Alquilando una mamá
Capítulo 165

Capítulo 165:

Anthony volvió a besarla con intensidad mientras recorría cada curva de su cuerpo con las manos. Amanda bajó la cabeza; el muchacho fue besándole el cuello hasta bajar a los pechos. Jugó con ellos, haciendo que Amanda jadeara, y continuó bajando hasta llegar a su se%o, que latía mientras él lo besaba y le pasaba la punta de la lengua, lo que la hizo temblar. La chica se aferró a las sábanas y dejó salir un fuerte gem!do cuando Anthony le dio suaves lamidas en el área más sensible. Acarició su se%o, pero no la penetró; quería enloquecerla de deseo. Amanda le sujetó el cabello para que fuera más rápido mientras se le aceleraba el corazón y jadeaba, cada vez más excitada, hasta que hizo que acabara.

Él la miró y le sonrió; la muchacha tiró de él para darle un beso y lo acostó en la cama para luego subirse sobre él, sintiendo su erección debajo de ella. Le besó el cuello y el pecho y a él se le puso la piel de gallina cuando ella le quitó los pantalones”.

“Amor…” jadeó Anthony.

La chica fue besándole los muslos hasta llegar a su miembro, el que recorrió con la lengua de abajo hacia arriba. Anthony la sujetó por el cabello; cuando ella lo miró y se metió el miembro en la boca, el muchacho dejó caer la cabeza hacia atrás y dejó escapar un gran suspiro. Amanda movió la cabeza de arriba hacia abajo con muchas ganas; no podía metérselo todo en la boca, pero se lo metió tanto como pudo. Jugó con los t%stículos y Anthony se volvió loco de deseo; quería acostarla en la cama y hacerla suya cuanto antes. Ella iba cada vez más rápido a pesar de que él la sostenía del pelo intentando apartarla, pero como no lo dejó, se vino en su boca. Amanda se limpió las comisuras sin dejar de mirarlo, y Anthony se acostó encima de la chica.

“Me vuelves loco; no te atrevas a hacer eso otra vez o no me detendré. Cada vez es más difícil y tú no ayudas”.

“¿Por qué no aprovechas y me haces tuya ahora?”

“Amor, ¿No escuchaste lo que dije?”

“Lo escuché y me encantó.

“Eres una traviesa. Vamos a darnos una ducha”.

“Esta boda tiene que llegar pronto” bromeó Amanda.

“Ya llegará.

Luego de la ducha, Amanda se puso el vestido con el que había ido al club, pero a Anthony no le gustó y frunció el ceño.

“¿Qué cara tan fea es esa?” preguntó la chica.

“Nunca más te pondrás esto. Puedes rasgarlo, tirarlo o donarlo, pero no te quiero con eso”.

“¿Cuál es el problema? Pensé que te parecía hermoso”.

“Es horrible, no me gusta. Muestra todo tu cuerpo”.

“Amor, ¿Estás celoso de un atuendo?”

“No lo diré de nuevo. Si vuelves a ponértelo, te lo rompo”.

“Tú no harías eso”.

“Está bien.

Se le acercó y rompió el vestido. Amanda lo miró perpleja”.

“No puedo creer que hayas hecho eso”.

“Te lo advertí”.

“¿Cómo voy a salir de aquí ahora?”

“Amárrate esta sudadera a la cintura. No te preocupes, el elevador nos deja en el estacionamiento”.

“Estoy enojada contigo, Anthony, no deberías haber hecho eso”.

“Si te pones otro de esos o peor, lo volveré a hacer. No quiero que te pongas esta ropa, amor. No soporto ver a los hombres comiéndote con los ojos.

La tomó de la mano y se dirigieron al ascensor mientras la chica se ataba la sudadera a la cintura, y luego subieron al coche.

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