Alquilando una mamá
Capítulo 108

Capítulo 108:

Amanda volteó hacia su novio esperando una respuesta, y él la miró antes de contestar: “No, nunca estuve con ella. No es más que una simple criada”.

“Mmm, está bien” aceptó Cindy.

“¿Por qué preguntas?”

“Por curiosidad. Me parece demasiado joven para ser criada”.

“Solamente ayuda a su madre. La señora trabaja para nosotros hace años y un día perdió su casa en una tormenta, así que mis padres las dejan quedarse aquí porque no venimos muy seguido. Hay una habitación en la parte de atrás y ellas duermen allí. Un hijo suyo que vive cerca les construyó otra casa, pero como ahora estamos aquí, la chica vino a trabajar en lugar de su madre”.

“Entiendo. ¿Ya la conocías, Ken?” La joven continuó con su interrogatorio.

“Sí, la vi un par de veces”.

“¿Y estuviste con ella?”

“Amor, creo que bebiste demasiado. No, no me acosté con ella. ¿Qué problema tienes?”

“Hay algo de esa chica que me molesta”.

“Pero qué mi$rda. Relájate, nena, no pasa nada” dijo Ken.

“Mamá, tengo sueño” interrumpió Lucy en medio de un repente.

“Bueno, entonces, ¿Vamos a dormir?”

“Sí”.

“Dile adiós a la gente para que podamos irnos”.

La niña les dio un beso de buenas noches a cada uno, y Amanda la llevó a su habitación, donde la acostó en la cama y le acarició el cabello hasta que se quedó dormida. Luego, cuando fue a la cocina a buscar un poco de agua, Anthony bajó y la abrazó por la espalda.

“Estás rara desde la pregunta de Cindy, ¿Qué pasó?”

“¿Mentiste?”

“No, no mentí”. La miró extrañado.

“Bueno” respondió ella en tono cortante.

“¿Qué pasa, amor?”

“Pensé que estabas mintiendo porque nunca menosprecias a tus empleados y me pareció extraño que la llamaras una simple criada”.

“Lo siento. Lo dije así por impulso. No lo pienses tanto, ¿De acuerdo?”

“Está bien” suspiró ella.

“Ayúdame a llevar estas cervezas”.

Tomaron algunas latas y fueron a la terraza. Para su sorpresa, sus amigos se estaban besando, así que no se dieron cuenta de que ellos habían vuelto.

“Vayan a su habitación” bromeó Anthony.

“Buena idea, sobre todo aquí” dijo Ken. Cindy arqueó una ceja.

“¿Por qué?”

“Aquí puedes gritar a tu antojo y nadie te escuchará” rio el joven.

“¡Ken!”

“Es bueno saberlo” comentó Amanda.

“Ay, amiga. Cindy soltó una risita”.

“Se quedarán en tu habitación, Ken” le avisó Anthony.

“¿Sigue siendo mía?”

“Sí, eso dije”.

“Excelente” sonrió su amigo.

Continuaron hablando y, en un momento, Amanda le hizo señas a Cindy para que la siguiera, así que se levantaron para ir a sentarse en el borde del hidromasaje, con los pies adentro del agua.

“Siento que Anthony me está mintiendo” suspiró Amanda.

“¿Sobre esa tal Joy?”

“Sí”.

“¿Por qué?”

“Él no menosprecia así a una criada y dice que es una simple criada. Hay algo que no me cierra, ¿Sabes? Es como si no hubiera sido fiel a sus palabras”.

“¿No será una impresión, amiga?”

“No lo sé”.

“No te quedes con eso en la cabeza. Está comprometido contigo y eso es lo que importa”.

Siguieron hablando de otros temas hasta que sus novios las llamaron para ir a dormir. Una vez en el cuarto, Amanda se acostó en la cama y Anthony la abrazó.

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