Una madre de alquiler -
Capítulo 147
Capítulo 147:
Anthony se entristeció al ver a Amanda llorando con desesperación. Sabrina se sentó con ella en el sofá, le limpió las lágrimas y trató de calmarla: “Ella no te quitará a Lucy, solo quiere verla. Vamos, quédate tranquila, pues la custodia siempre la tendrá Anthony”.
“¿Por eso volvió?” preguntó Amanda.
“Sí, es probable. Si quieres saber más, pregúntale a Anthony, pero por ahora lo que debes saber es que ella volvió. Lo más seguro es que lleguen a un acuerdo y visite a la niña”.
“¿Y si se olvida de mí? ¿O si la quiere más a ella como madre?”
“Eso no va a pasar. Ruby sabe que Lucy tiene una nueva mamá y no se opondrá, ya lo dejó claro”.
“¿Usted confía en ella?” quiso saber Amanda. Como Sabrina no respondía, la joven repitió: “¿Podemos confiar en esta mujer y en que no querrá volver a ser su madre?”
“No hará eso, pues hay un acuerdo que lo impide” explicó Anthony.
“Solo te lo contamos porque eres su madre y no queremos que te tome por sorpresa, y así puedes ir haciéndote a la idea” dijo Sabrina.
“¿Ella vendrá aquí?”
“No lo sabemos” respondió la mujer.
“¿Cómo están seguros de que no intentará recuperar a su familia?”
“Lo único importante aquí es Lucy” aclaró Anthony.
“¿Y si te quiere de vuelta a ti también?”
“Ese no es tu problema”.
“¿Cómo que no?”
“¿Acaso olvidaste que rompiste conmigo y dijiste que lo mejor era que cada uno siguiera con su vida? Quisimos que supieras lo que sucederá porque eres la madre de Lucy, pero el resto no es problema tuyo”.
“¿Cómo puedes ser tan frío?” preguntó Amanda.
“¡Maldita sea, Amanda! ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué te amo y que no habrá ninguna otra mujer? Tú me dejaste y pensaste solo en ti. En lugar de enfocarte en el amor que sentimos, preferiste ver solo mi error y olvidar todo lo que vivimos. Fuiste tú quien dijo que era hora de que paráramos y que poco a poco íbamos a acostumbrarnos a no estar juntos. Ahora estoy viviendo mi vida, así que no te metas y no preguntes nada. Basta de problemas, decepción y sufrimiento en mi vida. Solo importa Lucy”.
Apenas terminó de hablar, Anthony subió a su habitación.
“No sé qué hacer ni qué pensar” dijo Amanda mientras se sentaba.
“Tranquila; verás cómo todo se resuelve. Este asunto lo afectó mucho y no puede pensar con claridad. Deja que pasen los días, así tiene tiempo para reflexionar, pero es importante que lo apoyes y no lo llenes de exigencias y preguntas” señaló la mujer.
“Tiene razón. Aparte él está en lo cierto: no puedo entrometerme en su vida, pues ahora no estamos juntos”.
“Sé que es difícil, Amanda, pero te acostumbrarás. Aunque me caes muy bien, creo que es mejor que dejes todo como está. Anthony lo está pasando mal, pues sufrió mucho en su relación anterior y ahora ese pasado ha vuelto. Imagina lo que está pasando por su cabeza. No quiero que mi hijo sufra, por lo que debemos ayudarlo y no hablar de cosas que lo puedan lastimar aún más” dijo Geoffrey.
“Lo siento, no sé qué me pasó. Amo a Anthony y todavía estoy un poco decepcionada, pero el regreso de su ex me alteró bastante”.
“Tienes que ser fuerte e inteligente y pensar en positivo. Anthony no volverá con ella, pues te ama a ti, eso está claro. El amor no se acaba de la noche a la mañana” explicó Sabrina.
“Sí, es verdad”.
“Ve a descansar. Verás que todo saldrá bien”.
En ese momento, Anthony bajó las escaleras con otro atuendo y todos lo miraron.
“¿No vas a almorzar, hijo?” preguntó Sabrina.
“No, tengo una cita, así que tampoco me esperen para cenar” respondió él.
“Está bien. Cuídate” le dijo su madre.
Apenas el hombre se fue, la mujer vio que Amanda bajó la mirada y le pidió: “No te pongas así”.
“Debe estar volviendo a lo que era antes. Hoy llegó a la madrugada apestando a alcohol” comentó Amanda.
“Sí. Me aclaró que no volverá a enamorarse. Está sufriendo y su forma de olvidarse de los problemas es formando una coraza a su alrededor y haciendo vida de soltero. Si de verdad lo amas, ve por él.
“Se está olvidando de mí, ¿No?”
“Eso intenta. No pienses que digo esto porque no me gustas; sabes que te quiero, pero debo ser honesta”.
“Gracias. Creo que necesitamos un poco de tiempo para pensar”.
“Sí” admitió Sabrina.
“Vengan, vamos a comer. Dejemos que todo se calme y el tiempo lo resuelva” dijo Geoffrey.
Luego de almorzar, Amanda se fue con Lucy al cuarto y se quedaron allí jugando un buen rato.
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