Un destino difuso
Capítulo 45

Capítulo 45:

“¡Claro que sí, con gusto!”

“¡Ya me va a obligar a consentirle los niños!”, dijo bromeando y recordando viejos tiempos.

Las tres mujeres rieron de buena gana.

Fabiana invitó a Valeria a sentarse en una de las mesitas que dan al patio, su preferida; para terminar de tomar el café y aprovechar a charlar un poco más.

La chica tenía intención de orientar la conversación a un tema que a ella le interesaba mucho.

“Me gusta el trato tan cariñoso que tienes tú con Julia, ella no parece tu empleada, tú la tratas como a una vieja y querida amiga, seguro vivieron muchas experiencias juntas..”.

Valeria entornó los ojos, poniendo rostro de ensoñación, como quien retrocede en el tiempo para refrescar recuerdos.

“A claro Fabianita, han sido muchos y largos años… de alegrías como de sustos, de dolor… de problemas y también porque no decirlo, de paz y buenos momentos. ¿Cómo te digo? Ella vivió conmigo, mi vida… fue mi confidente y mi paño de lágrimas. Estuvo al frente en la crianza de mis hijos, en sus enfermedades, en sus triunfos y fracasos escolares, angustiada por sus locuras juveniles… ¡En fin todo!”

“Es hermoso, Valeria, tener a su lado una persona sincera, fiel y reservada como Julia, me encantaría que la vida me bendijera con una persona como ella… por eso añoro mucho a mi madre… Cuanto me hubiera gustado contar con ella en todo este tiempo. Hubiera sido de gran ayuda el tenerla a mi lado”.

“Si, tienes razón… nunca te pregunté nada sobre su mamá, porque pensé que si no la nombrabas era porque tenías malas relaciones con ella, y no querías que te la recordaran”

“¡No, para nada! Todo lo contrario… ¡Mi mamá y yo fuimos muy unidas! Solo que cuando Odín me fue a buscar, perdí todo contacto con ella”

Le dijo Fabiana con tristeza a su suegra.

“En principio yo estaba muy desorientada, muy perdida… Yo se la pregunté, pero por toda respuesta recibí una agresión, y no pude insistir sobre el tema, luego me casaron con Alejandro y fue peor, porque con él no puedo conversar abiertamente sobre mis problemas, bueno… sobra explicarte tú lo conoces mejor que yo”

“Bueno, me gusta que me hayas sacado de ese error. Déjame preguntarle a Uriel a ver que sabe él al respecto, aunque… ¿Tú tienes el número de teléfono o, la dirección?, para poderla localizar..”.

“Si el número de teléfono me lo sé de memoria, ¿Cargas una libreta de apuntes, para anotártelo?”

Valeria, rebuscando dentro de su bolso de mano, sacó libreta y lápiz.

“Aquí tienes hija, anótamelo y la dirección también”

En ese momento oyeron los pasos y las voces de los hombres que se acercaban, y Fabiana le hizo un gesto rápido a Valeria para que guardara de inmediato la libreta, para no ponerse en evidencia.

“¡Hola, hola! ¿Ya está el almuerzo? ¡Morimos de hambre! El cafecito apenas alcanzó para endulzarnos la boca”.

Uriel, mirando las dos mujeres, comento:

“¡Ah, las dos comadres!, ¿Si tuvieron tiempo para hablar? O si no otro día traigo a Valeria con más tiempito..”., comentó con sorna.

Valeria, fastidiada y haciendo un ademán de disgusto, le respondió.

“¡No podía ser de otra manera, Uriel, si no, no serías tú! Julia, ya con los platos preparados para servir el almuerzo”

“El almuerzo está listo, ustedes me dirán si les sirvo en el comedor o aquí mismo”

Alejandro le dijo:

“Aquí mismo cabemos los cuatro, Julia, gracias”

Valeria preguntó a su marido:

“¿Terminaste lo que venías a hacer, Uriel?”

“Ah, sí, mujer, estoy contento y un tanto más tranquilo. Todo parece estar bajo control”.

“Me alegra que hayas hecho todo, así no estás más tarde refunfuñando”.

“Ay, sí… Cualquiera que te oye hablar dirá que es cierto que soy un gruñón..”.

“¡Ah, no!”

Alejandro mirando a sus padres, y dando unas palmadas en forma de aplauso, comento:

“Bueno, mis viejos, yo los amo muchos, pero tranquilos ¡Vamos a fumarnos la pipa de la paz! ¡Ya viene el almuercito! Y mi nariz no miente… se augura que está delicioso..”.

Valeria meciéndole la barbilla a su marido y haciendo pucheros con la boca, consintiéndolo, le dijo:

“Si mi viejito… dejemos la pelea para la casita..”.

“Por toda respuesta, Uriel se acercó y le dio un beso a su mujer”.

Una vez terminada la hora del almuerzo, los padres de Alejandro se despidieron.

“Bueno Alejandro, los espero mañana temprano en casa de Uriel, manda los hombres en varios grupos para evitar los chismes de los vecinos, el propósito es que no se vea mucho movimiento”.

Tenemos que ser extremadamente precavidos.

“No te preocupes, papá, tendré buen cuidado, esa estrategia ya la había pensado yo, pero me gusta que me lo recalques. Hasta mañana”.

Valeria, mirando con ojos de complicidad a su nuera, se despidió diciéndole:

“Después hablamos, querida, nos vemos pronto”.

“Si, Valeria, encantada de haberla visto”.

Fabiana no se sentía defraudada por no haber alcanzado a darle los datos de su madre a su suegra; sabía bien que no sería fácil, había dado el primer paso y ya, de por si, esto era un triunfo.

Al día siguiente, en el salón múltiple de la mansión; la reunión con Odín no se pintaba fácil, eran muchas cosas que planificar y poner en claro, comenzaron la discusión del tema cerca de las nueve y media de la mañana.

El suegro de Alejandro, como anfitrión, tomo la palabra:

“Buenos días a todos, son bienvenidos, les pido total atención a los temas que vamos a tratar; es de orden capital que cada uno de nosotros esté claro en la responsabilidad que le toque, porque de eso depende el éxito o el fracaso de esta operación. Y más que eso, la estabilidad de nuestras vidas y la seguridad de nuestras familias”

Con estas palabras comenzó:

“El tema único a tratar, como todos saben, es el de idear y planificar una buena estrategia para atacar a la banda denominada los chinos que ha venido saboteando los negocios de mi socio Uriel; dándole un golpe bajo a su economía, y dejándolos sin la materia prima, tan importante para seguir manteniendo su empresa de joyería, y otros negocios que dependen de ella”

Luego continuó:

“Por otro lado, es conocido por todos que este problema acarreó graves daños colaterales, como fueron la muerte del joyero, de su hijo y la perdida de la vida de dos importantes hombres que hacían parte de la plana mayor del Señor Alejandro”, dijo.

“Por lo tanto, nos vemos obligados a defender nuestros intereses y a cobrar la afrenta de que fuimos víctimas; es hora de actuar en forma contundente y este es el motivo por el cual estamos aquí”, explicó.

“En nuestras investigaciones preliminares, hemos constatado que se trata de uno de los tantos grupos de bandas dedicadas al crimen organizado; esta gente ofrece toda clase de servicios ilegales; a narcos, políticos y empresarios corruptos, grupos armados, disputas internas entre grupos, cobro de deudas entre mafiosos, extorsiones, secuestros, minería ilegal, tráfico de armas, entre muchos otros. Les aseguro que la lista es bastante larga”

Hizo una pausa.

“Estos sicarios están muy bien organizados y liderados. Muchas de estas organizaciones son manipuladas desde las cárceles. Debemos averiguar si esta es una de ellas, y para quién trabajan, en el caso que nos interesa”

Odín observaba a los presentes, querían que comprendieran de que se trataba todo.

“En este compromiso, tenemos que hacer un trabajo de inteligencia extremadamente cuidadoso y exhaustivo. Por ningún motivo deben sospechar que estamos tras de ellos… Se oyen propuestas, ideas, estrategias, ¿Quién quiere tomar la palabra?”

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar