Alquilando una mamá
Capítulo 168

Capítulo 168:

Amanda encontró a Cindy y Ken sentados en el sofá y se acercó a saludarlos”.

“Un día me matarás del susto” bromeó Cindy.

“Lo siento, te juro que no es mi culpa” rio Amanda.

“Esta vez fui yo. Es decir, otra vez” dijo Anthony.

“Antes de morir, te mato”.

“Controla a tu mujer, Ken.

“Es un poco difícil, pero me las arreglo” respondió el otro muchacho”.

“Quiero detalles sobre lo que pasó en el club” pidió Cindy.

“Me alegra que digas eso. Ese amiguito tuyo drogó a Amanda, ¿Lo sabías?”

“Amor…”

“No, no vengas a defenderlo otra vez”.

“Explícate mejor” pidió Ken.

“Cuando vi que la iba a besar, me acerqué, la llevé a mi departamento y ahí fue justo el momento en que el afrodisíaco empezó a hacer efecto. Ella misma puede contar los detalles de lo sucedido y lo que sintió; gracias al médico familiar, se las arregló para mantenerse serena”.

“No puedo creerlo, amiga” murmuró Cindy. ¿Estás bien?”

“Sí. Pero no puedo creer que Talles haya hecho esto: él me ayudó y no tiene ningún motivo”.

“Tal vez porque no te quedaste con él. Estabas en un momento sensible cuando te ayudó, por eso no desconfías de él y te sientes agradecida. No lo conocemos bien; si hizo eso, no es el hombre agradable que creemos que es”.

“Voy a hablar con Wictor” comentó Ken. Si fue el mesero, lo sabremos. Si no, no hay duda de que fue él.

“Voy a matar a ese b$stardo” bramó Anthony.

“No servirá de nada, amor”.

“Me alegra que estés bien” dijo Cindy. Veo que han vuelto”.

“Sí, nos reconciliamos”.

“Uf, al menos eso” dijo Ken.

“A ver si ahora te relajas, no como Ken y yo” bromeó Cindy.

“No tengo tiempo para eso” respondió el muchacho”.

“¡Amor!” lo regañó Cindy. ¿Entonces la boda sigue en pie?”

“Sí, todo vuelve a la normalidad”.

“Ni siquiera voy a sugerir una despedida de soltero” comentó Ken. Es posible que peleen de nuevo”.

“No te atrevas.

Anthony intervino y dijo:”

“Voy a viajar mañana”.

“¿Cómo?”

“Una reunión importante, vuelvo en dos días. Así es la vida de un hombre de negocios.

De repente, apareció Sabrina y los invitó:”

“Ya que están aquí, ¿Cenarán con nosotros?”

“No me lo perdería” dijo Ken.

“Lo sé bien.

En ese momento, se oyó la voz de Lucy desde el piso de arriba:”

“Mamá…”

“No bajes, ya subo.

Amanda fue a su encuentro y la abrazó. Siempre tuvo miedo de que bajara las escaleras, incluso aunque se tomara del pasamanos. La tomó en su regazo y volvieron a la habitación.

“Te dije que no bajaras, ¿No?”

“Me desperté y no estabas en la habitación, y papá tampoco”.

“Debes esperar a que alguien te recoja”.

“Ven aquí, princesa” dijo Anthony.

“Hambre”.

“Te traeré algo de comer” le respondió Amanda.

“¿Esta princesa no habla con sus tíos?” bromeó Ken.

“Hola, tío. Hola, tía”.

“Hola, mi amor”.

Amanda fue a la cocina a prepararle a Lucy algo de comer, y Anthony aprovechó su salida para hablar con Cindy en voz baja:”

“Necesito que vengas el miércoles si no llego. No quiero que Amanda esté sola o se sienta insegura, ella también tendrá que abrazar a mi madre.

“Puedo oírte” dijo Sabrina.

“Trataré de volver el miércoles, pero no sé a qué hora” continuó Anthony.

“Está bien. Como sea, dormiré aquí y ayudaré con la boda”.

“Gracias.

En ese momento, regresó Amanda y comenzaron a hablar del casamiento. Puso el almuerzo de Lucy sobre la mesita de café y se sentó en un cojín para comer, sin sospechar nada”.

“Amiga” le dice Cindy”, tenemos que hacer una despedida de soltera”.

“¿Estás loca?” dijo Anthony.

“Podríamos hacerla aquí” sugirió Sabrina.

“Me agrada la idea. Podemos hacer unos bocadillos”.

“Perfecto” comentó Cindy. Tiene que ser el jueves para no tener la cara hinchada para el sábado”.

“Bien pensado”.

“¿No podemos participar?” bufó Ken.

“No, solo mujeres”.

“Hagamos una para ti, Anthony.

“¡No!” respondió Amanda.

“Pero tú harás”.

“Pero es aquí, en casa.

“Bueno, lo hacemos en casa” sugirió Ken.

“Si me entero de que ustedes dejaron a Amanda, me iré del país” dijo Cindy.

“Sí, me imagino” murmuró Ken.

“¿Estás dudando?”

“No, amor, dije que me imagino que lo mejor es que salgamos”.

“Bien”.

“Dominado” se burló Anthony.

“Cállate».

Los chicos siguieron hablando de otras cosas mientras las chicas hacían los preparativos para el jueves.

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