Una pareja disfrazada
Capítulo 930

Capítulo 930:

Leonardo se giró para dar un vistazo a Summer, que lo fulminó con la mirada.

«¿Por qué estan todos tan fieros de repente?».

Leonardo se estiró y le presionó los ojos con el pulgar. Sus lágrimas fueron exprimidas y él las limpió.

«Llevaré a Rosie a lavarse el rostro. Os dejaré solos». Leonardo se giró para mirar a Jessica y a Carl y se fue con Rosie en brazos.

Summer frunció los labios y estuvo a punto de llamar a Leonardo. Sin embargo, Leonardo caminó muy rápido. Cuando ella se volvió a dar cuenta, había sacado a Rosie en brazos.

Jessica se sentó junto a la cama y dijo: «Summer, por fin te has despertado».

Carl se puso de pie con los brazos en alto y sacudió la cabeza: «Afortunadamente, estás despierta; si no lo haces, Leonardo se matará por ti».

Jessica se giró para mirar a Carl. Carl se detuvo un momento, se rascó la cabeza y cambió de tema: «¿Quieres fruta? Deja que te la pele».

Cuando Jessica se giró para darle un vistazo a Summer, cambió su expresión. «Summer, no escuches las mierdas de Carl».

Los ojos de Summer seguían un poco rojos mientras sacudía la cabeza con una sonrisa.

En el baño.

Leonardo colocó a Rosie en el lavabo y se sentó. Extendió la mano y abrió el grifo. Tanteó la temperatura del agua y cuando comprobó que era la adecuada, cogió la toalla y la metió en el agua. La puso en remojo y luego la escurrió.

Mientras hacía esto, Rosie le observaba en silencio. Rosie sintió que Leonardo llevaba demasiado tiempo escurriendo la toalla, así que inclinó la cabeza y se agachó para mirarle a la cara. Sin embargo, Leonardo desvió la mirada hacia el armario que tenía su lado.

Rosie llamó tímidamente: «¿Papá?».

«¿Sí?» Leonardo respondió y volvió a escurrir la toalla. La recogió y cubrió el rostro de Rosie.

Rosie ni siquiera tuvo tiempo de ver el rostro de Leonardo.

Los movimientos de Leonardo no eran groseros, pero Rosie se sentía incómoda por estar cubierta en el rostro, así que sacudió la cabeza.

Leonardo dijo sin emoción: «No te muevas».

Rosie apretó su pequeña mano y no se movió.

Cuando Leonardo estaba limpiando el rostro de Rosie, ella alargó la mano para juguetear con su flequillo y se giró para dar un vistazo a Leonardo.

Se sentó en el lavabo y dio un vistazo al rostro de Leonardo. Podía ver claramente su rostro a tan poca distancia.

Rosie notó que los ojos de Leonardo parecían estar un poco rojos, así que le preguntó: «Papá, ¿Estás llorando?».

Leonardo la miró y no contestó: «Ayer te dije que no lloraras cuando vinieras a ver a tu madre».

Ayer, Leonardo llamó y efectivamente le dijo eso a Rosie. Rosie aceptó.

Rosie recordó lo que le había prometido a Leonardo ayer.

Bajó la cabeza, jugueteó con los dedos y susurró: «Pero me alegré y me entristecí al ver a mamá».

Leonardo acarició la cabeza de Rosie y le pidió que levantara la cabeza.

Rosie le miró. Le dio un aspecto sombrío y serio. «Tú puedes mostrar felicidad delante de tu madre, pero no puedes mostrar tristeza, y mucho menos llorar delante de ella. Llorará contigo, lo que no es bueno para su salud».

La mayoría de las madres no soportaban ver llorar a sus hijos. Summer tenía un corazón muy blando.

Rosie pareció entender a Leonardo y asintió: «Entendido».

Leonardo asintió. Justo cuando estaba punto de extender la mano y bajarla del lavabo, oyó a Rosie decir con voz tierna: «Cuando mamá llora, tú también quieres llorar».

Leonardo hizo una pausa y entrecerró los ojos mientras la miraba fijamente.

Rosie sintió que la mirada de Leonardo era un poco feroz. Parpadeó, se dio la vuelta y se tumbó en el lavabo. Estiró los pies, tratando de bajar por sí misma.

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Nota de Tac-K: Les deseo un grandioso día lindas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (─‿‿O)

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