Alquilando una mamá -
Capítulo 97
Capítulo 97:
Todos voltearon hacia Lesly y Sabrina la regañó con solo una mirada.
“No me mires así, tía. No puedes pensar que esto es normal, si apenas se conocen. ¿No ves que ella está con él por interés? ¿Crees que una niñera no querría a un hombre como Anthony? Conozco bien a ese tipo de mujeres”.
“Cállate, Lesly” advirtió la señora.
“Pero esta mujer es una cazafortunas, una pobretona que solo quiere nuestro dinero y prestigio. ¿Pasan unos meses y ya se casan? Anthony, dijiste que no querías volver a contraer matrimonio, entonces aparece esta mujer haciéndose la pobrecita ¿Y caes en la estafa? Mira, vagabunda descarada, no voy a dejar que destruyas la vida de mi primo, ¿Me escuchaste? Voy a revelar quién eres en realidad. No creas que voy a caer en tu fachada de chica buena, vaya a saber una con cuántos hombres te acostaste para aprovecharte de ellos”.
Amanda no esperó a que alguien dijera algo más, pues enseguida soltó la mano de su prometido y se apresuró a salir de la casa.
Cuando él la vio escapar, enseguida miró a Lesly con frialdad y le dijo: “Si vuelves a abrir la boca para hablar de Amanda, puedes estar segura que no me verás nunca más. No eres nadie para hablar de ella. Es mi prometida y nos vamos a casar, lo aceptes o no, pues ella es la mujer que amo y eso no va a cambiar. No puedes darte el lujo de decir que no es la mujer indicada, ¿Quién te crees que eres? ¿Esperabas otra cosa? Nunca me quedaría contigo y tampoco te di la libertad de decidir las cosas por mí. Reza para que no se vaya o lo pagarás caro”.
“Anthony yo…”
“Cállate, Lesly” la interrumpió Sabrina. “Si no respetas la elección de tu primo ni a su prometida, entonces vete de esta casa inmediatamente. Estoy muy decepcionada de ti”.
“Vete de una vez, Lesly” sentenció Dylan, empujándola hacia la puerta”. Lo siento, Anthony. Tíos, a ustedes también les pido disculpas. Estoy muy avergonzado. Primo, ve tras Amanda antes de que se escape. Llamaré al guardia de la entrada para que no la deje irse”.
Anthony salió corriendo desesperado, tratando de encontrar a Amanda, cuando la vio de pie cerca del portón, mirando hacia los lados. Ella siguió corriendo entre lágrimas, confundida y sin prestar atención a dónde estaba yendo, hasta que sintió un apretón en el brazo y vio que Anthony la estaba agarrando.
“No te vayas”.
“No soy una cazafortunas, Anthony” dijo ella de inmediato, desesperada. “Por favor creeme. Tienes que creer en mi amor por ti. Te amo y soy sincera contigo. Te amo de verdad, por favor, créeme”. La joven cayó de rodillas, por lo que él se agachó para levantarle el rostro y limpiarle las lágrimas.
“Cálmate. Cálmate, mi amor”. La abrazo.
“No quiero oírte decir que me dejarás. Déjame ir. Te prometo que no me verás más”.
“Ni se te ocurra decir eso. No vas a ir a ningún lado. Tienes que quedarte aquí, junto a mí, hasta que seamos una pareja de viejos gruñones y sordos que se pelean. Te amo y creo en ti, conozco tu carácter y sé quién eres, nunca pensaría mal de ti. Lamento lo que pasó, mi amor.. No sé qué le pasó a Lesly, pero no te vayas”.
“¿En serio me crees?”
“Sí, no tengo dudas de tu amor por mí y de la persona que eres”.
“Te amo tanto que no soportaría saber que vas a dejarme” dijo ella.
“Nunca haré eso. Te amo demasiado como para dejarte ir o enviarte lejos”.
“Cariño, gracias por creer en mí”. Se limpió las lágrimas y sonrió.
“Levántate del suelo”. Él la ayudó a que se pusiera de pie.
“¡Amanda!” gritó Sabrina mientras se acercaba”. Querida, perdónanos por esto. No te vayas, no abandones a nuestra familia. Te conocemos bien y creemos en ti. Lesly bebió demasiado y por eso dijo muchas tonterías; espero que puedas perdonarnos.
“Está bien, mamá. Ella no se va a ir”.
“Gracias, Sabrina. Nunca haría nada para perjudicarlos” aseguró la chica.
“Por supuesto, no tenemos duda de eso” dijo la señora. Geoffrey también se acercó a ellos. Se lo notaba preocupado.
“Amanda, perdónanos, nunca nos imaginamos que esto iba a pasar y lo hubiésemos evitado de haberlo sabido. Sabemos que eres una chica excepcional y siempre serás bienvenida a nuestra familia” declaró su suegro.
“Gracias” sonrió ella.
“Vamos, cariño, regresemos a la casa. Lesly ya se fue” dijo Sabrina, abrazándola.
Ellas volvieron a entrar; sin embargo, Anthony estaba tan devastado por haber visto a su amada en esa situación que se quedó afuera frotándose la sien. Su padre lo miró y fue hacia él.
“No te preocupes por nada más. Tu novia está con nosotros y todo está bien”.
“Lo sé, papá, pero casi la pierdo. No se merecía todo lo que Lesly le dijo”.
“Entiendo, hijo, pero ya está todo resuelto. Ahora debes cuidar de ella y este episodio pronto quedará en el pasado”. Intentó reconfortarlo.
“Te lo encargo, padre” dijo el joven, con furia en los ojos. “Ya sabes lo que tienes que hacer”.
“Vamos, entremos”.
Se dirigieron a la sala, y Anthony fue directo hacia Amanda, que estaba en el sofá, para abrazarla fuerte.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar