche. Mi madre dijo que se quedaría en el hospital con Angelica. Llamé a mi Nana Idelina para que me dijera como le fue Catrina. Ella vino corriendo hacía mi, su rostro proyectaba vergúenza.
“¿Qué pasa nana? Cat te lo puso muy difícil”, espete con intriga.
Ella apretó los labios.
“Elian, Cat se ha marchado”.
“¿Qué? ¡Pero te deje cuidándola!”, la regaño
frotándome el cabello con desesperación. Para que me engañaba si sabía de lo que era capaz con tal de revelarse. Sólo me mentía a mi mismo tratando de mantenerla en un solo lugar, miro el rostro de mi nana esta sollozando.
“No te preocupes, enviaré a Gómez a que averigue donde esta, Cat no tiene muchos lugares a donde ir, dejaré que piense algunos días en lo que ha hecho antes de ir a buscarla, eso me dará tiempo para arreglar algunas cosas”.
“¿La dejarás sola ahí afuera?”, pregunta sorprendida, sonrío levemente.
“Catrina puede pensar que se puede ir, asi como si nada, es mi esposa, está muy equivocada”.
Camino hacía la recamara de ella, la miro vacía sintiendo un nudo en el estómago. Me siento sobre la cama y tomo una almohada. Huele a su aroma. Respiro profundo.
“¿Este es el fin Cat?” susurro.
¿En verdad ella ya no desea estar a mi lado? En que momento nuestra vida se volvió un infierno.
POV Catrina Vidal
Paso una semana desde que rente este departamento. Todos estos días me he dedicado a darle un poco de personalidad ya que los tonos neutros me hacían sentir aun más sola de lo que estaba.
Compre una alfombra de peluche para la mesita de centro, pinte una de las paredes blancas en un color rosa pálido para que hiciera juego con las cortinas color blanco, con dorado que había comprado. En la cocina tuve que adquirir algunos recipientes. Pensé que tardaría en encontrar un nuevo trabajo ya que sabia que si Elian me quería fastidiar bastaba con sólo hacer un par de llamadas para lograr que nadie en toda la Capital me contratará.
Pero para mi suerte, Alex tenía muchos conocidos ahora que trabajaba para el Señor Ferrer, así que un día me llamo diciéndome que Cristal le había comentado que estaba buscando trabajo, dijo que un conocido de su padre era dueño de una agencia de autos de lujo y necesitaban con urgencia alguien que se encargara de realizar todas las facturas y captura de base de datos.
Enseguida la idea de este trabajo me encanto por que era estar encerrada en una oficina sola sin que nadie me molestara, en todo el día no interactuaba más que con mi jefe que era un señor de unos 47 años que siempre estaba de un humor agradable. En general era un buen trabajo, con paga regular.
Todos los días me levantaba muy temprano cerca de las seis de la mañana ya que a las ocho debía estar ya en la oficina. Pasaba los días ocupándome, cuando terminaba mis pendientes siempre le preguntaba a mi jefe si necesitaba algo más, deseaba tener la mente lo más ocupada posible, para no pensar en Elian.
Siempre que su recuerdo venía, mi mente no podía evitar sentir un vacío en mi pecho qué dolía. Ya había una pasado semana desde que me fui y aunque lo hice con la intención de no regresaar casa, muy en el fondo debía aceptar que la Cat tonta y masoquista deseaba que él me buscará sin embargo no lo hizo, ni un mensaje, ni una llamada.
Entonces fue así que comencé a pensar que ya no me necesitaba, que estaba mejor sin mí. Y lo confirme. Un día llegue al departamento exhausta con dolor de torticolis, por estar sentada durante tantas horas me dolía mucho la espalda, los pies. Apenas di unos pasos al interior del departamento, cerré la puerta y me deshice de los zapatos alzando cada uno de mis pies para que salieran volando.
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