Un año para separarme
Capítulo 55

Capítulo 55:

Los primeros rayos del sol entraban por la ventana iluminando el delicado rostro de Sara, abrió paulatinamente los ojos y se encontró en una habitación que no reconocía y lo más asombroso aún era que un brazo la rodeaban por la cintura y el rostro de un hombre descansaba en su cuello, disfrutando del aroma de su cabello.

Sara de inmediato intentó apartarlo, pero el hombre la abrazó con más fuerza y se volvió a acomodar.

“Ummm, no te muevas”. su voz sonó ronca y dulce.

Cuando Sara escuchó aquello fue como si le hubieran dado un incentivo y con el codo le dio un fuerte golpe en el estómago y luego lo empujó de la cama.

Hugo se había dormido tarde por estar trabajando, así que cuando Sara se movió la primera vez, hablo medio dormido sin comprender lo que sucedía, de pronto sintió un fuerte golpe en el abdomen y unas pequeñas manos lo tumbaron de la cama.

Su primera reacción cuando chocó con el piso fue gritar, tenía pensado levantarse y tomar represalias, pero de pronto recordó algo y era que el estaba durmiendo con Sara, lo que quería decir que si alguien lo golpeó fue ella.

Hugo se puso de pie de inmediato y observó a la hermosa Sara sentada en la cama, su largo cabello negro estaba suelto y caía sobre sus hombros, su rostro estaba sonrojado, pero su mirada era desafiante, tal y como la recordaba.

Las emociones de Hugo estaban desbordadas, así que sin medir consecuencias saltó a la cama y abrazó a Sara.

“Despertaste“ dijo en un suspiro.

Sara no sabía cómo interpretar esa muestra de afecto, ya que ellos dos nunca habían sido cercanos, a pesar de estar casados, ella pensó que se debía a que aún estaba en estado de shock por el accidente, así que le permitió se desahogara unos segundos.

Pero cuando pasó un minuto Sara se percató que Hugo no tenía ninguna intensión de soltarla, así que ella tuvo que esforzarse por liberarse de sus brazos.

Cuando por fin fue libre se bajo de la cama y marcó una distancia prudente de Hugo

”Señor Moretti agradecería que no vuelva a tocarme sin mi consentimiento”. Hugo aún no reaccionaba, no podía creer que la estaba viendo discutiendo de nuevo.

“Despertaste”. fue lo único que salió de su boca.

“Eso ya lo dijiste. No entiendo porque tanto alboroto porque dormí un rato” de pronto Sara entendió algo y de pronto dijo “Porque fue solo un rato ¿No?”

“Llevas dos semanas durmiendo, el médico dijo que podías tardar horas o meses, tal vez hasta años. No sabes cuánto me alegro que despertarás”.

Hugo la volvió a alcanzar y la abrazó una vez más.

Sara estaba aturdida con lo que había escuchado, así que no se movió del lugar mientras organizaba sus pensamientos.

En ese momento la puerta de la habitación se abrió y entró Alejandro hablando.

“Señor acabamos de capturar al responsable de accidente…“

Cuando Alejandro vio a la pareja abrazada se calló de inmediato.

“Yo… lo siento, no debí interrumpir, regreso luego”.

Sara que había escuchado lo que dijo Alejandro empujó el cuerpo de Hugo y lo apartó de ella luego miró a Alejandro.

“No interrumpe nada, dime que fue lo que averiguaste”.

“Señor Moretti creo que deberíamos hablar en privado, la señora acaba de despertar y necesita descansar” dijo Alejandro nervioso, intentando hacerle entender a Hugo que lo mejor era que ella no supiera.

“Estoy perfectamente bien, ahora dímelo todo” ordenó Sara, Alejandro miró a Hugo en busca de apoyo, pero este no comprendió nada.

“Ya escuchaste a la señora, habla”. Hugo quería sumar puntos con Sara y creyó que una buena forma era no quitándole autoridad.

Alejandro suspiró y al final habló.

“Señor luego de revisar todos los carros por fin obtuvimos una pista del hombre que manipuló los frenos de la Señora Sara, al final logramos encontrarlo y luego de un exhaustivo interrogatorio confesó que había sido contratado por una mujer, no le dijo nombre, pero el hombre la había visto antes en la noticia a su lado. Una morena voluptuosa”.

No hizo falta que Alejandro dijera su nombre todos sabían que estaba hablando de Nina.

La habitación había caído en un incómodo silencio que terminó cuando Sara tomó un vaso de una mesita y se lo arrojó a Hugo, afortunadamente sus buenos reflejos le permitieron esquivarlo, pero Sara comenzó a gritar y arrojar todo lo que tenía a su alcance.

“Maldito b%stardo, casi me mata una de tus conquistas, por tu culpa estuve durmiendo dos semanas, maldito infiel”.

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