Un año para divorciarme
Capítulo 23

Capítulo 23:

“Hola Sara y ese milagro tú por aquí“ la saludó Elena su editora.

“Hola, venía a ver que tal va la venta del último libro y ver si recibiste mi último manuscrito.

“El libro se a vendido como pan caliente, no te preocupes que en estos días te realizamos la trasferencia y la verdad estos días a habido tanto trabajo que no e revisado el manuscrito, pero conociéndote se que será un éxito. Además quiero estar bien descansada cuando comience a leerlo porque sé que luego no tengo como parar”. ambas rieron un charlaron un rato.

Cuando Sara miró el reloj otra vez se dio cuenta de que habían pasado dos horas y ya era tiempo de recoger a Emily en el trabajo. Así que se despidió de su editora y fue a buscar a su amiga, luego de advertirle que llegaría un poco retrasada.

Hugo está sentado en la empresa observando el cielo a través del ventanal de cristal de su oficina. Desde que le informaron que Sara había entrado a la editorial no podía pensar en nada más, ni concentrarse. Se imaginaba que otro hombre la tocará y la hiciera gem!r, y eso lo ponía de muy mal humor. No le importaba esa mujer se repetía, pero aún así era su esposa y debía comportarse como tal. Alejandro llevaba horas intentando encontrar información sobre lo que hacía ella editorial o algo del supuesto amante. Pero por más que preguntaba por ella, nadie la conocía y nadie sabía nada.

Sara fue a buscar a Emily a trabajo y cuando bajaba del coche vio a Emily que se acercaba corriendo.

“Mi$rda“ gritó al ver el auto y Sara sonrió “increíble carro. ¿Es tuyo?

“Si, lo acabo de comprar. Dale vámonos tendrás todo el tiempo del mundo de mirarlo”.

Ambas montaron al coche y se dirigieron a la residencia de la Universidad. Como Hugo se había llevado toda la ropa de Sara y ella no quería ir hasta la Villa terminó poniéndose ropa de Emily. A pesar de que seguía siendo lo que ella usaba siempre pulóver y pantalón, Sara no se sentía cómoda en la ropa de su amiga, le quedaba muy justa al cuerpo y el pulóver tenía demasiado escote.

Intentó convencer a Emily de ir un momento al centro comercial más cercano, pero esta se negó y le dijo que así estaba bien y se veía hermosa. Y no le mentía la ropa se ajustaba a su cuerpo como una segunda piel, más que hermosa, Sara estaba se%y, encantadora, toda una diosa que capturada a todos los hombres a su paso.

Cuando llegaron al Local el portero las reconoció esta vez y las dejó entrar, fueron a la barra y pidieron algo de beber. Sara había llamado a un conductor sustituto así podía beber y disfrutar tranquila de la noche.

Tobias no demoró en encontrarlas, sus ojos fueron directo a los pechos de Sara cuando la vio y recibió una buena patada por parte de ella.

“Auch“ se quejó “No me pegues, no es mi culpa que de pronto aparezcan estos melones frente a mí. Yo siempre pensé que estabas plana. Esa ropa que usas esconde bien tus atributos.

“Esa es la idea, no me gusta este tipo de ropa”.

“Pero te queda muy bien, no te preocupes. Si lograste llamar mi atención de seguro hoy consigues novio”. bromeo, pero a Sara no le hizo gracia.

“No busco novio, mejor vamos a ver y deja de hablar tonterías”.

Bailaron rieron y disfrutaron durante al menos dos horas. Sara ya llevaba unos cuantos tragos cuando mientras bailaba sintió un chico que se acercó por detrás.

“¿Qué quieres?“ lo enfrentó.

“Solo quiero bailar hermosa, llevas toda tan sola que sentí pena”.

“Estoy bien sola, muchas gracias por el ofrecimiento, pero prefiero bailar sola”.

“Lo que digas hermosa”. el chico se alejó y volvió a la barra donde estaba antes junto a una pareja.

“No creo que este trabajo resulte tan sencillo.” le dijo a la chica en la barra.

“Tienes que hacerlo, prometí que todo iría bien”. le dijo tomándolo con fuerza por el brazo.

“Tranquila hermanita”. intentó calmarla el otro chico que tenía colgando de su cuello una cámara.

“Sabes que ninguna chica es capaz de resistir los encantos de nuestro hermano menor”.

Los tres rieron.

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