Alquilando una mamá -
Capítulo 9
Capítulo 9:
“Siéntate aquí. Chicas, este es Peter. Peter, ellas son Amanda y Cindy” dijo Ken.
“Encantado de conocerlas chicas. ¿Están tomando algo?”
“Yo un whisky” dijo Ken.
“¿Ustedes no beben nada fuerte?” preguntó Peter dirigiéndose a las chicas.
“Sí, pero hoy queremos estar sobrias” contestó Amanda riéndose.
“Ya veo, ¿Eres de aquí?”
Amanda contestó que sí, siguieron hablando y conociéndose. Mientras tanto, Anthony, que estaba besándose con una mujer, miró hacia donde estaba la joven y se dio cuenta de que estaba con Peter. Entonces se enfureció, abandonó a su acompañante y se alejó.
Pasó el resto del día sentado, mientras sus amigos iban a divertirse. A la hora de comer, todos se acercaron a una mesa enorme llena de comida, pero él fue a sentarse al lado de Amanda, Ken y Cindy. No quería irse porque todos sus amigos estaban allí.
Luego de comer, volvieron a la piscina y, al caer la tarde, algunos comenzaron a irse. Sus amigos que habían conseguido compañía se fueron, y los que no se quedaron allí bebiendo y hablando. El lugar era muy lindo, había muchas luces y no hacía frío, por lo que las chicas vestían shorts.
Anthony percibió que Peter estaba demasiado interesado en Amanda, no paraban de hablar y él siempre intentaba acercarse: a veces, le ponía la mano en la pierna y ella no se la quitaba.
No sabía por qué, pero eso le molestaba; creía que era porque ella quería involucrarse con sus amigos para encajar con la gente rica.
Amanda estaba un poco incómoda con el chico, pero trató de ser amable. No se dio cuenta de que él tenía otras intenciones y siguió hablando normalmente.
Cuando Anthony se acercó, se puso nerviosa porque no podía olvidar la conversación que habían tenido en el baño y no se atrevía a mirarlo. Todos siguieron hablando sobre cualquier tema y de manera amigable y, de vez en cuando, Anthony hacía comentarios indirectos que la hacían poner incómoda porque sentía que eran para ella.
“Voy al baño” anunció Cindy.
“Te acompaño” dijo Amanda.
Ellas se fueron y algunos chicos se quedaron hablando. Otro grupo también fue al baño y Peter aprovechó para ir detrás de Amanda. Cuando Anthony miró bien, se dio cuenta de que los únicos que faltaban eran ellos dos, y ya se imaginaba lo que estaban haciendo.
“Peter” dijo Amanda cuando lo vio al salir del tocador. “¿Volvemos con el grupo o vas a pasar?”
“Vine a hablar contigo.”
“Dime.”
“Ven aquí.” La tomó de la mano y la llevó al otro lado del baño, frente a un quiosco que estaba cerrado. Se sentó frente a ella admirando su belleza.
“¿De qué querías hablar?”
“En realidad no me interesan tanto las palabras, sino las acciones.”
“No entiendo” dijo Amanda.
“Quiero estar contigo, pasé todo el día intentándolo, pero no te diste cuenta siquiera. Así que preferí ser directo y decírtelo.”
“Ah, realmente no me di cuenta, pero no creo que sea una buena idea.”
“¿Soy muy feo?”
“No es eso, simplemente no nos conocemos bien.”
“No te estoy pidiendo una cita, podemos pasar el rato juntos aquí y luego cada uno sigue con su vida.”
“No estoy segura.”
“Anda, anímate. Todos están con alguien, no serás la única.”
“Lo sé, es solo que…” Él no la dejó terminar y la besó. La joven se sorprendió y no lo detuvo.
En ese momento, Anthony pasó de camino al baño y se encontró con los dos besándose, así que pensó que todo ese tiempo había tenido razón, y siguió de largo. Amanda detuvo a Peter, quien la miró confundido.
“¿No te gustó?”
“¿Por qué me besaste sin permiso?”
“Cariño, no hagas tanto drama. Estabas indecisa, así que tomé la iniciativa, ¿Fue tan malo?”
“No lo hagas más, ¿De acuerdo?”
“¿No te quedarás conmigo?”
“Creo que es mejor que sigamos como estábamos. Y volvamos ahora porque deben estar sospechando cualquier cosa”.
Volvieron y se sentaron junto a los demás. Cuando Anthony salió del baño y no los vio, temió que se hubieran ido a un lugar más íntimo, pero, cuando volvió a donde estaban sus amigos, se dio cuenta de que estaban de vuelta. Entonces, se sentó al lado de una joven y comenzó a coquetearle y hablarle al oído, mientras Ken iba a buscar bebidas.
“¿Qué tal el juego de la botella?”
“Es un poco infantil, ¿No crees?” dijo Anthony.
“Yo creo que es genial.”
“Me apunto” dijo Cindy.
“Yo también” dijo Peter.
“No lo sé.” Amanda no estaba segura.
“Oh no, juguemos todos. Si alguien no quiere hacer el desafío o responder, solo tiene que tomar un trago.” Puso la botella en el medio y la giró: apuntó a Cindy y a Anthony.
“¿Verdad o reto?”
“Reto” contestó Anthony.
“Te desafío a que beses a alguna mujer de esta ronda” dijo la chica.
Él volteó hacia la mujer que estaba a su lado y la besó. Todos miraron y se rieron, menos Amanda, que miró hacia otro lado. El hombre giró de nuevo la botella y cayó sobre Ken y Amanda.
“¿Verdad o reto?” preguntó él.
“Verdad.”
“Ah, qué miedosa” se burla Ken. “Bien, ¿Te acostarías con algún hombre de esta ronda?”
“No.”
“Maldición” soltó Cindy. Amanda hizo girar la botella y cayó sobre Anthony y Peter.
“¿Verdad o reto?” preguntó su jefe.
“Reto.”
“Tienes que darle un beso a una mujer en alguna parte del cuerpo.”
Peter miró a Amanda, que ya estaba asustada, se acercó y la besó en el cuello. Anthony había pensado que ella iba a retroceder, pero terminó quedándose mientras el hombre la agarraba, y tampoco estaba temblando.
Peter giró la botella esa vez y aterrizó sobre Cindy y Amanda.
“¿Verdad o reto, amiga?”
“Verdad” contestó Amanda.
“Oh, no, niña, anímate a un desafío” dijo Ken riéndose.
“Si, anda” dijo su amiga.
“Está bien, pero tómalo con calma.”
“Te reto a besar a alguien.”
“Te dije que te lo tomaras con calma.”
“Y eso hice, un beso no es nada.”
“Voy a beber.”
“Dale, hazlo.”
“Anda, mujer, si no, no tiene gracia, todos cumplieron los retos. No puedes ser la única que no se anima” insistió Elizabeth.
“Bien” accedió ante la presión de todos. Se volteó hacia Peter y le dio un beso rápido. Luego giró la botella, que señaló a Elizabeth y a Isaac.
“¿Verdad o reto?” preguntó él.
“Reto.”
“Dejarle un chupetón en el vientre a alguien, cerca del ombligo.”
“Muero por ver esto” dijo Ken riéndose.
“Eres un idiota” contestó ella con una sonrisa. Se acercó a Anthony y cumplió el reto, pero, como él vestía shorts negros y estaban en la oscuridad de la noche, no se veía bien. La siguiente vez, la botella apuntó a Amanda y a Anthony.
“¿Verdad o reto?” preguntó Amanda.
“Verdad.”
“¿Te gustó el chupetón de Elizabeth?”
“Si me quedé es por algo”.
Ella tragó con dificultad mientras él le contestaba con sinceridad y mirándola a los ojos. Apenas respondió, hizo girar la botella, que apuntó a Isaac y a Peter.”
“¿Verdad o reto?” preguntó el primero.
“Reto.”
“Debes darle un beso a alguien” dijo Isaac.
Peter miró a Amanda y la tomó del cuello, tirando de ella para besarla y, antes de que pudiera negarse, él ya lo había hecho. Giró la botella y les tocó el turno a Elizabeth y a Amanda.
“¿Verdad o reto?”
“Verdad” dijo Amanda.
“¿Cuántos años tenías cuando perdiste la v!rginidad y con quién fue?
En ese momento, Amanda se quedó paralizada y vio a la chica y a todos los que estaban ahí mirándola, esperando su respuesta. Entonces, se levantó y salió corriendo. Nadie entendía lo que ocurría, y Cindy se puso de pie para ir a buscarla.
“No debiste preguntar eso” dijo antes de irse. Entró al baño y encontró a su amiga vomitando.
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