Capítulo 1351:

Fingiendo cooperar con el guardia, Nicole habló intencionadamente en ambrosiano entrecortado, sabiendo que el guardia no podía entenderlo del todo. «Llave… Al suelo… Yo distraigo… Tú te vas. Sin mirar atrás».

Las palabras de Nicole rozaron la despedida final. Cada uno comprendió la cruda realidad de que estaban indefensos ante las balas.

La única esperanza de Nicole consistía en arrebatar el arma al guardia y sacrificarse para dar tiempo a las otras chicas secuestradas a huir. Aunque las chicas sabían que el resultado era sombrío para Nicole, no tenían otra alternativa.

Si le preguntaban si se arrepentía de su abnegación, Nicole respondía rotundamente que no tenía remordimientos, ni los más mínimos. Salvar a esa gran cantidad de niñas secuestradas hacía que cualquier sacrificio mereciera la pena.

Lo único que Nicole lamentaba era no haberse despedido de su hijo. Consciente de sus fallos como madre, esperaba que Austin la perdonara por sus carencias. Al final, ni siquiera pudo ganarse su custodia.

A cada paso que daba hacia la cabaña, los pies de Nicole se sentían como si estuvieran aprisionados por una cadena de hierro de mil kilos.

El guardia, presintiendo algo raro, golpeó la espalda de Nicole con la pistola, ordenando: «Deprisa…».

De repente, un sonido resonó en el aire. El guardia cayó al suelo sin previo aviso.

Todavía conmocionada, Nicole vio cómo la más joven de las niñas agarraba una liana y estrangulaba con fuerza al guardia.

Otra niña se unió a ella y juntas forcejearon con el guardia.

Conscientes de que su descubrimiento las pondría a todas en peligro, comprendieron la gravedad de la situación. Con estos secuestradores equipados con dispositivos de comunicación, alertar al guardia significaría la perdición, incluso con un vehículo de huida a su disposición. En un momento decisivo, las chicas abandonaron el coche y optaron por enfrentarse frontalmente a su adversario.

Nicole se sintió profundamente conmovida. No había previsto que la niña asustada de momentos antes se levantaría para protegerla.

La lucha persistió hasta que el guardia dejó de resistirse. Al ver neutralizada la amenaza, los ocupantes del coche retomaron sus posiciones con calma.

Nicole dio instrucciones a otras dos chicas para que arrastraran al guardia hasta la parte trasera de la hierba y lo ocultaran temporalmente, asegurándose de que no sería descubierto de inmediato.

Tras completar la tarea, las dos chicas se acercaron y Nicole les ofreció un gesto de pulgar hacia arriba, expresando admiración por su valentía.

Las chicas le correspondieron: «Sin vuestro liderazgo, no nos habríamos atrevido. Vuestra valentía ha despertado la esperanza en nosotras».

Los ojos de Nicole se llenan de emoción. «Escapemos juntas».

«De acuerdo, ¡vamos juntos!»

Varias manos se entrelazaron con fuerza, unidas por la confianza.

En este momento, sus corazones latían como uno solo, con una sola creencia. Era escapar.

Nicole le quitó la ropa al lascivo hombre perecido y se la puso discretamente dentro del coche.

El hombre lascivo era atrevido, pero estaba acomplejado por su aspecto, y prefería los sombreros como medio de ocultación. Esto brindó a Nicole la oportunidad de ocultar aún más su identidad. Había ideado un plan brillante.

Nicole había encontrado unas tijeras en el coche y se había cortado el pelo. Luego se puso un sombrero y se untó ceniza en la cara. Con estas modificaciones, se parecía mucho al hombre lascivo.

Permaneciendo en el coche, esperaba pasar desapercibida en los controles.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar