Alquilando una mamá
Capítulo 35

Capítulo 35:

Al día siguiente, Amanda se levantó y se aseó. Cuando abrió la puerta para salir de la habitación, se encontró con Anthony que estaba haciendo lo mismo”.

“Buenos días”.

“Buenos días” respondió ella.

“¿Vas a despertar a Lucy?”

“Sí”.

“Te acompaño”.

Se dirigieron a la habitación y entraron. Anthony cerró la puerta y observó a Amanda caminar hasta la cama y quitarle el pelo del rostro a Lucy para luego despertarla hablando en voz baja.

“Despierta, princesa”.

“No”.

“Alguien más vino a despertarte hoy”.

“Hola hija, papá vino a darte los buenos días” la saludó Anthony.

“¿Papá?” reaccionó la niña.

“Sí, pequeña. Es hora de levantarse”.

“¡Papá vino!”

“Tu papá quería despertarte hoy” dijo Amanda.

“¿Qué te parece si tenemos una conversación seria, jovencita?” comenzó Anthony.

“Bueno” accedió la pequeña.

Ella se quedó acostada mirándolo y él se arrodilló en el piso. Amanda observaba la situación. La niña tomó la mano de su padre y se la puso en el cabello.

“Hija, ¿Qué pasó ayer en la escuela?”

“Bruno dijo que yo no tengo mamá, que ella no es mi mamá porque no está con mi papá; que, si yo no tenía mamá antes, entonces ella es una mentira”.

“Hija, para que ella sea tu mamá no necesita estar conmigo. Además, nunca te gustaron mis novias”.

“Pero a esta sí la quiero, ¿Tú no la quieres? Es linda, papá, y no me hace daño”.

“Espera, ¿Alguna de las mujeres que trajo tu padre te hizo daño?”

“ Me tiran del pelo y me duele”.

“¿Por qué nunca me dijiste nada, hija?”

“Porque no me quieres, no me haces cariño como ella y siempre estás muy serio.

Anthony miró a Amanda, derrotado. Ella le pasó una mano por la espalda para consolarlo y él agachó la cabeza. Luego dijo, en un intento por ayudarlo: “Tu papá te ama, princesa, pero a veces está estresado por el trabajo. La gente grande a veces se enoja ¿Sabes?”

“Voy a mejorar, hija. Papá ya no gritará y te dará cariño, ¿De acuerdo?”

“Está bien”.

“¿Puedes perdonar a papá?”

“Sí”.

“Gracias. Una cosa más. Amanda se puso muy triste por cómo actuaste, ella te ama y te da mucho cariño. Es tu mamá y estará contigo para siempre. Sé que llegó hace poco, pero tus amigos te mintieron, ella sí es tu mamá y se quedará con nosotros en la casa de manera definitiva”.

“¿Es realmente mi mamá?”

“Ella quiere serlo y tú tienes que aceptarlo, sino se va a ir y va a ser la mamá de otro niño”.

“Ella solo es mi mamá, ¡No puede ser la mamá de otro niño!”

“¿Entonces la aceptas como tu mamá para siempre?”

“Solo si papá es de ella también”.

“Hija, creo que tu mamá solo te quiere a ti”.

“¡Anthony!” exclamó Amanda.

“Pero yo quiero tener un papá y una mamá como los de mis amigos, que se besan… dale un beso, papá”.

“Cielos” dijo Amanda.

“Hija, papá no la puede besar, solo es una amiga.

“Papá ya besó a otras amigas”.

“¿Dónde viste eso?”

“Aquí, muchas veces”.

“Cielos”.

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