Una pareja disfrazada
Capítulo 1508

Capítulo 1508:

Sivan y Jace llevaban cinco años juntos, así que ella sabía muy bien qué clase de hombre era.

Sivan estaba seguro de que Jace le había echado el ojo a Jessica después de ver la forma en que la miraba.

Sivan no quería admitirlo, pero Jessica era realmente hermosa. La mayoría de los hombres no serían capaces de apartar la vista de Jessica cuando la vieran.

Y Jace siempre había sido un pl%yboy. Sivan sabía demasiado bien cómo eran Jace y la gente que lo rodeaba cuando aún era un rico capitalista de riesgo.

Si Jessica caía en el truco de las palabras dulces de Jace, su vida se arruinaría.

Cuando Sivan pensó en eso, un rastro de locura apareció en sus ojos.

Jace se congeló al oír la pregunta de Sivan, pero resopló: «Sí, le he echado el ojo, ¿Y qué? ¡Mírate! Tú no eres ni la mitad de hermosa que ella. No quiero ni dar un vistazo a tu rostro».

Sivan apretó los puños. Le dolían las palmas de las manos porque las uñas se le clavaban en la carne. Apretó los dientes y se obligó a reprimir la ira que sentía en su corazón. Dijo en voz baja: «Puedo ayudarte».

Jace acababa de arrancar el coche. Su mano se puso rígida al oír lo que dijo Sivan. La alegría brilló en sus ojos, pero en un abrir y cerrar de ojos volvió a parecer malvado.

Soltó: «¿Ayudarme? ¿Cómo puedes ayudarme? ¡Mírate! ¿Jessica te ha prestado alguna vez atención?».

«Tú no me creíste cuando me hice novia de Carl, ¿Verdad?». Sivan bajó ligeramente la mirada y se esforzó por soportar las burlas y el desprecio de Jace hacia ella.

«¿Y qué? ¿No te echó Carl? Tú, pedazo de mi$rda». Jace maldijo a Sivan y la llamó «pedazo de mi$rda».

Sivan se burló y dijo: «Al menos yo era la novia oficial de Carl. Tú me llamaste pedazo de mi$rda, pero estás atado a mí por el resto de tu vida».

Jace se enfureció. Gritó: «¡Cierra la boca!»

«Jessica es una estrella, y sus padres también son ricos. Si puedes conseguir sus secretos…» Sivan dirigió a Jace una mirada significativa: «En ese momento, podrás tener todo el dinero que quieras, ¿No?».

De hecho, Jace nunca había pensado en eso. No se atrevía hacerlo.

Pero algunos pensamientos que había intentado ignorar empezaron a surgir de nuevo después de escuchar las palabras de Sivan. No podía dejar de pensar en ellos. Eran como el agua que sale de la boca de un manantial.

Al ver que Jace se perdía en sus pensamientos, Sivan supo que estaba tentado.

Jace era un idiota. Sivan llevaba muchos años con él, así que lo conocía mejor que nadie. Era arrogante y engreído. Siempre se sentía capaz de lograr cualquier cosa que decidiera hacer. Y definitivamente lo haría.

«¿Quieres ayudarme? ¿Por qué te ofreces a ayudarme?» Aunque Jace se sintió tentado, no perdió la cabeza por completo. Sabía que nunca fue amable con Sivan, así que no debería haberse ofrecido a ayudar.

«Seré tu esposa el resto de mi vida. Aunque podemos salir adelante con lo que tenemos ahora, tenemos que pensar en nuestro hijo. Necesitamos dinero». Sivan habló con sinceridad mientras se frotaba el vientre.

Jace no creyó sus palabras hasta que estudió el rostro de Sivan con detenimiento y no encontró ninguna insinceridad en él: «Tienes razón. Deberíamos intentarlo por nuestro hijo».

Sivan se burló en su interior. Tal como esperaba, Jace mordió el anzuelo.

Sabía que la vida de Jace se destruiría independientemente de que tuviera éxito o no. Si se atrevía hacerle algo a Jessica, Carl nunca lo perdonaría, y mucho menos los Hicks.

A Sivan no le importaba en absoluto lo que le ocurriera Jace. Sólo odiaba ver lo distante y desapegada que estaba Jessica.

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