Alquilando una mamá -
Capítulo 114
Capítulo 114:
Cuando el Doctor Brown se fue, la joven echó un vistazo a la habitación: estaba llena de aparatos, y todos los presentes se veían muy conmocionados.
Anthony, por su parte, se sentía tan mal por verla tratarlos como si fueran extraños que salió de allí a las apuradas. Sus padres fueron tras él, así que Amanda se quedó sola con Cindy, quien le sonrió y le acarició el rostro.
“¿Está enojado conmigo?” preguntó la chica con voz entrecortada. Todavía le costaba hablar.
“No, amiga. Solo fue a airearse por un rato, pero ya regresará. Descansa para no forzar la voz”.
“Quédate aquí”.
“No me iré de tu lado, mi amor”.
Amanda cerró los ojos y trató de descansar, entretanto Cindy seguía sosteniendo su mano y acariciando su cabello. En cuanto se durmió, Cindy ajustó la máscara de oxígeno en su rostro y se quedó acompañándola.
Sabrina siguió a su hijo hasta la salida, pues su padre se había quedado con Ken en la sala de espera. Al llegar a la calle, Anthony se detuvo, sofocado, y rompió en llanto ni bien sintió el abrazo de su madre.
“¿Cómo es posible que no se acuerde de mí, mamá? ¿Por qué no recuerda quién soy?”
“Cálmate, cariño. Tienes que entender: casi se muere y, por ahora, le quedó esa secuela. Esperemos que mañana se acuerde de ti y de todos nosotros”.
“¿Y si me olvida para siempre?”
“Entonces volverás a conquistarla” contestó su madre, sonriendo. “No te preocupes, ella recordará todo. Se aman y esto no es más que un obstáculo que pronto se resolverá. Amanda acaba de despertar, hijo, ¿Querías que todo volviera a la normalidad como si no hubiera pasado nada? Está sufriendo: tiene un dolor muy grande y su cuerpo está pasando por muchas cosas, así que trata de comprender y darle fuerzas”.
“Pero me mira como si fuera un extraño, ¿Cómo voy a actuar normal?”
“Actuarás normal porque la amas, para darle fuerzas y para no dejarla sola”.
“Está bien. Lo intentaré”.
“Ella estará bien, hijo”.
Regresaron al hospital y Sabrina lo llevó a tomar un café antes de volver a la habitación. Cuando vio entrar a Anthony, Cindy le soltó la mano a su amiga y se alejó un poco. Él se acercó a su amada y le dio un beso en la frente.
“Te amo. Haré que me ames otra vez aunque te hayas olvidado de mí por completo”. Tras decir eso, se sentó y respiró hondo, dispuesto a pasar la noche en vigilia. Geoffrey decidió irse a casa con Ken, mientras que Sabrina y Cindy se acomodaron en los sillones para descansar.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar