Una madre de alquiler
Capítulo 37

Capítulo 37:

Anthony ayudó a Amanda a bañar a Lucy y bajaron a la sala a desayunar, mientras que Esther se acercó a la mesa y luego sonrió al ver a todos contentos”.

“Qué bueno, me encanta ver esas sonrisas” dijo.

“Te dije que estaría bien, querida”. respondió Anthony.

“Gracias, Esther” agregó Amanda.

“Se ven como una familia”.

“Tía, mi papá está saliendo con mi mamá”.

“¿Es cierto, mi pequeña? No te creo”.

“Cielos”.

“Ahora se lo va a contar a todos” comentó Anthony, entre risas.

“¡La besó! Dale otro, papá para que la tía lo vea”.

“Princesa, vamos a comer que es tarde” dijo Amanda.

“¿Habla en serio? ¿Por fin están juntos?”

“No, Esther, solo somos amigos, él me robó un beso y ahora cree que estamos juntos”.

“Qué lástima, hacen una pareja hermosa”.

“Esther, sácatelo de la cabeza por favor” dijo Amanda entre risas.

“Ella no me quiere, Esther.

“Entonces tú sí la quieres”.

“Yo no dije eso”.

“Eres tan complicado, es una cosa tan simple y tú la complicas. Dos jóvenes prácticamente viviendo en el mismo techo con una hermosa hija y tratándose como dos amigos que saben muy bien que no lo son. Se puede ver en los ojos de ambos que hay química y que se quieren”.

“No digas tonterías Esther, solo somos un jefe y una criada” exclamó Amanda.

“¿Qué te dije ayer, Amanda?” agregó Anthony.

“Lo sé, pero aun así, es tu dinero el que entra en mi cuenta todos los meses. Si ese es el caso entonces pararé y conseguiré un trabajo para mantenerme”.

“Aquí lo tienes todo”.

“Pero no es mío, cuando quiera comprar algo, ¿De dónde sacaré el dinero?”

“Me lo puedes pedir o puedes usar la tarjeta”.

“Eso nunca, no hay forma de que ocurra”.

“Yo la apoyo, no a todas les gusta que las mantengan, hijo, ella es una mujer independiente y se nota que no quiere vivir de tu dinero”.

“Voy a conseguir un trabajo, entonces”.

“No lo creo”.

“No veo ningún problema”.

“Ya veo, ¿Quién cuidará de Lucy?”

“Estudia en la mañana y en esa hora es en la que podría trabajar”.

“¿Y de dónde vas a sacar ese trabajo?”

“Puedes contratarme para que trabaje medio tiempo, me quedaría trabajando hasta el mediodía y luego pasaría a buscarla a la escuela, resuelto, mientras ella está en clases yo estoy trabajando”.

“No me agrada la idea”.

“Entonces sigamos siendo jefe y criada”.

“Pero si trabajas en la empresa, seguirás siendo mi criada”.

“Fuera de la empresa no soy nada para ti”.

“Dejemos este asunto para después”.

“Está bien”.

Después de tomar el café se fueron a la sala. Lucy llevó sus muñecas y le pidió a Anthony que jugara con ella.

“Hija, papá no sabe jugar con eso”.

“Yo soy esta, que es la hija; papá, tú serás este, que es el papá, y mamá será esta, que es la mamá”.

“¿En qué me metí?” dijo Anthony entre risas.

“Deja el drama y empieza a jugar” agregó Amanda.

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