Una noche de resaca
Capítulo 11

Capítulo 11:

«¡Ah!». El rostro de Elaine estaba desencajado y conmocionado. ¿Eso fue lo que paso?

«¿Fui yo quien te rogó que… te acostaras conmigo?». ¿Fue tan atrevida? ¿Fue tan indecente? ¿Lo hizo? ¿Realmente lo hizo? La respuesta es: ¡Es muy probable! Una Elaine borracha, una Elaine profundamente intoxicada, ¡Probablemente se atrevería a hacer eso! Ahh…

Emmett hizo una mueca sarcástica: «Aquella noche, de repente me agarraste de la ropa, luego me miraste con esa cara tonta, me sonreíste con grandes dientes blancos y solo me dijiste dos palabras».

«¿Qué dije?».

«¡Duerme conmigo!».

*¡Hip!*.

A Elaine le dio hipo al escucharlo, tapándose la boca y mirándolo con los ojos grandes. Todo era tan tan vergonzoso, ¡Demasiado vergonzoso!: «Entonces, ¿No debiste rechazarme, no debiste apartarme? Yo estaba borracha aquella noche, pero ¿Tú también lo estás?».

Emmett puso los ojos en blanco: «Me negué. Yo también te aparté, pero eras como un chicle pegajoso, que no pude despegar. Lo más loco es que eras como un lorito, repitiendo constantemente esas palabras: duerme conmigo, duerme conmigo, duerme conmigo… me iba a volver loco por tu culpa».

*Bum*

Los ojos de Elaine se abrieron de par en par y se sobresaltó. Dios mío, ¡Estaba asustada por su propio comportamiento! ¿Realmente fue… tan… atrevida? ¡Aquella noche actuó con tanta dureza!… Podía imaginarse cómo se obsesionó con Emmett y se volvió pegajosa.

Que vergonzoso…

Elaine arrastró un poco los pies con una mirada de reflexión sobre sí misma. Emmett tosió y continuo: «Entonces, ¿Lo entiendes ahora?».

«Bueno, ahora entendido».

«¿Qué entiendes, dime que entendiste?».

Elaine hizo un pequeño puchero: «Aquella noche, fui yo quien no te dejó tranquilo y te pedí que durmieras conmigo…».

«Sí».

«Aquella noche me pegué y me fui temprano a la mañana siguiente…».

«Sí».

«¡Me equivoqué, lo que hice fue inmoral! No debería haber dormido contigo sin haberte pagado y haberme escapado al día siguiente…».

«¡Qué!». Emmett tenía una fría expresión mientras encellaba los dientes. Parecía a punto de tragarse a Elaine, incluyendo sus huesos y su carne.

Elaine retrocedió unos pasos asustada y temblorosa, luego dijo tímidamente: «Presidente Smith, por favor, no se enfade. Aunque sé que no le falta dinero y que todo el mundo tiene una o dos aficiones. Comprendo que debe tener un motivo para ser gigoló. ¿Cuánto cuesta esa única noche? Se la pagare, ¡No le deberé el dinero que merece por su trabajo!».

Aunque el apuesto rostro de Emmett es malvado y encantador, fácilmente se enrojeció de ira. Esta mujer… ¿No había entendido lo que él quería decir? ¡Obstinadamente seguía pensando que él era un gigoló!

Ahhhh, ¿Por qué siente que está a punto de volverse loco de rabia? ¿Por qué es tan difícil comunicarse con esta tonta de Elaine?

Elaine frunció el ceño, mirando extrañada a esta versión superguapa de su jefe. Observando como la expresión de su rostro pasó de blanco a rojo y su puño se apretó aún más. ¡Sus ojos parecían de lava que estaba a punto de salir!

¡Se veía tan feroz!

Ella nunca más fantasearía con un hombre apuesto. Ahora se daba cuenta de que todas las criaturas con un aspecto excepcional tendrán algunas rarezas que la gente corriente no puede aceptar. Mirándolo, pensó que sin duda era la reencarnación de un demonio.

¡Se veía demasiado feroz!

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar