Alquilando una mamá -
Capítulo 107
Capítulo 107:
Después de cenar, volvieron a la terraza y siguieron charlando. Los padres de Anthony se fueron a dormir tras tomar una botella de vino, mientras que el resto se quedó allí a pasar el rato.
“Amiga, ¿Le contaste a Anthony?” cuchicheó Cindy.
“Sí, fue muy comprensivo”.
“Eso es genial. Me alegro de que hayas podido compartir eso con él”.
“Sí, aunque no hicimos nada hasta ahora”.
“¿Cómo que no? ¿Tienes miedo?”
“No. Es que Anthony dijo que quiere esperar el momento adecuado. En este caso, la boda”.
“Ay, qué lindo”. Cindy se enterneció.
“Lindo nada. Estoy trepando las paredes durmiendo con ese hombre al lado” se quejó Amanda.
“Solo estira la mano e insístele” sugirió su amiga con una risita.
“Lo intento, pero no funciona. A esta altura, necesito algo más que caricias, ¿Sabes?”
“Ya sé cómo te sientes, pero te conviene esperar, amiga. Será mágico y lo disfrutarás”.
“Lo sé, estoy esperando. No lo juzgo, solo pienso que el momento debería llegar más pronto, ¿No?”
“Y después yo soy la loca, ¿No?” bromeó Cindy.
“Tonta”. Amanda se echó a reír. “¿Y tú y Ken?”
“Uno tras otro” contestó su amiga con una sonrisa pícara.
“Cielos, no me refería a eso”. Volvieron a reírse.
“Estamos bien. Es otro hombre, completamente distinto. Hasta en la cama ha cambiado, es más cariñoso, considerado, se preocupa por mí. Es maravilloso”.
“Eso es genial. Estoy feliz por ti”.
“La bandida se arregló, ¿Viste?” bromeó Cindy, y se echaron a reír”.
“¡Bandida!” repitió Lucy entre risas, sin entender lo que decían”.
“No puedes decir eso, hija” murmuró Amanda.
“¿Necesitan algo?” preguntó Joy, que acaba de entrar a la terraza”.
“No, Joy. Puedes retirarte” contestó Anthony.
“De acuerdo. Lo que sea que necesite, solo me llama”.
“Amiga, no me cae bien esa chica” musitó Cindy.
“¿Por qué?”
“No sé, no me convence la cara” dijo frunciendo el ceño, pero Amanda no le dio importancia.
“Relájate”.
“¿De qué hablan las princesas, que tanto cuchichean?” las interrumpió Ken.
“Nada, amor. Temas de mujeres”.
“La tía es una bandida, papá” anunció Lucy, riéndose.
“¿Qué?” preguntó Anthony.
“¡Esta pequeña plaga es muy inteligente!” dijo Cindy entre risas.
“¿Por qué dijo eso?” preguntó Ken.
“Estábamos hablando de ustedes dos y, cuando dije que yo era una bandida que se había arreglado, le causó gracia”.
“Eres muy traviesa, Lucy. Ahora vamos, tienes que dormir” dijo el padre de la niña.
“No, papá, es temprano”.
“¿Temprano? Son las once de la noche” comentó Ken.
“Es que durmió mucho a la tarde” explicó Amanda.
“Anthony, ¿Quién era esa chica que vino aquí?” preguntó Cindy de repente.
“Trabaja aquí con su mamá, pero ella no vino hoy, así que por eso está en su lugar. En definitiva, viven aquí y cuidan la casa”.
“¿Alguna vez te acostaste con ella?”
“Cindy” advirtió Ken, mirándola indignado.
“¿Qué? Anthony solía ser un mujeriego.
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