Yo soy tuya y tú eres mío
Capítulo 591

Capítulo 591:

Nicole disfrutaba mucho viéndoles luchar entre sí y sufrir las consecuencias de sus actos.

Jarrod entendía fácilmente sus pequeños trucos. Lo curioso era que mientras él se devanaba los sesos pensando en cómo tratarla bien y hacer que se quedara a su lado, ella maquinaba cómo golpearle donde más le dolía y cómo asestarle el golpe mortal.

Con los ojos entrecerrados, Jarrod se burló. «Te has tomado tantas molestias sólo para que me encarcelen, ¿verdad?».

Los ojos oscuros de Jarrod brillaban peligrosamente, como si una mirada pudiera destruir la luz de los ojos de alguien.

Nicole no se sintió intimidada, su expresión tranquila mientras comentaba: «Señor Schultz, debe de estar cansado de actuar a mi lado».

De hecho, Nicole por fin se había dado cuenta de la realidad. Jarrod también actuaba. Si no, ¿cómo podía tener tanto conocimiento de su plan para robar los documentos? Lógicamente, Jarrod debería haberla pillado con las manos en la masa cuando le entregó los archivos a Lowe. Por desgracia, no había previsto que se desmayaría en la bañera, lo que le permitió a ella escapar.

La compostura actual de Jarrod demostraba que confiaba en tener el control de toda la situación.

Nicole sonrió para sus adentros. Este hombre estaba a punto de pagar el precio de su arrogancia.

Nicole extendió las manos y arregló el traje de Jarrod, como si le quitara el polvo, y se burló: «Es usted un actor con mucho talento, señor Schultz.

Poner el esfuerzo en usted ha merecido la pena».

Jarrod no sonrió ni mostró fastidio. Su expresión se tornó pétrea al instante. Dio un paso adelante, extendió el brazo y agarró suavemente la barbilla de Nicole. Nicole, te doy una última oportunidad. Si declaras que estás dispuesta a quedarte conmigo y que no volverás a involucrarte con otros hombres…».

Jarrod hizo una pausa, su expresión decía que estaba haciendo un gran sacrificio. Sus dedos agarraron con más fuerza la barbilla de ella y enunció cada palabra con fuerza: «Dejaré pasar este asunto».

Nicole sintió que el cerebro de Jarrod funcionaba mal. Las cosas habían llegado a ese punto y, sin embargo, él seguía hablando de forma tan poco realista.

Aunque lo hubiera dicho, ¿se podía confiar en sus palabras? ¿Tenían algún sentido los votos o las promesas hechas entre dos personas con una animadversión tan arraigada?

Su relación era como un espejo roto. Por mucho que intentaran arreglarlo, las grietas permanecían, haciendo que la persona que se miraba en el espejo pareciera fea.

«¿Abandonar el asunto?» Nicole contuvo su ira, pero sus pestañas temblorosas delataron su furia cuando escupió: «Dime, Jarrod. ¿Cómo puedo vengarme de la muerte de mi padre? Ojalá estuvieras muerto, ¿pero te pones delante de mí y me dices que lo deje estar?».

«Nicole, yo no tuve nada que ver con la muerte de tu padre, y nunca envié a nadie a entregarle ese documento», protestó Jarrod. No era un hombre que soliera dar explicaciones, pero aquel incidente de hacía años era lo que más lamentaba.

Si Wesson no hubiera muerto, ahora no serían enemigos tan acérrimos. Si se hubiera dado cuenta antes de que su amor por Nicole era mayor que su odio, tal vez su relación podría haberse salvado. Por desgracia, ya era demasiado tarde.

Nicole se rió sin humor y comentó: «Quieres echarle la culpa a Jamie, ¿verdad?».

Jarrod no contestó, pero sus ojos dijeron todo lo que quería decir.

«Si no fuera por ti, ¿Jamie me odiaría tan intensamente? ¿Se le pasaría siquiera por la cabeza la idea de hacerle daño a mi padre?». Las lágrimas goteaban por el rostro de Nicole mientras reía recordando el pasado, con el corazón apretándosele dolorosamente.

«Jarrod, esto es el karma. Conocerte fue el mayor error de mi vida». declaró Nicole.

Jarrod por fin comprendió. No había forma de que llegaran a un consenso, no había posibilidad de reconciliarse. Nicole sólo deseaba su miserable final.

En ese momento, la puerta se abrió de golpe.

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