Un año para separarme
Capítulo 33

Capítulo 33:

“Deberías tener cuidado Lolo, no está bien visto que un hombre y una mujer entren solos a un hotel, sabes que las personas son muy chismosas y de inmediato comienzan los rumores.

“No entiendo que te pueden interesar a ti los rumores que circulen entre mi novio y yo”. la enfrentó Nina poniéndose a la defensiva.

“Claro que me interesa lo que hablen de mi prometido, no ves que por tú culpa se puede manchar su imagen”.

Las mujeres comenzaron a discutir y Hugo no sabía cómo frenar aquella situación antes que terminara en un escándalo, lo último que necesitaba era que su esposa o su abuelo se enteraran de todo aquello.

Para su buena suerte Martin y Eduardo llegaron justo en ese momento.

“Pero que ven mis ojos“ habló Martin llegando al lado del trio.

“Hugo siendo asediado por dos hermosas mujeres. Señoritas deberían calmarse y evitar escándalos, a la Señora Moretti no le va a gustar nada. Además, escuché que es muy buena golpeando”.

Martin no tuvo que decir mucho, con sus simples palabras fue capaz de poner en su lugar a las dos chicas, después de todo Hugo ya estaba casado y por mucho que ellas se empeñaran en discutir legalmente él ya pertenecía a otra.

Cuando las damas se calmaron los cinco entraron a la habitación, Angelín se negó a irse y canceló la cita que tenía con sus amigas. La situación dentro de la habitación privada era tensa, Hugo tomó asiento, a su derecha se posicionó Angelín mientras que a su izquierda Nina.

Él no sabía que hacer así que con una mirada le suplicó ayuda a sus amigos. Martin lo ignoró durante algunos minutos, la verdad era que le divertía aquella situación, al final Eduardo de compareció de él y les pidió cambiar de asiento.

Las mujeres se negaron y Hugo cansado ya de todo este drama se paró y arrastrando su silla se sentó entre Eduardo y Matías.

Algunas horas después habían cenado y conversado, pero el plan de Hugo continuaba sin funcionar, aún no había podido conversar con Nina y la noche seguía avanzando.

Cuando eran las doce Angelín tuvo que irse y por fin Hugo vio la luz al final del túnel, pero antes de poder conversar con ella su teléfono sonó. Sara lo estaba llamando, tomó el teléfono y salió de la habitación privada para contestar.

“Hola“ habló su esposa con voz somnolienta.

“Hola. ¿Necesitas algo?“ respondió cuando salió

“No, yo solo me desperté a beber leche y vi que no habías llegado. Me preguntaba si estabas bien”. Hugo se sintió feliz al escucharla decir eso, por fin comenzaba a notarlo y preocuparse por él.

“¿Ya te estás comenzando a preocupar por tú querido esposo?“ intentó bromear para no delatar lo emocionado que estaba.

“Ya quisieras, sabes qué, esto fue una estupidez, regresa si lo deseas, me voy a dormir”. Hugo sonrió.

“No te preocupes, ya casi voy para nuestro hogar, termino con el trabajo y enseguida voy a tú lado”. intentó tranquilizarla, pero de pronto la cabeza de Nina salió por la puerta y lo arruinó todo.

“Hugo, cariño, no demores mucho quiero proponer un brindis, además los chicos están preguntando por ti”.

“Espero disfrute de su velada Señor Moretti, no se preocupe en regresar a la Villa y atienda sus invitados”. ordenó una enojada Sara y luego colgó.

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