Capítulo 742:

A pesar de su repulsión instintiva, el rostro de Raegan permaneció ilegible, sin mostrar signos de emoción, una sumisión que a menudo atraía a los hombres.

Henley le puso suavemente las manos sobre los hombros, susurrándole con voz áspera: «No te preocupes. Cuando estés conmigo, me aseguraré de que tú y la niña estéis a salvo. Aunque Janey no sea mía, no dejaré que sufra».

Raegan sintió náuseas y asco al escuchar las palabras de Henley. Parecía estar diciendo: «Ves, incluso estoy dispuesta a aceptar a tu hija a pesar de todo. ¿No es suficiente?»

Por primera vez, Raegan vio hasta dónde podía llegar la maldad humana, viéndola hundirse repetidamente.

Sorprendentemente, Raegan no se opuso. Le miró directamente a los ojos y le susurró: «Si de verdad me amas, Henley, necesito la verdad. ¿Secuestraste a Janey?»

La pregunta pilló desprevenido a Henley. Era la primera vez que Raegan no ignoraba sus declaraciones de amor, lo que le encantó. Le revolvió suavemente el pelo y le susurró con dulzura: «Yo no lo hice». En un momento tan peligroso, él no haría algo tan imprudente.

Raegan analizó su rostro para asegurarse de que no mentía y luego apartó la mirada.

Henley apreció su comportamiento obediente y le dijo suavemente: «Ven a mi casa esta noche…».

Cuando Henley extendió la mano para acercarla, Raegan lo esquivó. Su rostro se ensombreció de inmediato.

El rostro de Raegan mostraba una mezcla de emociones cuando dijo: «Henley, necesito tiempo para pensar…».

Permaneció distante, pero la tensión típica entre ellos había desaparecido notablemente.

Henley la observó por un momento antes de soltar una risita. «Tómate tu tiempo, pero recuerda que el periodo crucial para encontrar a alguien es de cuarenta y ocho horas. El tiempo se acaba…»

La cara de Raegan se puso blanca con este recordatorio.

Henley la acercó, hablando en voz baja. «¿Por qué dudar? He prometido cuidar de ti. Mi corazón te ha pertenecido a ti y sólo a ti durante tanto tiempo…»

Raegan tembló bajo su contacto.

«Bien…» Henley, complacido pero sin querer abrumarla, giró suavemente su rostro hacia él, mirándola con afecto. «Te daré tiempo… Pero no tardes demasiado, ¿de acuerdo?».

El agotamiento era evidente en los ojos de Raegan mientras asentía suavemente.

Henley la miró con cariño y susurró suavemente: «¿Quieres que te lleve a casa?».

Raegan se negó: «Prefiero estar sola».

Henley no presionó y rió suavemente. «De acuerdo». A pesar de la resistencia actual de Raegan, tenían mucho tiempo por delante. Estaba seguro de que ella acabaría viéndole como su única opción.

Manipular a los demás era algo natural para él.

Caminando juntos por el pasillo de la empresa, Henley y Raegan se toparon inesperadamente con Matilda, que buscaba a Henley.

Al verle, hizo una pausa antes de decir: «Henley…».

Entonces, Matilda miró a Raegan, con un atisbo de advertencia en los ojos, teniendo en cuenta la atractiva figura y la frágil apariencia de Raegan, lo que naturalmente despertó su simpatía.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar