Yo soy tuya y tú eres mío
Capítulo 1216

Capítulo 1216:

Nicole se tensó, luego apretó los dientes y contestó: «Es mi hijo, solo mío».

Ante esto, Jarrod dejó escapar una fría carcajada. «¡Tu hijo, muy bien!».

El tono de Jarrod se volvió escalofriante al hacerse eco de sus palabras.

«¡Alec!» gritó.

Alec no tardó en aparecer en la puerta: «Señor Schultz, ¿qué necesita?».

«¡Tira a ese niño por la ventana!» ordenó Jarrod, con voz brutal y despiadada.

Alec se quedó helado, con el cuerpo rígido por la conmoción.

Las uñas de Nicole arañaron la alfombra con fiereza, una uña se quebró y sangró, creando un espectáculo terrible.

«¿Estás sordo?» La voz de Jarrod era fría. «¡Hazlo ya!»

Alec asintió y dijo: «De acuerdo». Estaba dispuesto a seguir órdenes, por extremas que fueran, aunque Jarrod le exigiera que se arrancara el corazón.

«¡No! ¡No lo hagas!» El grito de Nicole rompió el silencio. No podía contenerse más. Jarrod la estaba llevando al límite, obligándola a confesar.

«Jarrod, ¿has perdido la cabeza?» Nicole gritó presa del pánico. «¡Es tu hijo! No puedes hacer esto!»

Se lanzó hacia delante y le agarró la pernera del pantalón, su agarre desesperado, sus gritos ahogados por la desesperación. «Suelta a Austin. Deja que se vaya. Quítame la vida a mí. Perdona a Austin… No debería ser criado por alguien como tú…».

Nicole no quería que Austin aceptara la dura y retorcida educación de Jarrod. Si su hijo, nacido en medio de tanta lucha, se volvía cruel y despiadado bajo la influencia de Jarrod, cometiendo actos terribles, entonces ella habría preferido que su hijo nunca hubiera existido.

«Déjalo ir. Déjale ser libre…» Nicole continuó, con sus sollozos violentos e incontenibles.

Jarrod la agarró de improviso, con el rostro intenso. «Nicole, ¿por qué decidiste tener este hijo? ¿Fue para hacerme daño, para asestarme un golpe mortal?».

Nicole estaba desconcertada por sus acusaciones.

«Entonces, ¿por qué tenerlo, sólo para huir con otro hombre?». Los ojos de Jarrod ardían de rabia. «¿Quieres que mi hijo llame padre a otro hombre? ¿Quieres morir?»

Sus manos se apretaron alrededor de su cuello, estrangulándola.

«Ojalá pudiera morir. De verdad. Todos a los que quiero se han ido. No tengo ninguna razón para vivir». Las emociones de Nicole oscilaban salvajemente entre el sollozo y la risa histérica, como si hubiera perdido la cabeza.

«Pero sobrevivió. Es demasiado resistente. En mi cuerpo frágil y plagado de enfermedades, su vigor me asusta de verdad». Nicole se refería a Austin. El proceso de nacimiento de Austin estuvo plagado de peligros. Sin embargo, destinado a nacer, salió adelante milagrosamente.

«Jarrod, te desprecio. Ojalá estuvieras muerto. ¿Por qué no puedes morirte? Sería mejor que ya no estuvieras vivo». Nicole estaba cada vez más emocionada.

«¿Ya no finges?» dijo Jarrod con una fría burla. «Qué lástima. Estoy muy vivo, prosperando de hecho. Y si muero, me aseguraré de que vengas conmigo, porque te quiero tanto…».

Tras pronunciar estas palabras, incluso Jarrod pareció sorprendido por ellas.

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