Capítulo 1106:

«Te ganaré…» El chico regordete, con las palabras siseando a través de sus labios partidos, apretó los puños y se precipitó hacia delante.

Mitchel, que estaba en la silla de ruedas, lo miró con gesto adusto y extendió el bastón para detener al gordinflón.

Pero, ¿cómo podía Raegan, una adulta, dejarse burlar por un pequeño alborotador? Actuó con rapidez, extendiendo la pierna para derribar al gordinflón al suelo.

Al ver caer al gordinflón, el más bajito sintió el impulso de defenderle y se lanzó también hacia delante.

Raegan simplemente lo esquivó, y el chico más bajo tropezó, estrellándose de bruces contra el suelo.

Raegan miró a los dos matones que lloriqueaban en el suelo y dijo fríamente: «Que quede claro. Si vuestros padres no os corrigen, muchas otras personas intervendrán para ocuparse de chicos como vosotros».

Su regañina pretendía hacerles sentir el escozor de que se burlaran de ellos y los etiquetaran, no expresar su propia ira. Tomar represalias contra ellos no tendría sentido.

Uno no tomaría represalias contra un perro devolviéndole el mordisco.

Raegan quería que comprendieran la dificultad de soportar palabras tan duras y que se abstuvieran de imponerlas a los demás. Les aconsejó. «Tened en cuenta que el hecho de que os hayáis salido con la vuestra antes no significa que no os enfrentéis a consecuencias de las que os arrepentiréis para siempre».

Raegan se volvió entonces hacia el muchacho delgado que se había defendido, le tendió la mano para ayudarle a levantarse y le preguntó: «¿Cómo te llamas, joven?».

Al muchacho delgado Raegan le pareció tan impresionante que apenas se atrevió a mirarla. Y lo que ella había dicho era absolutamente perfecto. Había tratado con mano dura a aquellos dos alborotadores.

Él evitaría a esos personajes si no fuera necesario. Para él, ¡las acciones de Raegan eran increíblemente geniales e impresionantes! Tragó saliva nervioso y respondió: «Me llamo Chasen Murray».

Raegan dedicó a Chasen una cálida sonrisa y lo elogió: «Chasen, lo has hecho de maravilla. Está claro que tu padre te ha educado bien. A través de ti, está claro que tu padre es una persona íntegra, merecedora de respeto».

Sacó un pañuelo limpio y limpió suavemente el polvo de la cara de Chasen, añadiendo: «Espero que mantengas siempre este corazón puro.»

Chasen, que había conseguido no llorar a pesar de la incomodidad, se encontró con los ojos rebosantes de lágrimas cuando Raegan lo elogió. «No te preocupes. Nunca me rendiré a las malas influencias».

Sólo después de esto tuvo Raegan la oportunidad de enfrentarse a Mitchel. Ella ya se había adelantado para ocuparse de aquellos alborotadores y no vio ninguna necesidad de esconderse. Se acercó, intentando explicarse: «Yo… sólo pasaba por aquí…». Sin embargo, su voz carecía de confianza.

Mitchel estaba a punto de responder cuando un fuerte grito le interrumpió.

«¡Caramba! Quién le ha hecho esto a mi bebé!» Una mujer regordeta vestida con un abrigo de piel rojo brillante irrumpió abrazando al niño regordete y exclamó dramáticamente: «Cariño, cariño, ¿qué ha pasado? ¿Cómo te has hecho daño en la cara? Me está agonizando…».

La mujer gritó rápida y enérgicamente: «¿Quién ha hecho esto? Sal ahora mismo!»

Justo cuando Raegan iba a responder, Mitchel interrumpió: «He sido yo».

La mujer se volvió para mirar fijamente a Mitchel, y éste afirmó con voz firme: «He sido yo».

«¿Tú?» La mujer regordeta miró a Mitchel con escepticismo, preguntando dubitativa: «Tú, lisiado, ¿cómo has podido pegar a alguien?».

Raegan comentó para sus adentros: «De tal palo, tal astilla». Ahora comprendía el origen del comportamiento del muchacho regordete. ¡Era enteramente una cuestión de educación!

Mitchel ignoró a la mujer y se limitó a pulsar el botón de llamada de su silla de ruedas para llamar a Matteo y que se ocupara de la situación.

Para Mitchel, el tiempo era muy valioso. En pocos minutos podía revisar un documento valorado en cientos de millones, que podía ofrecer oportunidades de trabajo a muchos. Por eso nunca perdía el tiempo con personas o cosas que no merecían su atención.

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Nota de Tac-K: Tengan una muy agradable tarde lindas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥

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