Alquilando una mamá
Capítulo 85

Capítulo 85:

Amanda estaba distraída revolviendo la espuma de la tina cuando se percató de que Anthony no le quitaba los ojos de encima.

“¿Cuánto tiempo vas a mirarme?”

“¿No puedo admirar a mi novia?” sonrió él.

“Sí, pero me da vergüenza”.

“Te ves hermosa cuando te sonrojas”.

“Basta” rio ella mientras se tapaba el rostro”.

“Boba” dijo con ternura, quitándole las manos. Sé que aún no me amas, pero ¿Qué te haría dejar de amarme algún día?” preguntó de repente.

“No creo que haya algo que me haga dejar de amarte porque el amor no es algo que se termine de un día para el otro. Pero sí podría decepcionarme con una mentira, una traición o algo así. Por supuesto que no me quedaría contigo en ese caso”.

“¿Y si tuviéramos hijos?”

“Me los llevaría”.

“Pero no tendrían a su padre cerca” replicó el.

“Sí, pero no lo pensaste antes de cometer un error, aunque sabías las consecuencias” refutó ella.

“¿Serías capaz de dejarme?”

“Sí, por más de que tenga el corazón destrozado”.

“Nunca te alejaré de mi vida”. La miró con ojos intensos y decididos.

“No lo hagas porque si no, te dejaré” dijo su novia, con tono triste.

“Jamás haré eso. Quiero tu amor para siempre”.

“Eres maravilloso; me cuidas como nadie” respondió con una sonrisa. Cada día me enamoro más de ti. Si sigues así, tendrás a una loca enamorada detrás tuyo las veinticuatro horas del día.

“No voy a decir que no me encanta la idea. Siéntete libre de perseguirme cuando quieras” bromeó.

“Tonto”. La chica revoleó los ojos con una sonrisa.

“Estoy loco por ti, muy loco. Me hiciste sentir muchas cosas en pocos días y tienes un poder sobre mí que es inexplicable. Estoy perdidamente enamorado, Amanda. Solo te pido que no me decepciones porque no sé qué haría sin ti”.

“Entiendo por qué dices eso. ¿Tienes miedo de volver a pasar por lo mismo que antes?”

“A veces, sí porque viví con ella al igual que vivo contigo. Fueron momentos muy buenos, en los que parecía que la felicidad nunca iba a terminar. En ocasiones me siento así contigo, como si el mundo exterior no existiera, y eso me da miedo porque, cuando caigo en la realidad, me preocupa que esta vida de ensueño se acabe”. Hizo una pausa breve”. Perdón por mencionar a ya sabes quién, no quise ponerte incómoda”.

“Sé que te es difícil de creer, pero nunca te dejaré”. Ella lo tomó de la mano. “El único que puede sacarme de tu vida, eres tú. No quiero nada más que a ti, a nuestra hija, nuestra vida juntos y estos momentos felices contigo”.

“¿Eres feliz conmigo?”

“Muchísimo. Me haces feliz todos los días”.

“¿Qué necesito cambiar?” Parecía conflictuado”.

“Nada, me enamoré de ti tal como eres”. Ella le sonrió.

“Debo tener algún defecto”.

“Bueno, eres demasiado celoso. Puedes bajar un poco el tono con eso”.

“De acuerdo. No prometo nada, pero intentaré cambiar”.

“Nunca me dejes, Anthony. Quiero quedarme contigo para siempre”.

“No te voy a dejar nunca, mi princesa” aseveró. Luego, se acercó para colocar las piernas alrededor de su cintura y besarle los labios. Ella lo tomó de la nuca y respondió con fervor.

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