Yo soy tuya y tú eres mío
Capítulo 1236

Capítulo 1236:

Por el camino, intentó llamar a Roscoe, pero sus llamadas quedaron sin respuesta, con la voz automática diciéndole que el número que había marcado no existía.

Esta misma forma de contactar con él se había cortado. La ansiedad de Nicole aumentó.

Al llegar, Nicole abrió de golpe la puerta de la habitación del hospital y gritó: «¿Roscoe?».

El hombre de la cama se volvió para mirar a Nicole, pero no era Roscoe. El hombre la miró con curiosidad y preguntó: «¿Quién es usted?».

Nicole sintió una punzada de decepción. Respondió en voz baja: «Lo siento. Debo de haberme equivocado de habitación».

Antes de marcharse, hizo una pausa para preguntar: «Disculpe, ¿sabe cuándo fue dado de alta el último paciente de esta habitación?».

El hombre negó con la cabeza. «No tengo ni idea. Acabo de llegar esta mañana».

«Disculpe las molestias», dijo Nicole, abandonando la habitación descorazonada. Llegó a la conclusión de que la familia de Roscoe debía de haberlo trasladado al extranjero para su tratamiento.

De vuelta a casa, indagó más en los asuntos de la familia Watts y confirmó lo que Jarrod había dicho. Roscoe era ahora el único heredero del legado Watts.

A pesar de su ilegitimidad, Roscoe era portador del linaje Watts y heredero legítimo de la riqueza de la familia. Sin Roscoe, el legado de la familia Watts se dispersaría entre parientes lejanos.

Miguel, siempre calculador, seguramente comprendería esto. Por ello, valoró a Roscoe y se aseguró de que no sufriera ningún daño.

Aunque Nicole sabía que Roscoe había sido trasladado al extranjero para recibir atención médica, no podía perseguirlo ahora. Estaba enzarzada en una batalla por la custodia de Austin con Jarrod. Además, no quería interrumpir el tratamiento de Roscoe.

Comprendía la dedicación de Roscoe a su carrera médica, sabiendo que aunque ya no ejerciera, nadie deseaba una calidad de vida disminuida. A medida que envejecía, era probable que aumentaran sus problemas de movilidad.

Nicole había planeado inicialmente estar con Roscoe durante su tratamiento después de resolver la custodia de Austin. Sin embargo, parecía que este giro de los acontecimientos era un alivio. Ella no sabía cuánto tiempo podría llevar resolver la situación de Austin.

El estado de Roscoe empeoraba, sus manos se volvían cada día más torpes, y no podía permitirse esperar.

Nicole confiaba en que, si seguía insistiendo, Roscoe acabaría volviendo con ella. Estaba segura de que, a diferencia de otros, Roscoe nunca la abandonaría. Era como Austin, la niñera y Raegan. Nunca fueron ellos quienes la abandonaron.

Tres días después, llegaron los resultados de las pruebas. Las pruebas confirmaron que la medicación era para un tratamiento de salud mental.

Emocionada con el descubrimiento, Nicole se puso inmediatamente en contacto con un abogado, le entregó todos los detalles y le confió por completo el caso de la custodia.

Durante esos tres días, Nicole no se había puesto en contacto con Jarrod ni había visto a Austin. Aunque no ver a Austin le rompió el corazón, saber que la niñera estaba allí con Austin la reconfortó un poco. Ahora, era el momento de una batalla decisiva. Para ganar la custodia de Austin, necesitaba ser fuerte.

Una semana después, Nicole supuso que Jarrod había recibido la notificación. Sin embargo, inesperadamente, el abogado que había contratado le devolvió el depósito y se retiró del caso.

El abogado que Nicole había contratado estaba considerado la mejor opción en Ardlens para las batallas por la custodia, a pesar de los elevados honorarios, por su probada eficacia.

Para su sorpresa, incluso este abogado tan bien considerado se retiró.

Nicole intentó enfrentarse al abogado, pero éste la evitó. En el fondo, sospechaba que la habían intimidado.

Entonces se dirigió a otros bufetes, pero parecía que todos habían sido advertidos. Todos rechazaron su caso en cuanto supieron que se trataba de Jarrod.

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