Capítulo 37:

Había pasado una semana del ultimo encuentro de la pareja y las aguas aparentaban estar tranquilas en la superficie, pero una tormenta se estaba formando y solo Hugo y Alejandro estaban al tanto de ello, ambos sabían que esta aparente calma no era más que una inequívoca muestra de que pronto Sara atacaría con todo, solo les quedaba prepararse para el ataque y sacar sus mejores armas.

Hacia exactamente una semana que ninguno de los conyugues regresaba a casa y se escondían de su pareja. Hugo se había mudado temporalmente a la empresa y trabajaba día y noche esperando a que su esposa diera el primer paso, cada vez que amanecía se preguntaba si ese era el día y que plan había pensado ella para derrotarlo.

Pasaba el día nervioso con la guardia en alto, listo para lidiar con cualquier problema que ella pudiera ocasionar, pero nada sucedía.

Sara había tomado la semana para relajarse, pasaba sus días tranquila leyendo, de compras con Emily o en cualquier activad banal que no requiriera de esfuerzo alguno. Rafael la había llamado el día de la conferencia de prensa, pero ella le pidió que le permitiera manejar el asunto a su manera y el Anciano Moretti acepto.

El curso estaba a punto de terminar y Sara había aprovechado sus últimos días para descansar, antes de enfocarse únicamente en los exámenes.

Una semana después ya Sara había concluido con todas las pruebas pertinentes para graduarse y Hugo al esperar dos semanas y ver que nada sucedía decidió bajar la guardia y dejar de preocuparse por Sara, después de todo solo era una chica universitaria, no podría hacer nada para destruir un empresario tan importante como él.

“Sara ahora que ya terminaste la universidad que piensas hacer.” le preguntó Emily a su amiga mientras caminaban por el campus de la universidad, luego de su última prueba.

“Todavía no estoy completamente segura” le respondió Sara y luego una sonrisa maliciosa apareció en su hermoso rostro “pero antes de pensar en el futuro, tengo algunos asuntos que atender”.

“¿Vas a ver a tu esposo?” la interrogo Emily

“Creo que tenemos algunos asuntos que atender. Pero que te parece primero organizamos una fiesta con algunos compañeros”.

“Esta bien, voy a invitarlos a cenar hoy, escuche de un nuevo restaurante que esta super de moda, dicen la comida es deliciosa”.

“Perfecto, quiero que invites a los más cercanos, y los estudiantes más destacados de cada clase, no sólo negocio, ni gestión de empresa, quiero todos, desde teatro hasta literatura , quiero que los estudiantes más brillantes asistan esta noche, sin importar su clase social”.

“¿Qué será lo que está rondando esa cabecita tuya?”

“Todavía no lo puedo decir hasta tenerlo todo listo, tú solo espera”.

Las amigas se alejaron de la universidad haciendo planes para esa noche y con altas expectativas de la velada.

A las 8 de la noche un restaurante en el centro de la cuidad estaba completamente lleno de los jóvenes más prometedores y del futuro del país.

El restaurante recién inaugurado contaba con bastante popularidad así que todos estaba contentos de haber sido invitados. A Sara le costó mucho dinero y conexiones poder alquiler el lugar y dejarlo exclusivamente para sus invitados.

Sara habló uno por uno con sus invitados y pareció complacida con la mayoría de las respuestas. Nadia fuera del local sabía lo que estaba aconteciendo ahí dentro, ni el resultado de las alianzas que se estaban creando.

Al finalizar la noche los invitados se retiraron y Sara sonrió satisfecha, el primer paso ya estaba dado.

Cuando los primeros rayos del sol alumbraban la mañana Sara salía de su habitación en el Campus usando un traje de negocio de color negro, su largo cabello hecho una coleta en alto y unos altos tacones.

Ya no tenía el aspecto de Universitaria, ahora lucía como toda una profesional, su figura sensualidad atraía la mirada de todos los hombres y su porte y elegancia los deslumbraba. Montó en su coche y manejó hasta la empresa de su esposo, como no tenía una identificación ni era trabajador oficial de la empresa no pudo dejar el carro en el Parking de la empresa y solo pudo dejarlo fuera. En la entrada la esperaba Nadia a quien Sara había llamado la noche anterior.

“Buenos días Señora Moretti“ saludo Nadia.

“Sara, prefiero que me llames Sara, y no seas tan formal, después de todo pasaremos mucho tiempo juntas. Te pedí que me esperaras fuera porque antes de entrar quiero advertirte, estoy única y exclusivamente aquí para molestar a Hugo y de paso ganar un poco de experiencia.

La situación no será sencilla y estoy segura que Hugo va a hacer de todo para que mi vida sea miserable, por tanto la tuya no será mejor, tienes una última oportunidad de huir y escapar ahora, si lo haces no te puedo culpar, pero si decides acompañarme debes estar preparada”.

“No se preocupe Señora Sara, estaré a su lado pase lo que pase”.

Sara sonrió complacida y las dos mujeres entraron a la empresa, las dos vestían de negro y lucían hermosas listas para comenzar la batalla entraron con la cabeza en alta.

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