Una noche de resaca -
Capítulo 17
Capítulo 17:
Elaine hinchó los cachetes y dijo: «¡Ganaré dinero y te lo devolveré!».
«Jajaja, estás segura, ¡No son algunos miles, sino 10 millones de dólares!».
Emmett también se odió un poco. Había dicho la primera cifra que se le ocurrió, con tal de asustar al conejito blanco.
Lo cachetes de Elaine empezaron a acalambrarse. «¡Trabajaré! ¡Pediré prestado el dinero! Lo que sea, ¡Podré devolverte esos 10 millones!».
Emmett hizo un pequeño puchero: «¿No sería duro y agotador? Piénsalo, de todas formas, ya me has dado tu primera vez, tu cuerpo ya es mío ¿Qué más da unas cuantas veces más? De todos modos, lo más importante nunca va a cambiar. Así sea más fácil para ti, podrás pagar 10 millones después de unas cuantas veces».
«¡Es que no quiero vender mi cuerpo y ser un juguetito!». Rugió Elaine con una postura impresionante; Emmett se pasó la mano por la cara para limpiar la saliva de ella le salpicaba.
«Bueno, depende de ti, tú eliges el camino. Prepárate para pagar esos 10 millones de dólares en un mes, si no los pagas, haré que tu reputación se conozca en todas partes».
¡¿Un mes?! Elaine se estremeció. Estaba hablando con mucha rabia. En realidad, no había pensado en cómo conseguir 10 millones de dólares. Ahora, con la fecha límite de un mes, estaba aterrorizada. De ahí que tirara de la esquina de la ropa de Emmett y dijera lastimosamente.
«Presidente Smith, ¿Puedes concederme unos días más?».
Emmett contempló la mirada lastimera de la pequeña, de repente se sintió indulgente y suspiró: «Esta bien, que sean tres meses».
¿Cómo mi yo más cruel se había vuelto de repente tan complaciente?
Inesperadamente, Elaine le sacudió la esquina de la ropa, diciendo: «Un año, prometo pagarle 10 millones de dólares en un año».
Elaine era la mejor para aprovechar la situación mientras podía.
«¡No!». Gruñó Emmett, ¿Le pidió que esperara un año? ¿No sería mucho tiempo para él?: «¡Como mucho medio año! Después de medio año, si sigues sin poder pagarme, ¡Te llevaré conmigo!».
«Está bien, medio año entonces».
Entonces, Emmett convocó a Jasper muy vergonzosamente y le pidió que redactara un acuerdo entre ellos. Después, engatusó y agarró amenazadoramente la pequeña mano de Elaine, la mojó en tinta roja para presionarla contra el acuerdo.
Elaine observó como el desigual tratado con su nombre y su huella rebotó en la mano de Emmett. Luego él lo encerró en la caja fuerte. Elaine estuvo a punto de llorar.
10 millones de dólares… ¡Por eso no se puede disfrutar tan fácilmente de una aventura casual! Con un solo paso en falso y ya estaba metida en un gran problema.
Elaine recordaba claramente que cuando Jasper la miraba, se podían ver en sus ojos la simpatía.
Definitivamente, ¡Se merecía que simpatizaran con ella! ¡Estaba siendo chantajeada por el Presidente del Grupo Tianyi!
«¿Ah, sí? ¿Quieres decir que el protagonista de aquella noche era el Presidente del Grupo Tianyi? ¿Ese hombre tan guapo que acababa de volver del extranjero?». Los ojos de Hazel brillaron con e%citación, incluso dejó de comer su helado y miró fijamente a Elaine.
«¡Hermoso, una mierda! ¡Ahora él, Emmett Smith, es la criatura más fea y repugnante que he visto! Una persona tan rica y, sin embargo, chantajea a los pobres como yo. En efecto, ¡Un hombre rico no puede ser benevolente!». Elaine estaba a punto de ponerse en pie y golpear la mesa, apretando los dientes con una mirada feroz.
Hazel tomo inmediatamente su cartera, sacó una revista y se la entregó a Elaine: «Toma, ¿Es él? ¿Es él?».
En la portada de la revista financiera, aparecía en con una biblioteca de fondo. Como si estuviera dispuesto a apoderarse de la ciudad y conquistar el mundo. Emmett se mostraba con una expresión de aspecto elegante.
Efectivamente, ¡Todos los malos parecían educados! ¡pero eran bestias cubiertas con ropas costosas!
«¡Sí, es este b$stardo!».
«Ahh, ¿De verdad es él? Oh Dios, Elaine, ¡Te envidio tanto! Tengo muchas ganas de cambiar de posición contigo, yo si estaría dispuesta a ser el juguetito de Emmett, ¡Estoy más que dispuesta!».
Elaine hizo una mueca y miró a Hazel como a una lunática: «¿Estás enferma? ¡Este tipo de maldad debería ser reprochada por todo el mundo! No has visto lo malo y siniestro que se veía mientras me chantajea, esa mirada… tsk, ¡Quisiera encontrar un mazo para noquearlo!».
Hazel apretó la nariz de Elaine y se burló.
«¡Chica estúpida! ¿Sabes cuántas mujeres desean a Emmett Smith? El Grupo Tianyi se encuentra entre los primeros de la industria a nivel internacional. Con un pisotón suyo, la economía del país sufriría un terremoto de magnitud nueve. Además, ¿Dónde encontrar a un hombre tan perfecto como él, con buena figura, buen aspecto, buena familia, buena carrera; todo en él es bueno ¿Qué mujer no se desmayaría al verlo?
En el pasado, las mujeres que se involucraban con el eran estrellas de cine, modelos de fama internacional o alguna empresaria exitosa, ninguna era una mujer común y corriente. Ser su juguetito o incluso tener una relación con él, ¡Ya es un milagro! ¡Un milagro! ¿Lo sabes?».
Elaine lamió su helado con desaprobación y puso los ojos en blanco: «No importa lo bueno que sea, es asunto suyo. ¡No me gusta verlo! Por accidente solo me acostes una vez con él, y ya no me deja marchar. Además de que sigue insistiendo en que le dé 10 millones de dólares, ¡Este tipo es un desgraciado que no puedo perdonar! ¿Se cree un rey para darme órdenes? ¿Todavía tiene agallas para decirme que puedo ser juguetito, quién se cree que es? ¿Por qué iba a traicionar mi cuerpo y vendérselo?».
«¿No te habías acostado ya con él?». susurró Hazel.
«¡Eso es diferente! ¡Soy yo quien se acostó con él! Yo soy el cliente, ¿De acuerdo?».
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