Capítulo 946:

«He oído que el Caballero de Sangre es conocido por sus métodos rápidos, despiadados y precisos. Pero vacilar después de escuchar la súplica de una mujer por la vida? Que decepción!» despreció Mitchel.

Las palabras de Mitchel sugerían claramente que Katie no hacía más que inventar excusas para escapar.

El rostro de Katie perdió inmediatamente el color al oír esto, maldiciendo a Mitchel en silencio.

Los ojos de Mitchel se llenaron de frialdad y burla, añadiendo: «Parece que los rumores no siempre son creíbles».

Efectivamente, las palabras de Mitchel provocaron a Lorenzo. Rápidamente sacó una delicada pistola de su abrigo, apuntando a Katie.

«La consecuencia de gastarme bromas es siempre la misma», dijo Lorenzo con frialdad. No se volvió, y su mirada estaba fija en Mitchel. Pero la pistola que tenía en la mano apuntaba con precisión al centro de la cabeza de Katie.

Katie estaba tan nerviosa que su corazón estaba a punto de estallar. Sus ojos se abrieron de golpe y tartamudeó presa del pánico: «No, no, no… Sr. Maxwell, por favor, créame… Él… Sólo intenta proteger a su mujer y a su hijo».

En ese momento, el hombre de negro que fue a llamar a las Sombras volvió corriendo e informó: «Señor Maxwell, no se puede contactar con las Sombras».

Todas las Sombras estaban fuera de contacto. En un momento como este, sin duda significaba problemas. Era probable que las fuerzas especiales de Ambrosia hubieran matado a las Sombras de Lorenzo.

Al pensar en esto, Lorenzo giró rápidamente el arma hacia Mitchel y presionó la boca contra su frente. «¡Humph! Eres tú, ¿verdad?»

Mitchel respondió con calma: «Este es el Centro Internacional de Banquetes. Hay cámaras de vigilancia cada tres metros. Aunque destruyas el sistema de vigilancia, quedarán rastros. Además, llevas aquí más de media hora. Si alguien nota algo extraño, es normal que llame a la policía».

Lorenzo pensó un momento. Se dio cuenta de que las palabras de Mitchel tenían sentido.

Sin embargo… Se burló. «Sólo intentas provocarme para que mate a esa mujer. Parece que dice la verdad».

Mitchel levantó la vista, pero antes de que pudiera responder, Lorenzo se volvió hacia Katie, buscando confirmación con la mirada.

Katie respiró aliviada. Parecía que Lorenzo no tenía intención de matarla. Miró ferozmente a Mitchel, que seguía medio arrodillado en el suelo, desafiante.

Katie aprovechó la oportunidad para explicarle a Lorenzo: «Señor Maxwell, su ex esposa es la mujer de la que hablamos. La que se le ha escapado varias veces. ¿No quiere atraparla usted mismo y torturarla?».

Lorenzo aflojó el agarre de la pistola, levantándola ligeramente mientras se ponía en pie.

«¿Es ella?» La pregunta de Lorenzo era para Katie.

Lorenzo sabía que el sistema matrimonial en Ambrosia era monógamo.

Sin embargo, era habitual que la gente adinerada tuviera varias esposas al acecho. También era normal que algunos se divorciaran y se casaran varias veces. Así que no se le ocurrió que la ex mujer que Katie había mencionado antes fuera Raegan.

Katie asintió enérgicamente. «Sí, es ella. Ya la conocías. No creerás que te estoy mintiendo ahora, ¿verdad?».

El interés de Lorenzo se despertó en ese momento. Pensó en Raegan, la presa que se le había escapado de las manos dos veces antes. Por fin, ahora podía volver a aplastarla entre sus manos. De repente, sintió que la sangre le hervía de excitación, casi gritando en lo más profundo de su ser. Dijo: «Señorita Glyn, dígame dónde está».

Katie se estremeció inconscientemente. Pero no olvidó que seguía luchando por su seguridad. «Sí, puedo decírselo, Sr. Maxwell. Pero puede… ¿Puede perdonarme?»

«No se preocupe. Cuando la encontremos, le garantizo que podrá salir de aquí sana y salva. Pero…» Lorenzo hizo una pausa y sonrió, mostrando sus dientes blancos como perlas. «Si descubro que me estás mintiendo, te abriré el estómago y te sacaré los intestinos. Será muy divertido».

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Nota de Tac-K: Espero hayan tenido un fin de semana estupendo lindas personitas, ánimos en este inicio de semana, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥

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