Una mamá psicóloga -
Capítulo 46
Capítulo 46:
POV: Lizbeth
Salgo de la consulta sin siquiera pedir permiso y contesto la llamada.
“¿Qué sucede mamá?”
“Beth, tu padre…”
Mi madre suena desesperada.
“Tu padre está teniendo una crisis, lo llevaron a intensivo, por favor hija, ven aquí, por favor…”
“Tranquila mamá, estaré ahí en un momento, no te preocupes”.
Ni siquiera me molesto en informarle al Doctor Lois de que me marcho, maldigo, angustiada mientras corro hacia el ascensor y cuando este se abre me encuentro a mi esposo ahí.
“¿Sucede algo?”
“Mi padre”, lloro.
“Mi padre este teniendo una crisis, mi madre me llamó y yo… yo…”
“Todo estará bien”.
Soy abrazada por mi esposo.
Me permito llorar durante un segundo y cuando el elevador se abre en el piso correcto corro hacia la habitación de mi padre con mi marido aun sujetándome de la mano.
Mi madre corre hasta mí cuando me ve.
Jeremías me deja ir para abrazar a mi madre.
“¿Qué está sucediendo mamá?”, cuestiono después de unos minutos.
“Cálmate y explícame por favor”.
Mi madre sorbe por la nariz, limpia sus lágrimas con el pañuelo que Jeremías le ofreció hace unos minutos y ella niega con la mirada entristecida.
“Estábamos hablando, todo estaba tranquilo y él incluso dijo que se sentía mejor, pero de un momento a otro, comenzó a asfixiarse…”
La voz de mi madre se rompe.
La abrazo sintiéndome igual de preocupada que ella y trato de reconfortarla en silencio.
Jeremías regresa de la máquina de café ala que se marchó hace unos minutos.
Mi madre lo mira un momento después.
“Supongo que tú eres su esposo”, mi madre suspira.
“Gracias por todo lo que está haciendo por mi marido y por nosotros, estamos en un momento muy difícil”.
Una vez más comienza a llorar, se excusa diciendo que necesita refrescarse, se marcha hacia el baño, dejándome completamente sola con mi esposo y no puedo hacer otra cosa que llorar en los brazos de mi esposo.
Además, aunque solamente estemos unidos por un contrato, quiero sentirme segura con él.
Quiero permitirme tener a alguien más , para que me apoye a mí cuando estas cosas sucedan en el futuro.
POV Jeremías
Entro a la oficina después de ir por café y miro al que solía ser el doctor de Lucas esperando por mí.
El médico se pone en pie para ofrecerme su mano rápidamente.
Correspondo su gesto curioso por lo que necesita.
“¿Sucede algo?”
“Quiero que esa chica que está haciendo sus prácticas sea pasada a otro doctor”, niega.
“No solo me cuestiono y calumnio frente a usted, sino que ahora se marcha sin decir una sola palabra de la consulta”.
“¿Se marchó?”
“¡Sí!”, responde.
“Creo que su madre la llamó o alguna cosa de esas y simplemente se fue, ¿Como podría darle buenas notas si ella…?”
Dejo al Doctor Lois hablando solo, corro hacia el ascensor para ir directamente hacia el área vip del hospital y ni siquiera tengo que ir hacia la habitación del padre de Lizbeth para encontrarme con ella.
Camino hacia la mujer sentada en el suelo frente a la puerta de su habitación, corro hasta ella y la abrazo sin decir absolutamente una palabra.
Mi mujer llora durante un minuto.
Luego de esto se pone en pie para ir a hablar con su madre y me excuso para ir por unos cafés solo para poder darle su espacio sin alejarme completamente.
Cuando perdí a mi hermano también estuve solo, estuve estresado y perdí tantas horas cuestionándome si eso que decía mi madre de que fue mi culpa era verdad o incluso me cuestionaba si podía hacerlo más adelante.
Cuando llego a la máquina de café se me ocurre algo para ayudar a Lizbeth, marcho en mi celular el número de la casa y le pido a la empleada preparar a los niños y enviarlos aquí.
Después de servirme el café regreso a la habitación donde encuentro a mi suegra hablando con Lizbeth.
Puedo ver el dolor en su mirada, comprendo en silencio cuando nos pide ir a refrescarse al baño y mientras mi mujer llora una vez más en mis brazos debo admitir que no quiero dejarla sola.
No solo porque conozco ese dolor sino porque no quiero que ella sufra de esta manera.
“No llores más”, le pido.
“Estas cosas suceden, te prometo que tu padre estará bien, tendrá el mejor tratamiento y veras que regresará a la habitación en un rato”.
Llevo a Lizbeth hacia el sofá de la habitación, la siento a mi lado y acaricio su mejilla para limpiar las lágrimas en sus ojos.
Mi mujer respira profundo antes de hablar con una voz completamente rota.
“Sé que esto va a pasar”, admite.
Entiendo que puede ponerse mucho peor y que mi padre no va a…”, traga grueso.
“No va a mejorar, pero es tan difícil para mi madre, para mí, no creo que lo entiendas, pero…”
“Si te entiendo”
La abrazo.
“Por eso voy a quedarme contigo y puedes apoyarte en mí”
La miro directamente a el rostro.
“Estoy hablándote de corazón Lizbeth, confía en mí como un amigo, ¿Está bien?”
Ella me mira durante unos minutos.
Luego se inclina sobre mí para besarme en los labios y respondo a su beso sin poder evitarlo.
Mi esposa se aferra a mí en silencio.
La abrazo en respuesta sin decir nada más porque comprendo que esto es lo que realmente necesita y solo cuando la puerta del baño se abre me separo de mi mujer.
“Así que eres mi nuevo yerno”.
La voz entristecida de la mujer hace que mi difícil asentir.
Lizbeth, sigue aferrándose a mi mano y supongo que debo tomar el control de esta conversación.
“Sí, señora, disculpe por no haberme presentado con anterioridad, realmente estoy bastante ocupado”.
“Oh, no te preocupes”, dice mi suegra.
“Como dije estás haciendo demasiado por todos, en especial por mi Liz”.
“Realmente estoy agradecido de poder ayudarlas en esta situación, le prometo que su esposo tendrá la mejor de las atenciones y…”
La puerta de la habitación se abre interrumpiendo mis palabras.
El chofer no saluda mientras deja a los niños en la habitación y el rostro de las dos mujeres aquí cambia casi al instante.
“¡Mira Lu, es la abuela!”
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