Una madre de alquiler -
Capítulo 167
Capítulo 167:
El investigador se fue, y Anthony fue a sentarse a la mesa para almorzar. El día se pasó rápido y los dos se quedaron con Lucy hasta que se durmió; luego, Anthony se fue al dormitorio y se quedó allí pensando hasta que Amanda llamó a la puerta”.
“¿Puedo pasar?”
“Ni siquiera tienes que preguntar”.
“¿Por qué estás así?”
“Nada. ¿Quieres ayudarme a empacar?
Anthony sacó del armario la ropa que iba a llevar y Amanda la metió en la maleta. Al terminar, el muchacho recibió una llamada del abogado”.
“Logró hablar con Ruby” le informó a la joven luego de colgar”. Quiero que vayas conmigo”.
“¿Yo?”
“Sí”.
“¿Estás seguro?”
“Sí, por favor”.
“Está bien, vamos.
Bajaron a la sala para contarles a los padres de Anthony, y se fueron a un restaurante, donde habían pactado encontrarse. Al verlos, se les acercaron”.
“Buenas tardes” saludaron”.
“Buenas tardes” saludó su abogado”. Señorita, lea este acuerdo hecho por mi cliente.
Ruby y su abogada obedecieron. Mientras los jóvenes esperaban una respuesta, Amanda tomó la mano de Anthony por debajo de la mesa y él la acarició, apretándola fuerte.
“¿Cuándo será el día en que la pueda ver?” preguntó Ruby”.
“Elige un día” respondió el chico”.
“El miércoles. Y el fin de semana, el sábado”.
“Bien. Firma pronto”.
“No tan rápido” intervino la abogada de Ruby”. Aquí dice que no puede decir que es la madre de la niña y que no puede sacarla del país”.
“Exacto” confirmó Anthony. Cuando vino a hablar conmigo, dijo que mi hija no necesitaba saber la verdad, que ella solo será una tía”.
“Pero ella es su madre; tiene derecho a actuar como tal y decir la verdad, y ganarse el amor de su hija.
Anthony golpeó la mesa con furia y Amanda le dio la mano, tratando de controlarlo”.
“Lávese la boca para hablar de amor de madre. Nunca actuó como tal; no es la madre de Lucy, perdió ese derecho cuando abandonó a su hija. No venga a hablarme de derechos”.
“Está bien, doctora” dijo Ruby”. Entiendo, Anthony. Acepto el acuerdo.
Dicho esto, tomó los papeles y los firmó.
“Espero que cumplas” le dijo Anthony. De lo contrario, necesitarás a tu abogada por mucho más tiempo”.
“¿Cuándo puedo verla?”
“El miércoles. Hoy recién es lunes, así que espera”.
“Me quedo en nuestra… tu casa.
“Sí. Solo puedes salir con ella el sábado y mi guardia de seguridad va contigo, eso lo sabes bien”.
“Lo sé”.
“No quiero que la expongas. Si veo alguna foto de ella en internet o en cualquier lado, vuelvo y vamos a la corte. Ahí pierdes todas las posibilidades de ver siquiera una foto de ella.
“Lo sé, no haré nada malo”.
“Me parece muy bien”.
“¿Quién eres tú?” le preguntó Ruby a Amanda.
“Mi prometida, pero no es de tu incumbencia” intervino Anthony.
“¿Te vuelves a casar?”
“No acabaste con mi vida por completo, aún queda un poco”.
“Te deseo que seas feliz”.
“Te garantizo que lo seré”.
“¿Así que eres la nueva mamá de Lucy?” Ruby volvió a dirigirse a Amanda.
“Sí” repuso la muchacha.
“Qué bueno. Se nota que eres alguien especial”.
“Hago lo imposible por los que amo. Lucy es una de esas personas”.
“Gracias por cuidarla. No haré nada que perturbe su relación”.
“Eso espero. Lucy no merece tanto lío. Ha sufrido mucho en la escuela con sus compañeros riéndose de ella, pero imagino que no tienes idea de eso. Sabe que no soy la madre de sangre; cuando sea mayor, te garantizo que yo misma le haré saber de ti, pero no quiero hacer lío en su vida ahora”.
“Tienes razón. No quiero que se confunda ni esté triste.
“¿Vas a vivir aquí para siempre?” le preguntó Anthony.
“Aún no lo sé”.
“Está bien. Cualquier duda, habla con mi abogado ¿Vamos, amor?”
“Vamos” respondió Amanda.
“Gracias por dejarme verte, Anthony” le agradeció Ruby.
Una vez estuvieron en el auto, Amanda vio a Anthony muy nervioso y le acarició el rostro”.
“Lamento haberte hecho pasar por esto”. Anthony la abrazo.
“No lo lamentes. He entrado a tu vida sin dudarlo y quiero atravesar todos los obstáculos junto a ti”.
“Gracias, me das fuerzas”.
“Te amo mucho, mi amor”.
“Yo también te amo”.
“Relájate. Lucy estará bien y estaremos cerca de ella; todo estará bien”.
“Sí, todo estará bien”. El muchacho encendió el auto y se alejaron.
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