Un desconocido bebé
Capítulo 75

Capítulo 75:

Aunque llamara al médico para que la tratara y pudiera seguir utilizándola a su antojo, ella ya no se quejaría.

Sólo quería vivir.

«Deberías tener cuidado a partir de ahora», dijo María, devolviendo a Sofía al presente.

«En el próximo mes, la primera semana para ser exactos, no molestes a Sergio», aconsejó María.

«No lo entiendo.»

«Te lo digo porque parece que le importas a Rocco», dijo María.

Sofía se incorporó, picada por la curiosidad.

«Escucha, no deberías molestar a Sergio el mes que viene. Durante la primera semana del mes que viene, mata a cualquiera que lo haga. Ha matado a uno de sus mejores hombres por simplemente mirar a su hermana, la señorita Gaia, durante más de 15 segundos.»

«¿Qué pasa la primera semana del mes que viene? ¿Por qué es peligroso?» preguntó Sofía, ansiosa por saber más.

«Es el mes en que murieron su madre y el primer hijo de Sir Vincenzo, así que siempre es un mes sagrado. Las criadas suelen quedarse en sus aposentos durante este tiempo», explicó María.

¿El primer hijo de Vincenzo? ¿Hubo un primer hijo? Entonces, ¿Sergio no es el primogénito? Estas preguntas rondaban la mente de Sofía, pero se contuvo de preguntar.

«Vale, gracias por la información. Lo tendré en cuenta», respondió Sofía, forzando una sonrisa.

«El doctor Aiden te ha recetado unos medicamentos. He enviado a alguien a buscarlos y llegarán en breve, pero no los tomes a menos que yo te lo ordene», advirtió María.

Sofía se quedó mirando a María, extrañada por su presencia en su habitación.

«¿Puedo preguntar qué haces aquí arriba? Pensé que se suponía que estabas en los cuartos de servicio». Sofía preguntó.

«He venido a curarte. Seguiré controlándote para asegurarme de que tu estado no empeora. El doctor Aiden dijo que necesitas recuperarte de esta enfermedad lo antes posible», explicó María.

Se levantó para marcharse cuando Sofía la detuvo con una pregunta que la hizo detenerse.

«He notado algo… No sé si son sólo mis ojos, pero me parece que he notado algo extraño en las dependencias del servicio que debería mencionarte».

«¿Qué es?» preguntó María, intrigada.

«Hay un espía entre las criadas, alguien con motivos peligrosos que se hace pasar por un trabajador de allí abajo», reveló Sofía.

«¿Te refieres a la que se llama Rose?» preguntó María.

Sofía abrió mucho los ojos.

«¿Cómo lo sabías?»

«Deberías tumbarte», respondió María antes de salir de la habitación, dejando a Sofía aún más curiosa.

Hacía días que Sofía no recibía tratamiento para su enfermedad.

Se sentía más fuerte que antes, y Rocco le había entregado un nuevo teléfono, aunque con muchas restricciones.

No podía contactar con ninguna línea de emergencia; sólo podía llamar a la línea de emergencia de Vincenzo en caso de problemas.

Sin embargo, la posibilidad de hacer videollamadas a su madre y a su hijo le produjo una inmensa alegría.

Decidida a no agraviar a Sergio, Sofía resolvió no provocarle a menos que él se cruzara primero con ella.

La idea de poder llamar a su madre y ver a Nathaniel siempre que quisiera era estimulante.

Apenas podía creer que Sergio le hubiera concedido tanta felicidad.

Sin embargo, Sergio era un hombre extraño e imprevisible.

Era mejor no molestarle y limitarse a seguir sus órdenes.

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