Una madre de alquiler
Capítulo 216

Capítulo 216:

Amanda se sentó en el sofá mientras observaba la emoción de Anthony. Él la miró serio y se acercó a ella.

“Salgamos, tenemos que celebrar. Mamá, llama a papá y dile que nos encuentre en el restaurante de siempre. Vamos a buscar a Lucy, tiene que enterarse de las noticias”.

“Cariño, ¿No es mejor esperar a que termine la clase?”

“No, vamos al club y luego al restaurante de al lado.

“Bueno, vamos”.

“Con cuidado, ¿De acuerdo?”

“Cariño, no estoy enferma, estoy embarazada”.

“Igual tienes que tener cuidado, ¿Crees que basta solo con dejarlo ahí en el horno? Tienes que cuidarte dos veces más que antes. Yo te cuidaré, es tu primer embarazo así que debes tener muchas dudas”.

A Amanda le daba mucha gracia la manera de hablar de Anthony, era como si ella no entendiera nada de lo que pasaba. Se subieron al auto y fueron a la escuela. Cuando el semáforo estaba en rojo, Anthony miró los otros autos y gritó que iba a ser padre. Amanda se sonrojó de la vergüenza, tanto entusiasmo era surrealista. Al llegar a la escuela, se dirigieron a la entrada y la directora, en cuanto los vio, se acercó a ellos.

“Buenos días, es un placer verlo, Sr. Anthony, ¿En qué puedo ayudarle?”

“Ella es mi esposa”.

“Hola, señora Amanda” dijo la directora de mala gana.

“Hola”.

“Vine a buscar a Lucy”.

“Todavía está en clase”.

“Lo sé, necesito retirarla, tenemos algo importante que hacer”.

“Claro, la voy a buscar, espere aquí” dijo, señalando los asientos.

La directora se fue y Anthony se sentó con Amanda a esperar”.

“¿Era necesario?”

“Claro, ¿Acaso no te vio? No me gustan los que me tratan con simpatía forzada solo por mi estatus”.

“Está bien”.

“¿Estás bien?”

“Sí”.

“¿Todo bien ahí dentro?”

“Sí, amor”.

“Solo te estoy cuidando”.

“No exageres, ¿De acuerdo? Estoy bien, todavía es reciente, todo está bien”.

“Bueno, lo siento, creo que estoy muy emocionado”.

“No te disculpes, te ves lindo así”.

La directora regresó con Lucy, ella corrió hacia Amanda y Anthony y los abrazo.

“¿Se acabó la clase?”

“No, pequeña, te vinimos a buscar para dar un paseo, ¿Qué tal?”

“¡Quiero ir!”

“Entonces vamos, hija. Gracias, directora” dijo Anthony.

“De nada, adiós Lucy”.

Salieron y fueron al auto. Antes de subirse, Anthony miró a Lucy que la llevaba en sus brazos”.

“Tenemos noticias para darte”.

“¿Vamos a dar un paseo?”

“Eso también, pero hay algo más”.

“¿Qué?”

“¿Recuerdas lo que querías tanto, tanto, tanto?”

“Mi hermanito, papá”.

“Vas a tener un hermanito o una hermanita. Mamá está embarazada, mi amor”.

“¡Sí! ¡Voy a tener un hermanito, papá!” Lucy dijo agitada mientras abrazaba el cuello de Anthony.

“Mis amores” agregó Amanda.

“Upa, mamá, voy a tener un hermanito”.

“Sí, hija. Así es”.

“¿Voy a poder jugar con él? ¿Será una niña, mamá?”

“Claro que vas a jugar con él. No hay forma de que mamá sepa lo que es todavía, va a tomar un tiempo, pero sea lo que sea, nos vamos a amar y vamos a jugar mucho, ¿No?”

“Sí, le enseñaré a jugar”.

“¿Estás feliz?”

“¡Sí! ¡Voy a tener un hermanito!”

La niña gritaba sonriendo en el regazo de Amanda. Anthony volvió a levantar a la niña para que Amanda no hiciera fuerza. Luego, se subieron al auto y fueron a la casa.

.

.

.