Un trato acertado
Capítulo 863

Capítulo 863: 

Nota de Tac-K: [No pude conseguir los capítulos completos del 860 a 866, por lo que habrá algunos saltos, es extraño pero no pude dar con los capítulos completos, disculpen las molestias]

«……» Jessie se mordió los labios y no contestó durante mucho tiempo.

George la miró: «¿Eres incapaz de contestar o qué?».

La cabeza de Jessie bajaba cada vez más, y seguía sin hablar.

¿Cómo podía decir que en su corazón, él era realmente un hombre que golpeaba a las mujeres?

Después de todo, si era capaz de hacer algo como arrastrarla a ab%rtar a su bebe, golpearla no era nada para él.

Es más, había odio entre ellos, y todo eso sumado, ¿No era razón suficiente para que él la golpeara?

Pero ella no podía decir estas cosas, de lo contrario sólo lo enfurecería más y le haría pensar que lo despreciaba desde el fondo de su corazón.

Después de todo, ¿Cómo podría un hombre que golpea a una mujer sentir que hay algo malo en él? Para él, todas las mujeres tenían problemas.

Viendo cómo Jessie se negaba a contestar, George suspiró débilmente: «Si no quieres decirlo, olvídalo, no te obligaré».

«Gracias». Jessie contestó con voz de mosquito.

George le entregó su mano quemada, «Tú eres la responsable de las ampollas de mi mano, ¿Verdad?»

«Por supuesto». Jessie asintió con la cabeza, luego miró el dorso de su mano quemada, y cuando vio que la zona roja original tenía de repente unas cuantas ampollas, se sorprendió, tapándose la boca y gritando incrédula: «¿Cómo ha podido pasar esto? ¿Cómo te han salido ampollas tan rápido?».

«La sopa estaba caliente, además del calentamiento del aceite, y como me dedico a hacer cirugías, he estado cuidando mis manos, mi piel aquí es más delicada que cualquier parte del cuerpo, ¿Crees que con estas circunstancias no me saldrían ampollas?» George la miró.

Jessie sacudió la cabeza con pánico, «Lo siento, no lo sabía».

Realmente no sabía que la piel de sus manos era realmente tan fina y más tierna que la de ella.

«Ten cuidado la próxima vez». Dijo George.

Jessie asintió, «Lo sé, lo haré, no volverá a pasar, así que Señor Joe, iré a buscar un médico para usted, no puedo con esta ampolla».

Con eso, ella estaba a punto de ir a buscar un médico.

Antes de que pudiera dar un paso, fue detenida por George.

«No hay necesidad de llamar a un médico». George señaló con el dedo el cajón que había junto a la cama. «La bolsa de primeros auxilios que hay en el cajón contiene medicinas para heridas simples, incluyendo arañazos y quemaduras, además la misma medicina que usaste para tratar las heridas de tu padre la última vez también puede servirme a mí, así que puedes usarlas sin más.»

«¿De verdad?» preguntó Jessie, mirándole.

George movió sus finos labios y dijo ligeramente: «Soy médico, no te voy a mentir».

«De acuerdo, lo conseguiré». Jessie asintió, luego se agachó para abrir el cajón y sacó la bolsa médica que había dentro.

Tras sacarla, abrió la bolsa y volvió a preguntar: «¿Es con la misma medicina?».

«Sí». George asintió con la cabeza.

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