Yo soy tuya y tú eres mío -
Capítulo 1019
Capítulo 1019:
Normalmente, sin acceso a registros clasificados, nadie estaría al tanto de los papeles de Raegan y Mitchel en la caída de Lorenzo.
Davey no debería haber sido consciente de que Raegan estaba en la escena cuando Katie murió, pero era posible que hubiera descubierto esta información de alguna manera. En cualquier caso, Davey merecía una estrecha vigilancia.
Al mismo tiempo, en el hotel, Mitchel estaba sentado encorvado frente al ordenador, examinando meticulosamente el exhaustivo expediente de Davey, escudriñando cada detalle.
Davey era muy cuidadoso con la seguridad y, como resultado, muy poca información sensible sobre él había sido comprometida o filtrada.
Según los expedientes, Davey tenía un largo historial de negocios internacionales, con años de transacciones y empresas en el extranjero.
Davey tenía una amplia red de contactos, entre ellos nobles y miembros de la realeza, lo que le confería una influencia considerable.
Aprovechando sus influyentes contactos, Davey conseguía sin esfuerzo proyectos lucrativos que estaban fuera del alcance de otros, generando enormes beneficios que inundaban sus cuentas.
En Aurora, Davey pertenecía a la élite y era considerado uno de los individuos más ricos. Esta riqueza e influencia eran también las razones por las que inspiraba el máximo respeto y deferencia a los dos clanes dominantes de Aurora.
Después de todo, a pesar de su prosperidad, los dos clanes tenían una población considerable que mantener y siempre necesitaban recursos adicionales. Los ambiciosos proyectos de Davey a menudo requerían esfuerzos de colaboración, que podían reportar beneficios sustanciales a ambas familias, lo que lo convertía en un socio valioso.
Además, Davey poseía una formidable fuerza propia, un equipo de élite de soldados altamente cualificados y bien entrenados, que rivalizaba con los entrenados por las estimadas familias Maxwell y Clifford.
Con intereses compartidos en juego, nadie sería tan imprudente como para arriesgarse a desencadenar un conflicto sangriento, ya que los costes superarían cualquier posible ganancia.
Mitchel escudriñó la escasa información sobre Davey, pero a primera vista todo parecía legítimo y no pudo descubrir ninguna bandera roja o discrepancia evidente.
A Davey le gustaba estar solo, a menudo vivía en el extranjero y su domicilio era desconocido. Era un nómada, a veces aparecía en Uchaesau, otras en Aurora, nunca se quedaba mucho tiempo en un mismo lugar, como un viajero errante sin hogar permanente.
Además, Davey había permanecido soltero, sin ataduras románticas, lo que dificultaba enormemente reunir información sobre él a través de conexiones o relaciones personales.
Mitchel miró el breve informe y sus ojos se secaron por la intensa concentración. Si alguien carecía de rastros o conexiones discernibles, podía indicar una vida extraordinariamente sencilla y sin complicaciones o, por el contrario, una existencia meticulosamente calculada e intrincada.
Davey consiguió hacer crecer su negocio hasta tal punto. También mantuvo un punto de apoyo entre las dos principales familias de Aurora.
Obviamente, no era una persona sencilla. Sólo que era bueno ocultando sus secretos. Era difícil comprender su personalidad.
Mitchel siguió hojeando los resultados de la investigación sobre Davey durante un rato. Finalmente, algo llamó su atención. Descubrió que Davey tenía propiedades en diferentes países.
Este hecho por sí solo no era sorprendente. Al fin y al cabo, a la gente adinerada le encantaba invertir en todas partes. Así que no era raro que Davey poseyera numerosas propiedades.
Lo único que a Mitchel le parecía extraño era que las propiedades de Davey estuvieran todas situadas en zonas remotas. Estaban a kilómetros de distancia de otras casas.
Además, cada casa estaba renovada para que pareciera un castillo.
Desde la perspectiva de un hombre de negocios, estas propiedades no tenían mucho valor. Al fin y al cabo, estaban demasiado alejadas. Los ricos preferían los suburbios o las laderas con vistas panorámicas. No pagaban intereses por estas propiedades.
Nadie quería vivir en estos lugares. ¿Por qué Davey invirtió en ellos?
Era un excelente hombre de negocios. No había duda de que sabía que probablemente perdería la mitad del valor de estas propiedades.
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