Una madre de alquiler
Capítulo 172

Capítulo 172:

Después del baño, Anthony le envió un mensaje a la persona que lo había ayudado, se acostó y se durmió.

Al día siguiente, Elsa se despertó con dolor de cabeza, miró la cama y se preguntó dónde estaba; no recordaba qué había sucedido. Fue a su habitación y se preguntó qué había hecho.

Por su parte, Anthony se despertó muy tarde. Después de desayunar, se duchó, se vistió y fue a la casa de Jarrett. Al llegar, lo saludaron unos amigos; Elsa estaba extraña, como en la luna. Todos se sentaron a la mesa y conversaron hasta que le avisaron a Jarrett que el almuerzo estaba servido y almorzaron.

La casa era preciosa; una mansión completamente lujosa, probablemente la más lujosa que Anthony había visto. Almorzaron mientras se ponían al día y, luego de comer, la mesa se fue despejando y siguieron conversando y bebiendo. Anthony notó que Elsa estaba un poco callada; dedujo que era por lo sucedido la noche anterior.

La mujer se puso de pie y él la siguió hasta una mesa en la que llenó el vaso. Se topó con él accidentalmente y se disculparon.

“Estás un poco distraída hoy” observó el muchacho.

“¿Ha pasado algo o no estás disfrutando de estar en nuestro grupo?”

“Estoy bien. Claro que estoy disfrutando, es solo que… olvídalo”.

“Puedes contarme, tal vez te pueda ayudar”.

“¿Será nuestro secreto?”

“Por supuesto”.

“¿Recuerdas lo que pasó ayer después de la cena?”

“Noté que bebiste un poco de más. Me pediste un paseo y, como estamos en el mismo hotel, te llevé. Nos despedimos en el bar del hotel”.

“¿Entonces fuiste tú quien me llevó?”

“Sí, cualquiera de los presentes puede confirmarlo”.

“Tal vez no estoy tan acostumbrada a las bebidas de aquí” bromeó Elsa.

“Son muy fuertes, ten cuidado”.

“Gracias”.

Se fue más aliviada a sentarse con los demás. De nuevo se la veía normal, suelta como siempre. Jarrett llevó a Anthony a la oficina a hablar de trabajo, donde nuevamente lo elogió. Allí mismo se despidieron y el muchacho se fue al hotel a buscar sus cosas para dirigirse al avión. Le envió un mensaje a Amanda para avisarle que iba a volver, y en el avión se quedó dormido.

Amanda se levantó y se arregló antes de despertar a Lucy. Luego, la llevó a la escuela y ella se fue a ver a Cindy.

“Me siento incómoda por tener que estar frente a Ruby más tarde” le dijo Amanda.

“Ni lo pienses, todo estará bien. Finge que es una amiga tuya y luego Lucy se acercará también”.

“Pero eso es lo que me duele”.

“Tienes que ser fuerte. Ella es tu hija y nadie cambiará eso. El amor que te tiene es incomparable”.

“Esa es la mejor parte. Estoy sufriendo por nada, ¿No?”

“Hablemos de tu boda. ¿Sigue en pie el plan de mañana?”

“Sí, Sabrina está emocionada”.

“¡Yo también! Ken les invitará muchos tragos”.

“Ya puedo ver a todos con resaca”.

“Hola, chicas” saludó Sabrina.

“Hola. ¿Lista para mañana?” preguntó Cindy.

“Totalmente”.

“Muy bien”.

“¿Vamos a buscar a Lucy?” intervino Amanda.

“Yo conduzco” se ofreció Sabrina.

Fueron a la escuela a buscar a la niña y Cindy jugó con ella todo el camino de vuelta a casa. Después la bañaron y bajaron a almorzar. Más tarde, cuando estaban en la sala conversando, Amanda recibió un mensaje de Anthony y sonrió con alegría. De pronto sonó el timbre y respiró hondo”.

“Hola. Pasa”.

“Gracias” respondió Ruby.

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