Volviendo a intentarlo
Capítulo 64

Capítulo 64:

Tú no puedes hacer nada. Soy el único que puede acceder a la información. Soy la única que puede hacer algo al respecto”. Expliqué con cuidado, no quería enfadar a nadie.

“Entonces, ¿qué se supone que tenemos que hacer? ¿Quedarnos sentados y sentirnos impotentes? Escucha Ryder Black, acabo de reunirme con una de mis mejores amigas y todo el tiempo que pasé con ella fue cuando estaba inconsciente. Así que no me digas gilipolleces”. Bella gruñó y sentí como Jay se encolerizaba por el tono irrespetuoso.

“No me faltes al respeto en mi propiedad”. Solté. Clover y Willow saltaron para calmarla, mientras Alec y Cole trataban de calmar a Jay, murmurando todo tipo de palabras tranquilizadoras.

Mamá se adelantó y decidió intervenir.

“Vale, lo entendemos. Esto es algo que sólo tú puedes hacer. No podemos ayudar aunque quisiéramos”. Dijo en un tono firme que nos hizo callar a Bella y a mí. Me lanzó una mirada asesina y salió de la habitación.

“Iré tras ella. Buena suerte.” Dijo Willow y me abrazó con fuerza, sus ojos brillaban de esperanza. Me soltó y se fue tras Bella.

“Será mejor que no lo estropees, Alfa. I… La echo mucho de menos”. Clover olfateó y yo sonreí.

“No prometo nada”. Bromeé y ella me dio un ligero puñetazo en el brazo. Tío, todo el mundo actúa como si me fuera a morir o algo así.

“Sé fuerte. Necesitamos tanto a nuestra Luna como a nuestro Alfa aquí”.

Dijo Alec y Cole continuó: “Buena suerte hermano”. Me abrazaron y yo les devolví el abrazo, sin importar lo incómodo que fuera. Salieron de la habitación, dirigiéndome una mirada esperanzada.

Me volví hacia mamá.

“Oh, déjame adivinar, vas a actuar como si me fuera a morir”. Murmuré.

“Oh, cariño”. Se rió un poco y me abrazó. Apoyó la cabeza en mi hombro y me frotó los brazos de arriba abajo.

“Nunca me había dado cuenta, pero ya eres un hombre adulto, con pareja. Pero para mí siempre serás mi bebé”. Susurró y yo gemí.

“Lo sé, lo sé. Ya eres demasiado mayor para esa mierda de bebé”.

Se rió y mis ojos se abrieron de par en par. Nunca había maldecido delante de mí. Me regañó por ello, por supuesto no funcionó, pero ella siempre fue muy cuidadosa con maldecir delante de mí. Se limitó a encogerse de hombros y yo seguí mirándola con asombro.

“Ryder, lo vas a hacer muy bien. Vas a hacer que tu padre se sienta orgulloso. Conseguirás traerla de vuelta y volveré a tenerte a mi lado”. Sonrió y me soltó suavemente.

Fue entonces cuando la realidad me golpeó, con fuerza.

Sentí que el miedo se introducía en mi corazón. El peligro y la posibilidad de que uno de los dos no volviera me golpearon.

“¿Y si… y si no consigo volver? ¿Y si… y si Sapphire no vuelve? Oh Dios…” Escondo la cara entre las manos.

“Eh, eh. Déjalo ya. Piensa en positivo y estarás bien”.

Me tranquilizó. Levanté la mirada con miedo.

“Mamá… ¿y si no te vuelvo a ver después de esto?”. pregunté temblando. Sus labios se formaron en una línea recta.

“Lo harás, Ryder. Lo harás. Volverás con ella. Sé que lo harás. Tengo un presentimiento”. Mamá murmuró, acariciando suavemente mis mejillas.

Vale Ryder, sé un hombre. ¿Qué diría Sapphire si viera este desastre lloriqueante que soy? “¿Vas a esperar fuera de la casa de la manada con los miembros de la manada?” pregunté lentamente. Mamá sonrió y yo asentí despacio. Se puso de puntillas y me besó en la mejilla.

“Buena suerte. Son… 5:26 ahora. Tienes una última misión que cumplir. Recuerda, tengo fe en ti. Te quiero.” Sin esperar respuesta, cerró la puerta tras de sí.

Esforcé los oídos para oír la respiración agitada de mi amigo cerca de la salida del almacén. Creían que no lo conseguiría. No creían que fuera a volver. Entonces les demostraremos que se equivocan, gruñó Jay. Odiaba que cuestionaran sus habilidades.

Me senté en la cama y pasé la mano por el suave material. Me pregunté si Sapphire y yo volveríamos a compartir esta cama. Si aún habría ocasiones en las que ella me pondría a prueba. Si habría más veces en que nos abrazáramos o nos besáramos.

Me pregunté si alguna vez tendría la suerte de volver a verla.

Sonreí. La tendré. Y Shell volverá a verme.

Me aseguraré de ello.

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