Una noche de resaca
Capítulo 3

Capítulo 3:

Al instante hizo estallar los deseos lujuriosos del hombre como un animal. Con el rostro de un ángel y una figura diabólica… ¿Como existía una chica así? ¿Qué hacer? Miró la parte que se le había hinchado y suspiró.

Una vez más, al cargarla, sus dedos no pudieron evitar un ligero temblor, y cuando la metió en el agua caliente, ella tarareó con los ojos cerrados: «Ah…».

Igual que el gorjeo de un pajarillo, su corazón se estremeció al escucharla. Su gran mano se paseó por la delicada piel de ella, su respiración se volvió rápida e intensa.

Sí, sólo era un baño. Aún no había hecho ningún ejercicio adecuado en la cama, pero su trasero ya estaba hinchado. En una posición que estaba deseando probar… finalmente, perdió el control, la giró, la besó activa y abundantemente…

«Wuu…». La chica intento decir algo, su pequeña boca se movió unas cuantas veces. Cómo iba a detenerse ante eso, profundizó el malvado beso hasta que ya no pudo contenerse. Con un rugido, decidió no torturarse, ¿Por qué se burlaba del nervio que estaba a punto de romperse en el baño? ¿No es esto autotortura? Llevando a la chica empapada, ambos cayeron sobre la cama.

No había muchos peatones por la mañana, aún se podían ver algunas tiendas y vendedores ambulantes por las calles, pero aún era temprano. Elaine corrió despavorida por tres calles seguidas durante 20 minutos, sólo entonces se agitó y jadeó por las calles. De repente, le rodaron lágrimas por la cara, con la cabeza agachada, empezó a caminar y a llorar al mismo tiempo.

«Waaaah…». Se acabó, ¡Se acabó de verdad! ¡Anoche, su juventud y su primera vez se arruinaron por completo! Perder el control después de beber… ¡Pensó que era un mito! No debería haber ido a beber con sus amigos, es mas no debería haber aceptado todas las copas que le ofrecieron para celebrar el final del examen de acceso a la universidad.

Como resultado, no es de extrañar que la conejita blanca se emborrachara con facilidad. Como borracha no tenía ningún sentido de la orientación. Anoche… lo que pasó después de anoche, ¡No podía recordar nada!

«¡Me está matando! Se aprovecharon de mí, pero no recuerdo nada, al menos debería tener una leve impresión, ¿No? Ugh, ugh!». Elaine se dio una palmada en la cabeza y se alejó mientras se secaba las lágrimas.

Perdió la v!rginidad… perdió brillantemente su pureza. Oh Dios, qué clase de situación ridícula era ésta; pensar que ella, Elaine, aún no había regalado su primer beso, pero acabó con su adolescencia de un golpe.

«¡Ahhh!». volvió a g$mir Elaine por la calle. Tras vagar durante un rato, Elaine seguía sin recordar adónde se suponía que tenía que ir, y sólo podía arrastrar sus pesados pies de vuelta a casa. Como una ladrona, se apoyó en la puerta, mirando sigilosamente hacia dentro, temerosa de que su padre se diera cuenta que volvía a esta hora.

«¡Todavía sabes volver! ¡Pensé que estabas muerta porque no volviste en toda la noche!». Un grito salido de la nada asustó a Elaine hasta paralizarla, se apoyó en la puerta sólo para ver con claridad a quien hablaba, sólo entonces le volvió el alma al cuerpo.

Apretando los dientes y poniendo los ojos en blanco: «¡Ellie! ¿Por qué gritas? ¿No tienes miedo de perturbar el descanso de papá?». Oh, fingir ser una hija filial…

«Papá se fue a trabajar temprano, hoy tiene el turno de la mañana, ¡No finjas que no lo sabias!».

«¿De verdad? ¿Papá está en el turno de mañana?».

«¡Hm, se fue a las cinco y media!».

«Jajaja, deberías haberlo dicho antes, si supiera que papá estaba en el turno de mañana, ¡No había estado tan asustada!». Elaine sacudió los hombros, luego entró en la casa. Como si acariciara a un gatito, acarició a su hermana pequeña, antes de volver a su habitación.

«¡Para ahí! Elaine, ¡Detente ahí!». Gritó Ellie con actitud imponente.

«¿No respetas? Soy tu hermana mayor, ¿No sabes llamarme hermana?».

A Ellie esto no le importaba en absoluto, ensanchó los ojos y observó a Elaine: «Dime, ¿Dónde dormiste anoche?».

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