A tu lado -
Capítulo 33
Capítulo 33:
Ni siquiera podía entender cómo Dimitri estaba aquí.
¿Esto era una broma?
Estoy bastante segura de que me desmayé solo con Blake en la casa.
Mis ojos se abrieron y noté a Luciano sentado en una silla cerca de mi cama mientras Blake y Dimitri discutían fuera de la habitación del hospital.
Maldita sea, son ruidosos.
Traté de sentarme, pero sentí una mano en mi hombro.
«Tómatelo con calma Arabella».
«¿Qué pasó?»
«Bueno, Dimitri planeaba hablar contigo en tu casa hasta que te vio desmayado en los brazos de tu guardaespaldas»
«Pausa. ¿Cómo se enteró de dónde vivía?»
«Una muy buena tecnología que funciona para nosotros… estoy seguro de que tienes uno de esos. Sé que te desmayaste, así que dejaré pasar este lento momento».
«Cállate»
Una sonrisa gentil se colocó en mis labios.
«¿Entonces por qué estás aquí sí solo era Dimitri?»
«Bueno, Dimitri me llamó enloqueciendo. Así que es natural para mí estar aquí para mi amigo y hermano»
Suspiré, mientras me sentaba lentamente.
«¿Por qué están discutiendo?»
«Dimitri lo culpa de…»
Justo en ese momento, Dimitri irrumpió en la habitación.
Mantuvo una expresión de labios apretados incluso cuando agarró mi mano de manera tranquilizadora.
Pude ver la preocupación en sus ojos y, honestamente, fue extraño y dulce para mí.
Apenas nos conocíamos y él estaba preocupado por mi seguridad.
«¿Cómo te sientes?»
Preguntó Blake.
«Estoy bien. ¿Le dijiste a alguien?»
Blake negó con la cabeza, sabiendo que solo quería saber si mis padres estaban informados.
«No, solo todos en esta sala lo saben».
«Mantengámoslo de esa manera.»
Blake luego miró a Dimitri quien lo estaba mirando.
«¿Quieres que espere afuera?»
«Sí»
Dimitri no perdió el tiempo diciendo.
«No te estaba preguntando»
Escupió Blake.
Asentí con la cabeza hacia Blake que estaba esperando mi respuesta solamente.
Luciano también se puso de pie y dijo:
«Llamaré al médico»
«¿Qué ibas a hacer cuando viniste a mi casa?»
«Demostrarte que eras malditamente mía y no de nadie más».
«No sabía que yo era una posesión»
«No lo eres. Solo te quiero para mí. Soy egoísta y…»
«¿Un fanático del control?»
Dimitri no respondió cuando el doctor entró.
«Me gustaría hablar contigo a solas. Si te parece bien…»
«Okey»
Cuando miré a Dimitri todavía a mi lado suspiré.
«Solo por un segundo».
Miró al doctor antes de salir de la habitación.
Aunque fue entonces cuando todo cambió.
Cuando todo mi mundo había cambiado.
Esa sola palabra podría cambiarlo todo.
Una palabra en la que había pensado antes de desmayarme y una de la que me había olvidado una vez que me desperté.
«¿Sabes que estás embarazada?»
«No… yo… sí… pero no… cuántos…»
«Tres semanas»
Dimitri.
No pude decir una palabra.
No tenía idea de qué decir o hacer.
Con todo en mi vida ahora mismo…
¿Es solo… un bebé?
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