Una pareja disfrazada – Acceso Anticipado
Capítulo 7 - Ayúdame a sacarla

Capítulo 7: Ayúdame a sacarla

Leonard tampoco esperaba encontrarse con Summer aquí.

Estaba siguiendo a un hombre hasta este lugar, pero en su lugar fue atacado.

Las viviendas estaban densamente apiñadas y el terreno era complejo, rápidamente se desorientó. Intentó tomar como rehén a uno de sus atacantes y luego utilizar a ese hombre para escapar, pero de alguna manera se encontró con Summer por accidente.

No sabía por qué, pero al ver la pequeña y muda cara de Summer, sintió una inexplicable sensación de confianza.

Guardó su pistola y se fijó en ella con sus ojos sombríos. Su voz era baja y fría: «¿Qué haces aquí?».

«Vivo aquí». Summer se asustó al ver la pistola en su mano y dijo la verdad sin preguntar.

Hubo un destello de sorpresa en los ojos de Leonard, ¿Cómo podía uno de los hijos de la Familia Jarret vivir en un lugar tan terrible como éste?

Pero pronto se recompuso y, con frialdad, ordenó: «Llévame a donde vives».

«De ninguna manera». Sería mejor matarla que llevar a un hombre extraño a su casa.

«Oh». Leonard esperaba que ella reaccionara así, se mofó, y su voz era profunda como un fantasma, «¿Quieres que le diga a mi primo que me sedujiste?»

¿Qué? ¿La amenazó de nuevo?

Summer apretó las manos, su pequeño rostro estaba enrojecido por la ira, pero no podía hacer nada con este desvergonzado.

Finalmente, se dio la vuelta y se fue por donde había venido: «Sígueme». Toda esta conversación sólo había durado un minuto.

Nada más salir, dos hombres de negro aparecieron en el lugar donde acababan de estar.

Leonard escuchó los pasos, arrastró a Summer a otro callejón y encontró una habitación al azar para quedarse.

Ambos esperaron en la habitación hasta que los dos hombres se fueron, y entonces él sacó a Summer.

Summer estaba nerviosa y preocupada, no sabía a qué tipo de personas había estado provocando ‘Douglas’, pero sabía que era el momento de preguntar más.

Se apresuraron a volver al pequeño apartamento individual de Summer.

Summer se paró en la puerta y miró a su alrededor como si estuviera entrando en su propia casa antes de retirarse a la habitación.

Cerró la puerta y se dio la vuelta para preguntar: «¿Qué demonios estás…?

Antes de que las siguientes palabras de ella pudieran ser pronunciadas, vio su alto cuerpo caer de repente.

«¿Qué te pasa?» El semblante de Summer cambió, y se acercó a toda prisa para ayudarle.

Sin embargo, Leonard era demasiado alto, su cuerpo era musculoso y tenso. Sus pequeños brazos y piernas no sólo no podían levantarlo, sino que además se cubrían de sangre.

Sólo entonces vio que el rostro de ‘Douglas’ estaba tan pálido como un papel. Su traje negro había ocultado el hecho de que todo su cuerpo estaba cubierto por la sangre.

Mirando su cara de turbación, Leonard extendió repentinamente la mano y la agarró, y sus finos labios se levantaron ligeramente: «¿Por qué tienes tanto miedo? Relájate, si muero, simplemente te enterrarán conmigo».

Su tono era tan indiferente que era difícil saber si estaba bromeando o no.

A Summer tampoco le importó escucharle, estaba pensando en el disparo que había oído antes, y dijo con cara seria: «¡Quítame las manos de encima, cogeré mi teléfono y te llamaré una ambulancia!».

Su rostro se ensombreció de repente y su voz se volvió fría: «Ninguna ambulancia».

Summer sintió que hablaba con tal convicción que era difícil discutir con él.

Ella puso una voz tentativa: «Entonces, ¿Necesito vendar tu herida?».

Leonard la ignoró directamente y ordenó con voz grave: «Hoja, encendedor, vela, venda, toalla».

Summer se dio cuenta de que quería sacar la bala él solo.

Sacudió la cabeza asustada, ˆNo, no puedes coger la bala tú mismo, te matará».

«¿Quién ha dicho que la sacaría yo?». Leonard la miró, sus profundos ojos eran tan espesos como la noche oscura, como un vórtice negro, con una mirada, podía succionar a la gente.

Justo cuando Summer estuvo a punto de ser succionada por esos ojos, le oyó decir débilmente: «Tienes que hacerlo tú”.

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