Yo soy tuya y tú eres mío
Capítulo 750

Capítulo 750:

Raegan meditó sobre esto durante un largo rato, pero no pudo encontrarle sentido, así que lo dejó pasar. La prioridad ahora era hacer que revisaran a Janey.

Raegan informó a Erick de que había encontrado a Janey, lo que alivió su preocupación.

Al terminar la llamada, Raegan se volvió y vio que Luciana miraba a Janey con afecto. Estaba claro que quería a Janey.

Esto ablandó un poco el corazón de Raegan. Pensó en explicarle a Janey la identidad de Luciana. Si Janey quería conectar con su abuela, Raegan no se interpondría en su camino.

Por fin, Raegan sonrió por primera vez en dos días y se acercó a Luciana.

Después de quitarle a Janey a Luciana, justo cuando Raegan iba a decir algo, rugió un motor.

Tanto Raegan como Luciana se giraron a la derecha. Un coche negro se acercaba a ellas a toda velocidad.

«¡Corre!» gritó Luciana de repente y empujó a Raegan con fuerza.

Antes de que Raegan pudiera reaccionar, Luciana ya la había empujado.

Raegan rodó sin control por la pendiente durante varios metros. Sólo dejó de rodar cuando chocó contra una escultura.

A pesar del insoportable dolor en la espalda provocado por el impacto, Raegan se aferró con fuerza a Janey en todo momento, sujetándola bajo la protección de sus brazos.

Al momento siguiente, antes de que Raegan pudiera siquiera parpadear, oyó un «bang».

El cuerpo de Luciana, ligero como una pluma, fue lanzado por los aires por el impacto del coche negro y luego se estampó brutalmente contra el suelo.

«¡Ah! ¡Ah!» Los ojos de Raegan estaban rojos e hinchados mientras gritaba de agonía.

El suelo estaba empapado de grandes charcos de sangre y Luciana yacía con los ojos muy abiertos, incapaces de cerrarlos.

«¡Que alguien me ayude! ¿Hay alguien aquí? Por favor, sálvenla». Apoyada contra la escultura de piedra, Raegan estaba demasiado herida para moverse y gritaba histéricamente pidiendo ayuda.

El coche negro responsable de las heridas de Luciana ni siquiera se había detenido.

Antes de que Raegan pudiera gritar por segunda vez, el coche negro rugió agresivamente, acelerando el motor mientras cargaba de nuevo contra ella.

De repente, la mente de Raegan se quedó en blanco con un zumbido. El coche negro se dirigía directamente hacia ella y Janey. En ese momento, su único pensamiento era mantener a salvo a Janey.

Raegan intentó marcharse con Janey, pero el coche negro era visiblemente más rápido, acelerando de repente mientras se dirigía hacia ellas.

Una oleada de miedo y desesperación invadió a Raegan. Sus ojos se abrieron de par en par, aterrorizada, al ver cómo el coche negro atravesaba el césped como un misil que apunta a su objetivo, precipitándose directamente hacia ella y Janey.

En ese momento crítico, apareció un Rolls-Royce negro.

Justo cuando el coche negro estaba a punto de golpear, el Rolls-Royce surgió de la ladera, acelerando rápidamente con un estruendoso rugido.

El coche negro se partió en dos en el aire.

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