Una pareja disfrazada
Capítulo 1514

Capítulo 1514:

Mientras Jessica estaba sentada en el sofá de la sala de estar, oyó el fortísimo sonido de un hachazo procedente de la cocina.

Carl estaba enfadado.

Reclinándose en el sofá, Jessica dio un vistazo en dirección a la cocina. Luego envió las fotos que acababa de tomar a Summer.

Summer le contestó con un emoji de rostro risueño. «Se dice que cocinar puede hacer que un hombre sea más guapo. ¿Crees que es así?», le preguntó.

Jessica sonrió. Respondió: «Sí, por supuesto».

Summer percibió su felicidad a través de sus palabras.

Rosie estaba en casa, por lo que Summer siempre cenaba tiempo. Estaba cenando con su familia.

Leonardo giró la cabeza. Vio a Summer riendo con su teléfono en las manos. Le preguntó: «¿Qué te hizo tan feliz?». Summer le entregó su teléfono.

Leonardo le echó un vistazo. Después, una sonrisa apareció en sus ojos.

Rosie estaba comiendo. Al ver a sus padres así, barrió su mirada de un lado a otro entre Summer y Leonardo. Tragó la comida que tenía en la boca y dijo: «Yo también quiero verlo».

Leonardo le pasó el teléfono a Rosie en silencio.

«¿El Tío Carl está cocinando?» preguntó Rosie. Entonces, dio un vistazo más de cerca. Después dijo: «en casa de una mujer».

Leonardo se sorprendió un poco: «¿Cómo lo sabes?».

«Lleva a un delantal rosa. El Tío Carl dijo una vez que a un hombre corpulento como él no le gustaría ese color».

Leonardo se quedó en silencio.

Después de escuchar las palabras de Rosie, Leonardo no supo qué decir.

Devolvió el teléfono a Summer. Luego dijo en tono plano: «Carl nunca ha cocinado para mí».

Summer oyó un rastro de envidia en su tono. Esto era bastante inusual.

«¿Por qué pareces tan celoso?» preguntó Summer.

Leonardo puso algunas verduras en el plato de Rosie. Y Rosie era la que más odiaba las verduras. Entonces respondió a la pregunta de Summer: «Nunca estaré celoso de él. Sólo es un hombre soltero de mediana edad».

Summer no supo qué decir.

Jugueteando con las asquerosas verduras de su plato, Rosie resopló: «El Tío Carl no es un hombre de mediana edad. Es joven y guapo».

Rosie tenía seis años. Su interés por los dibujos animados se debilitó. En cambio, se aficionó a los libros infantiles. Su talento y habilidad superaban con creces a los niños de su edad.

Aunque era tan vivaz e ingenua como otros niños, Summer sentía que lo que había sucedido antes había tenido un gran impacto en Rosie. Como resultado, Summer se volvió aún más atenta ella. Cualquier cosa relacionada con Rosie, grande o pequeña, la ponía nerviosa.

Summer no sabía por qué, a medida que Rosie crecía, se parecía más a Leonardo. Summer recordaba que cuando Rosie era más joven, se parecía más a su madre… Summer estaba un poco deprimida por eso.

«No creas que te puedes librar de las verduras cambiando de tema». Después de eso, Leonardo puso más verduras en el plato de Rosie.

«Mamá, papá se está vengando de mí. He dicho que el Tío Carl es guapo. Está celoso». Rosie actuó como una niña malcriada.

Rosie era adorable. Summer no podía evitar mimarla. Le dijo a Rosie, «Nena, no tienes que aguantar todo esto».

«Rosie, tú…» Leonardo se quedó atónito.

Summer le interrumpió y cambió de tema: «Jessica dijo que nos invitaría cenar con Carl algún día. ¿Cuándo estás libre?»

Leonardo dijo: «Nunca estoy libre».

A los ojos de Rosie, Carl era joven y guapo. Pero él, su padre, sería un anciano si frunciera el ceño.

Últimamente, le llamaba literalmente «viejo».

No quería ver a Carl, el soltero de mediana edad.

Summer sabía que eso era sólo su forma de hablar enfadada. Así que sonrió y dijo: «Este fin de semana entonces».

Leonardo no dijo nada y no mostró ninguna objeción.

Al ver esto, Summer sonrió. Luego bajó la cabeza para responder al mensaje de Jessica. También le dijo a Jessica que estaban libres este fin de semana.

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