Un año para separarme
Capítulo 69

Capítulo 69:

Cuando Sara abrió los ojos sintió como que flotaba en les nubes, le tomó unos minutos orientarse y sentir un fuerte dolor de cabeza, como si tuviere resaca, aún no había podido comprender completamente donde se encontraba cuando la puerta de la habitación se abrió y entraron tres mujeres.

“Señora, que bueno que ya está despierta, deberíamos comenzar”.

Sara no entendía nada, hasta que recordó que la habían secuestrado en el avión y que había perdido e Nadia.

“¿Dónde estoy, donde está Nadia?“ habló tomando por el cuello a una de las mujeres mientras las otras le observaban horrorizadas.

“Señore Sara debe calmarse su amiga este bien, me enviaron a decir que no debe preocuparse por ella y simplemente obedecer para que se reúnen cuento entes. Ahora vaya y tome un baño lo más rápido posible porque el señor ya le está esperando”.

Sara quería preguntar quien ere el señor pero sabía que no le darían una respuesta, así que simplemente obedeció y tomó un baño, cuando salió, una de las mujeres le dio una pastilla para el dolor.

Sara fingió que la tomaba y cuando nadie la observaba la sacó de su boca, no podía confiar en esas persones.

Minutos después las otras dos llegaron con un hermoso vestido de verano, zapatos y maquillaje, le ayudaron a vestirse y maquillarse, Sara no dijo nada y permitió que las mujeres realizarán su trebejo.

Cuando estuvo lista le acompañaron al restaurante, Sara observó los alrededores y comprendió que estaba en un resort de lujo.

Cuando entraron al restaurante vio persones cenando tranquilamente, pensó en pedir ayuda, pero luego de considerar que podría poner en peligro e Nadia, se mantuvo tranquila siguiendo a las mujeres que le acompañaron hasta la terraza donde por fin vio al causante de todo lo que le estaba sucediendo.

Hugo se encontraba sentado, con una pierna cruzada sobre la otra, vestía una camisa blanca y pantalones, se veía fresco y relajado mientras bebía su café y revisaba su móvil.

Cuando sintió pasos levantó la cabeza y sus profundos ojos se encontraron con los de Sara, él se puso de pie mientras sonreía de felicidad, se sentía dichoso de estar ahí con su hermosa esposa, mientras que Sara cuando estuvo frente a él le dio una fuerte bofetada.

“No puedo creer que allá sido capaz de hacerme esto, de secuestrarme, sabes lo asustada que estaba”. Sara comenzó a gritar y darle golpes en el pecho, mientras espesas lágrimas corrían por sus mejillas. Hugo no dijo nada, le permitió que se desahogara y luego la atrapó contra su pecho y la abrazó para luego acariciar su cabello.

“No puedo creer que hayas sido capaz de hacerme esto, de secuestrarme, sabes lo asustada que estaba”. Sara comenzó a gritar y darle golpes en el pecho, mientras espesas lágrimas corrían por sus mejillas.

Hugo no dijo nada, le permitió que se desahogara y luego la atrapo contra su pecho y le abrazo para luego acariciar su cabello.

“Lo siento” susurró.

Cuando habló, Sara se percató que la tenía entre sus brezos, dio un paso atrás y se secó les lágrimas con le mano.

“¿Dónde está Nadia?“ habló con firmeza recuperando la compostura.

“Ella está bien, está descansando, pronto te llevaré a verla. Que te perece si primero comemos algo, debes estar hambrienta”.

“Quiero ver e Nadia y marcharme inmediatamente, tengo asuntos que atender.

“No tienes nada de que preocuparte, ya me encargué del trebejo que ibas a realizar y ahora no puedes ver a Nadia porque está durmiendo, cuando despierte la puedes ver, o si quieres ir e despertarla puedo decirte el número de su habitación”.

Sara quería insistir, pero de pronto su estómago rugió en clara muestra de que tenía hambre, miró a su alrededor y vio que estaba atardeciendo, pronto el sol desaparecería así que debían ser cerca de las 9 .

Sara tomó asiento frente e Hugo y no volvió a hablar.

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