Capítulo 15:

La chica sonrió cuando escuchó a Laura, solo necesitaba que le dieran vía libre para deshacerse de esa loca mujer. Cómo se atrevía a decir que estaba casada con el jefe, con esa forma de vestir tan simple.

Obviamente no sería otra que una aventura que tendría su jefe en alguna noche de borrachera, la chica reconocía que Sara era joven y bonita, pero su atuendo y forma de comportarse no estaban a la altura de su jefe. De qué manera podría ser ella su esposa.

Sara vio a la chica en la recepción que la observaba con disgusto de arriba abajo y sonriendo le preguntó.

“¿Entonces? ¿Puedo subir?

“Ya quisieras “ respondió la chica que había dejado la falsa cortesía de lado. Si su jefe se negaba a ver a esta mujer era porque no era nadie importante, así que sus modales estaban reservados solo para personas que los merecieron”. por última vez te voy a pedir que te vayas, si no obedeces te voy a echar a patadas. Así que tú decides.

“¿Así es como los empleados atienden a las visitas en esta empresa?“ preguntó enarcando una ceja Sara.

“Así es como tratamos a las p%rras aprovechadas. Ahora lárgate”.

“Ya veo, que pocos modales hay en esta empresa . Deberían hacer una limpieza y votar a tantas malas personas”.

La chica de la recepción hizo una seña a dos hombres que habían en una esquina y estos se acercaron.

“Esta bruja no es bienvenida en la empresa, échenla fuera y no le permitan volver”.

Los hombres tomaron a Sara cada uno por un brazo y la sacaron del edificio a la fuerza. Sara al principio ofreció resistencia, pero el agarre de los hombres se tornaba cada vez más fuerte y la lastimaba, así que se dejó arrastrar hasta la salida.

Sentada en un restaurante frente a la empresa, sacó su teléfono y realizó una llamada al abogado que Rafael el día anterior le asignó.

“Hola Señor Castillo, estoy en la empresa y no me permitieron entrar. Por favor venga y si puede no venga solo, no creo que sea fácil volver a acercarme a la empresa”.

Augusto Castillo comprendió el mensaje oculto en sus palabras y luego de colgar la llamada con Sara llamó al resto de los abogados de Rafael.

Veinte minutos más tardes Augusto, Sara, los otros cuatro abogados y 5 guardaespaldas entraron a la empresa. Los dos de seguridad no pudieron impedirlo y cuanto los 11 se dirigían a los elevadores la misma chica de recepción llegó a impedirlo.

Quería volver a ser grosera con Sara , pero esta vez ella no venía sola, venía con los abogados de Rafael y todos en la empresa los conocían, así que haciendo uso de su fingida cortesía les habló sonriendo.

“Buenos días señores, lamento informarles que no pueden subir sin ser anunciados y que la señorita no es bienvenida en la empresa”.

“En serio crees que la esposa y dueña de la mitad de la acciones no es bienvenida en su propia empresa”. la chica palideció cuando Augusto terminó de hablar.

Mientras que Sara sonreía y subieron al elevador, pero cuando las puertas se iban a cerrar Sara las detuvo y señalando a los dos de seguridad y la chica de la recepción habló.

“Ustedes están despedidos, espero que cuando baje no tener que volver a encontrarlos”.

La chica intentó decir algo pero las puertas de los ascensores se cerraron. Sara y los abogados subieron hasta el último piso, donde se encontraba la oficina de Hugo.

Cuando salieron del elevador Laura intentó impedir que entrarán pero Alejandro llegó en ese momento y la quitó del medio. Esa no era una batalla que en la que ellos debían de estar presente, no tenía nada que ver con ellos. Sería un duelo de Titanes y lo mejor era estar lo más lejos posible para no salir afectados.

Hugo seguía trabajando mientras Matías frente a él seguía hablando sin parar, cuando de pronto la puerta de la oficina se abrieron y entró Sara seguida de Augusto y el resto de los abogados de su abuelo.

“Se puede saber que está pasando aquí. Cómo se atreven a entrar sin permiso”.

“Lo siento mucho Señor Hugo es solo que “ intentó explicar Augusto y fue interrumpido por una hipócrita Sara.

“Cariño, no te enojes con nosotros “ habló Sara intentando poner la voz lo más dulce que pudo, fingiendo ser una esposa mimada “es solo que tenía tantas ganas de verte pero no me dejaban subir. Por cierto tienes que vigilar más a tu personal, son muy groseros. Pero no te preocupes ya despedí a los que nos impidieron reunirnos”.

“Pero que mi$rda estas hablando, sal de mi oficina ahora mismo, antes que llame a los de seguridad”.

“Cariño“ Sara hizo un puchero y Hugo la encontró extremadamente ridícula.

“De-ja.de-lla-mar-me-así”. exigió Hugo hacia énfasis en cada sílaba.

“Señor Hugo “ intervino Augusto “ lamento la forma de entrar, pero como le explicaba la Señorita Sara, no nos permitía la entrada”.

“Tal vez porque ella no tiene nada que hacer aquí”.

“Ahí te equivocas querido esposo“ Sara realizó las comillas con los dedos en el aire al llamarlo esposo “pero claro que tengo que ver con la empresa, porque no solo estoy legalmente casada contigo si no que mi abuelo me regalo el 40% de las acciones. Así que ahora puedes llamarme como prefieras Esposa o Socia, lo dejo a gusto”.

“¿Qué mi%rda estás hablando?“ preguntó colérico Hugo mientras Sara solo sonreía.

“Lo que dice la señorita es cierto, el Señor Rafael se enteró de que usted no le permitía entrar a su esposa a la empresa y decidió darle el 40% de las acciones para que los dos tuvieran el mismo poder y no hubiera más situaciones”.

“Pero mi abuelo se ha vuelto loco, como va regalar mis acciones y más a esta ..”. se quedó en silencio buscando la palabra indicada y Sara lo interrumpió.

“A tu esposa, cariño, tu esposa”. habló con voz más dulce del mundo.

“Deja de hablar así por el amor de Dios, me desesperas”.

“Creí que así era como te gustaban las mujeres“ habló Sara recuperando su tono usual de voz “¿no era así como te habla la señorita que te acompañaba las últimas veces que te vi?” y volviendo a poner el tono de niña agregó “ oh mi lolo, lolito”.

Martin que aún seguía sentado frente al escritorio viendo todo el problema no aguantó más la risa y soltó una pequeña risa, pero al ver el rostro de Hugo a punto de estallar se disculpó.

“Lo siento, pueden continuar”. y puso una mano en su boca aguantando la risa.

“Muéstrame los documentos “ exigió Hugo al abogado y este se los entregó luego de sacarlos de un maletín.

“Bueno, yo me voy, ya cumplí con mi objetivo. Nos vemos pronto CARIÑO”.

Sara se giró y se despido del resto. Hugo la vio marcharse y respiró profundo, definitivamente había subestimado a esa mujer y ahora pagaba las consecuencias.

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Nota de Tac-K: Tengan una agradable tarde, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥

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