Una pareja disfrazada
Capítulo 220

Capítulo 220: 

Antes de que Summer pudiera decir algo, Charlie dijo: «Ahora que estás embarazada, necesitas cuidados y protección. Hay pocas criadas en la villa, así que traigo una nueva tanda de criadas para que te cuiden».

Summer dio un vistazo y comprobó que había más de diez criadas.

Sin embargo, pensó que era demasiado para Leonardo y para ella.

Además, se sentiría incómoda si hubiera mucha gente viviendo en la villa.

No sabía cómo rechazar la oferta de Charlie.

«Gracias por tus cuidados, abuelo. Pero el médico ha dicho que ahora estoy bien de salud ….»

«Aun así, hay que cuidarte bien. En el pasado, cuando la abuela de Leonardo dio a luz a Michael, sufrió mucho debido a las malas condiciones médicas….»

Charlie hizo una pausa y dijo: «Olvídalo. De todos modos, si necesitas algo, díselo a Leonardo. Si él no te lo consigue, puedes llamarme. ¿Tienes mi número? ¿O puedo tener tu W%Chat…?» Mientras hablaba, sacó su teléfono y abrió W%Chat.

A Summer le hizo gracia y pensó que Charlie era guapo.

Sacó su teléfono con una sonrisa y dijo: «Déjame escanear tu código QR».

«Ok. Haz clic aquí, ¿Verdad?» Charlie se inclinó y le mostró a Summer su código QR.

Cuando Leonardo entró, lo que vio fue que Charlie estaba agregando a Summer en W%Chat.

Los miró y se sentó en el sofá.

Charlie lo vio y le dijo malhumorado: «Cuida bien de Summer».

Leonardo levantó la vista y dijo: «Me lo dices a mí».

Charlie resopló: «Si no fuera por Summer, ¿Crees que habría venido aquí?».

Leonardo cruzó las piernas y dijo: «Tú ya nos has visto, así que puedes retirarte».

Charlie señaló la nariz de Leonardo y le regañó: «¿Estás tratando de agraviarme?».

Pero no había mucha ira en sus ojos.

Charlie no se quedó más tiempo. Habló un rato con Summer y se fue en la oscuridad.

Las criadas no se fueron con él.

Summer se sentó en el sofá y las dio un vistazo. Le pareció que todas las criadas parecían bonitas.

Cuando los ricos contrataban criadas, incluso elegían a las más hermosas.

Algunas de las criadas miraban a Leonardo.

De repente, a Summer le dolió la cabeza y se frotó las sienes. Miró a Leonardo y le dijo: «Ocúpate tú. Yo me voy a dormir».

Cuando ella se fue, Leonardo dijo con indiferencia: «Ava les dirá lo que deben hacer. Ustedes no pueden ir al segundo piso sin permiso. Hagan bien su trabajo o las enviaré de vuelta al lugar de donde vinieron. ¿Lo entienden?»

Su voz era profunda y encantadora, pero era muy fría. Las criadas, que lo habían estado espiando, bajaron la mirada y se atrevieron a no volver a espiarlo. Respondieron al unísono: «¡Sí, Señor!».

Cuando Leonardo volvió a la habitación, Summer ya se había dormido.

Hoy habían pasado muchas cosas, y ella había estado somnolienta estos días.

Por lo tanto, era fácil para ella quedarse dormida.

Cuando Leonardo se inclinó para besarla, pudo oler su fascinante fragancia.

Se tumbó en la cama y atrajo gentilmente a Summer hacia sus brazos.

Summer no estaba profundamente dormida, así que se despertó por la acción de Leonardo.

Abrió sus ojos somnolientos y miró a Leonardo con confusión.

Leonardo la besó en el entrecejo y le dio unas gentiles palmaditas en la espalda, como si estuviera acostando a un niño.

«Nada. Tú sólo duerme», dijo en voz baja y tierna.

Efectivamente, Summer cerró los ojos y rodeó el cuello de Leonardo con los brazos.

Ahora tenía sueño. Esta era su acción habitual.

Leonardo colocó su largo cabello en la almohada y la arropó. Luego él también se quedó dormido.

…

Leonardo demandó a Vicky, y Warren fue el responsable de este caso.

Warren era un abogado muy conocido en la Ciudad de Hoover. Aunque se le daban bien los casos comerciales, el caso de Vicky era para él pan comido.

Los Jarretts lo sabían y le pidieron a Karen que acudiera a Summer.

Summer quería ignorar a Karen, pero ésta la llamaba todos los días. Si esto continuaba, Karen definitivamente vendría a verla.

Por eso, cuando Karen volvió a llamar, Summer contestó al teléfono.

La voz de Karen estaba un poco excitada: «Summer, por fin me contestas al teléfono. Escucha, el caso de Vicky….»

Summer la interrumpió: «Leonardo ya la ha demandado. El juicio comenzará en unos días».

«No, Summer. No importa, Vicky es tu hermana. Sé que hizo algo malo, pero es joven. ¿De verdad quieres que vaya a la cárcel?»

Según la voz llorosa de Karen, Summer sabía que Karen debía estar muy preocupada por Vicky durante este periodo.

Summer ya se dio por vencida con Karen.

Se burló: «¿Y yo qué? Si Vicky me hubiera pegado, me habría matado a mí y a mi hijo».

Esto hizo callar a Karen.

Después de unos segundos, dijo en voz baja: «¿No estás bien ahora?

Vicky….»

«No es la primera vez. No vuelvas a llamarme y no vengas a verme. Es inútil», dijo Summer con frialdad y colgó el teléfono.

No le sorprendía que Karen la llamara para ayudar a Vicky.

No se atrevía a imaginar que si Vicky la había golpeado de verdad ese día….

Se tocó el vientre plano, donde una pequeña vida crecía en su interior.

No creía que fuera el mejor momento para quedarse embarazada. Pero ya que lo estaba, daría a luz al bebé.

Tras colgar el teléfono, Karen dio un vistazo a Lynn y dijo avergonzada: «Summer….».

«¿Qué ha dicho?» Lynn llevaba varios días sin dormir bien por culpa del caso de Vicky. Tenía el rostro demacrado y la voz ronca.

«Ella… me dijo que no volviera a llamarla. No nos ayudará». Al oír esto, la expresión de Lynn cambió de repente. Levantó la mano y abofeteó a Karen en el rostro.

Era un hombre fuerte, y ahora estaba enfadado. Por lo tanto, abofeteó a Karen con gran fuerza que Karen se tambaleó y cayó al suelo.

Incluso sintió el sabor de la sangre en su boca.

Se tocó la boca y luego descubrió que tenía sangre en la mano.

Un lado de su rostro estaba dolorido y entumecido, y sus oídos zumbaban.

Lynn la fulminó con la mirada: «Eres una inútil. Tú ni siquiera puedes ayudarme con un asunto tan pequeño. Tú sí que tienes una buena hija. En realidad, quiere enviar a Vicky a la cárcel».

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Nota de Tac-K: Ánimos, que les vaya súper, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥

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