Una madre de alquiler -
Capítulo 58
Capítulo 58:
Después, también apareció Ken.
“Hermosas chicas de mi corazón, únanse a nosotros, estamos solos sin ninguna mujer alrededor”.
“Y aquí llegó Ken” comentó Mary.
“¿Vamos, Mary?”
“Vamos”.
Las chicas se levantaron para ir con ellos. Peter fue vigilando a Amanda para ver dónde se iba a sentar, pero Cindy hizo que se sentara entre Ken y Anthony, así que al chico no le quedó otra opción que sentarse en cualquier lugar.
“¿Qué estás bebiendo?” le preguntó Anthony a Amanda.
“Caipiriña, ¿Y tú?”
“Whisky. ¿Quieres probarlo?” ofreció él.
“No, está bien”.
“Bueno”.
Mientras bebían y conversaban, Amanda notaba la mirada de Mary, ya que estaba sentada al lado de Anthony. Peter, por su parte, le lanzaba miradas ocasionales a ella.
“Mañana nos vamos a levantar temprano para ir a la playa chicos, hay que madrugar” informó Cindy.
“Estoy de acuerdo, si los vagos se quedan dormidos, nosotros nos vamos y que se queden”. Arianne la apoyó.
“Me parece una idea genial” agregó Lisa.
“Cerraré la puerta con llave” amenazó Ken.
“Nada de eso, mañana iré a la playa” insistió Cindy.
“Ve cuando yo vaya”.
“Saltaré por la ventana si es necesario” le aseguró ella.
“Ah, morirás pronto” se burló Ken.
“Son como perro y gato” comentó Amanda.
“Te advierto enseguida que las habitaciones no están insonorizadas, así que cierra la boca” advirtió él.
“Ya te lo avisé. Ja, ja, ja” comentó Elizabeth.
“No lo quiero ni pensar” agregó Isaac.
“A esta chica la tengo muerta” dijo Mark.
“Entonces hoy nadie duerme” reflexionó Mitch.
“Quiero ver cómo se levantan temprano” se burló Peter.
“Por supuesto que lo haremos” aseguró Cindy.
“¿Estás tranquilo hoy?” preguntó Isaac a Anthony.
“Está reservado hoy”.
“Él es el peor de todos. Siempre parece que este hombre está matando a una mujer” bromeó Mark.
“Cállate, Mark, exageras todo” chistó él.
“Si yo fuera tú, no lo negaría” dijo Isaac.
“Entonces prepárate para estar despierto” afirmó Mary.
Solo los chicos se rieron de ella y a las chicas no les importó el comentario. Ken puso música para animar más la noche; los chicos cambiaron de tema y empezaron a hablar de la casa. Amanda se sentó de lado en la silla y puso las piernas encima de las de Anthony, que la masajeó mientras bebía y hablaba con sus amigos. Las chicas hablaron de sus asuntos y se convirtieron en una burla para todos. Ken siguió robándole besos a Cindy hasta que, poco a poco, se le pasó el enfado. Todas las parejas se besaron de vez en cuando entre las charlas.
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