Una pareja disfrazada – Acceso Anticipado
Capítulo 1030

Capítulo 1030:

A Douglas le hizo gracia su expresión seria: «Lo sé. Te llamaré. No te preocupes».

Rosie curvó los labios y asintió.

Douglas le tocó gentilmente la cabeza con la suya, «Eres tan linda. Hasta yo quiero tener una hija».

«¿Tienes esposa? Tú sólo puedes tener una hija con una esposa». Rosie seguía triste, pero lo que dijo hizo que Douglas pusiera un rostro irónico.

Rosie continuó: «Tú no tienes esposa, ¿Verdad? Tú sólo tienes chicos en tu escuela. ¡Qué miserable!»

«Bueno, ¿Por qué sabes tanto?».

Rosie levantó la barbilla y se sintió orgullosa. Douglas alargó la mano para tocarle la cabeza: «De acuerdo, te llamaré y volveré a verte cuando esté libre».

Rosie añadió con seriedad: «Y búscate una esposa».

Douglas no sabía qué decir. Rosie se limpió las lágrimas del rostro.

«Esto es muy importante».

Douglas trató de no soltar una carcajada y dijo: «De acuerdo, de acuerdo, ya veo».

Entonces Douglas se dio la vuelta para mirar a Summer y a Leonardo. Summer seguía sentada en su silla de ruedas y Leonardo estaba de pie detrás de ella.

«Leonardo, Summer». Douglas los miró y dijo: «Me iré ahora».

«De acuerdo». La expresión de Leonardo no cambió, ya que era difícil ver alguna emoción en su rostro.

Douglas le tendió la mano a Leonardo y le dijo: «Vamos. Dame un abrazo».

Leonardo lo fulminó con la mirada y entonces Douglas no se atrevió a decir nada.

Douglas entonces dio un vistazo a Summer y dijo: «Summer…»

Summer extendió su mano hacia él, haciendo una señal para un abrazo. Douglas estaba punto de abrazar a Summer cuando Leonardo se acercó de repente para detenerlo. Leonardo miró sin expresión a Douglas y extendió sus manos hacia él de mala gana.

Douglas se sorprendió por un momento antes de darle un abrazo. Leonardo permaneció rígido, inexpresivo y silencioso todo el tiempo.

A Summer le resultaba divertido observarlo. Bajó ligeramente la cabeza para disimular la sonrisa de su rostro.

Leonardo apartó a Douglas con un rostro frío: «Ya puedes irte”.

“Leonardo, ¿Me echarás de menos? Yo …» Douglas quiso decir algo más, pero fue empujado por Leonardo.

Summer observó a Douglas irse en el coche mientras pensaba en algo.

Detrás de ella se escuchó la voz de Leonardo: «Volvamos».

Summer asintió. Rosie iba hosca por el camino. Summer la miró y le dijo a Leonardo: «La escuela de Rosie debería empezar ya, ¿No?».

Summer había estado enredada durante estos días, y no había prestado atención al calendario. Le pareció que la escuela de Rosie debería haber empezado ya.

No había pensado en ello antes. Ahora que Douglas se había ido a la escuela, Summer por fin se dio cuenta de que todo el mundo estaba su alrededor durante este periodo de tiempo.

Douglas pidió permiso para verla; Leonardo también dejó su trabajo, y Rosie también se quedó en casa.

Ella no quería eso. Si un día moría de verdad, tendrían que seguir viviendo sus propias vidas.

Leonardo comprendió rápidamente por qué Summer lo mencionaba. Bajó la cabeza y dijo con voz profunda: «No tienes que preocuparte por nada ahora. Sólo cuídate bien. Deja que yo me ocupe de esas cosas».

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